El bueno de Danny reune de nuevo a sus hombre por tercera vez en un reparto al que en esta ocasión se le une Pacino.
El film consigue entretener, cosa que en su segunda parte pareció haber olvidado, aunando acción con algo de intriga y ciertas dosis de comedia, aunque Soderbergh debería darse cuenta a tiempo (y parece que lo ha hecho pues parece que esta es la útima entrega) de que no sería lo más sensato seguir alargando una saga, que pese a que parece mejorar la segunda parte (cosa no muy difícil) que poco más tiene que ofrecer.