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Voto de Angel Lopez:
7
Aventuras. Acción Inglaterra, siglo XIII. Robin Longstride (Russell Crowe), un magnífico arquero que ha luchado en las Cruzadas al servicio del rey Ricardo Corazón de León (Danny Huston), vuelve de Tierra Santa luchando contra los franceses y saqueando poblados. Cuando Ricardo muere alcanzado por una flecha, Robin se traslada a Nottingham para cumplir una promesa que hizo a Sir Robert Loxley (Douglas Hodge) antes de morir: llevar su espada a su padre, ... [+]
20 de octubre de 2010
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
La nueva superproducción de Ridley Scott se estrenó en primicia en el 64° Festival de Cannes, que levantó gran expectación y acogida por parte del público.

Pero lo inesperado es que un director de acreditado prestigio como es Ridley, que nos ha regalado obras maestras como ‘The Duellists’, ‘Alien’ o ‘Blade Runner’, nos deje con la miel en los labios, con esta cinta entretenida, sin más, sobre una de las leyendas más célebres de la historia. No es la clásica ‘The Adventures of Robin Hood’ de Curtiz, no es la conmovedora historia de amor de ‘Robin and Marian’ de Lester; es un Robin Longstride totalmente cambiado, distinto, nuevo y falto de personalidad. La seria, ramplona y diplomática caracterización de este moderno arquetípico héroe de los bosques, se hace más visible en la interpretación de Crowe. Sin embargo aún queda un espacio en sus dos horas y veinte, para que el espíritu del verdadero y auténtico Robin se manifieste, por unos instantes, en las pocas escenas de Sherwood. Ridley nos atesta de fiestas juglarescas, confunde la acción con la emoción, cuenta una historia burlesca desprovista de cualquier tipo de sentimiento, describe a unos personajes muy desenfocados, y los diálogos son insulsamente correctos. La historia se sitúa en los últimos días de Ricardo Corazón de León, que cedió el trono a su hermano Juan, un bastardo y difamador que deshonra a la corona inglesa. Por cierto, según la historia, la flecha le alcanzó en el hombro y no en el cuello como nos representa Brian Helgeland. Mientras tanto la tiranía francesa debilitaba cada vez más a una Inglaterra frágil.

Lo mejor: los maravillosos escenarios de Nottingham.

Lo peor: los flashbacks paternales.
Angel Lopez
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