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Sudán Sudán · las críticas me la
Voto de baskin 26:
10
Comedia. Drama En 1939, a punto de estallar la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), el extravagante Guido llega a Arezzo, en la Toscana, con la intención de abrir una librería. Allí conoce a la encantadora Dora y, a pesar de que es la prometida del fascista Rodolfo, se casa con ella y tiene un hijo. Al estallar la guerra, los tres son internados en un campo de exterminio, donde Guido hará lo imposible para hacer creer a su hijo que la terrible ... [+]
11 de octubre de 2010
11 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
En 1997 Roberto Benigni maravilló al mundo con un cuento de hadas. Sólo a un genio se le podía ocurrir una historia tan excepcional. Imaginar si quiera que algo tan horrendo como un campo de concentración puede ser un inmenso parque de atracciones sólo está al alcance de una mente privilegiada. Una obra tan elevada que si en vez de ser una película fuera una novela, probablemente sería una de las obras cumbres de la literatura italiana. Una película que bebe de las fuentes de la “Commedia dell’arte” clásica. En la que continuamente se pasa del drama a la comedia y viceversa. Donde la Vida, las ansias de vivir, palpitan en cada uno de sus fotogramas y luchan por sobreponerse a la Muerte. Donde un vitalismo exacerbado lo impregna todo. En la que el Amor libra una batalla a muerte contra el Odio. Donde la fantasía vuela libre y delicadamente como una mariposa mecida por el viento. Benigni nos muestra la lucha de un padre por preservar la inocencia de su hijo ante una de las situaciones más dramáticas y horrendas que se pueda imaginar. Un Don Quijote que lucha, esta vez sí, contra unos gigantes invencibles y consciente de su inevitable derrota la asume con dignidad pues es su trágico destino.
Caerte, levantarte, volverte a caer y volverte a levantar. Luchar con el arma más refinada que existe, la sonrisa, y regalarla siempre a todos, luchar de nuevo, subsistir. Avanzar siempre, hacer el bien, ayudar al prójimo, respetarlo aunque merezca ser odiado. Reír, reír y reír. Llorar, no tener miedo a llorar y a expresar nuestros sentimientos más humanos. Perdonar y seguir avanzando, amar, ser generoso y amar a nuestros semejantes. Ser feliz o, al menos, intentarlo. Ser honrado y no perder nunca ni la inocencia, ni la honestidad, ni la bondad. Sobreponerte, no darte nunca por vencido porque mañana, al fin y al cabo, será otro día y volverá a brillar el sol. Aceptar nuestro destino con alegría, sea el que sea. Avanzar y amar, amar y avanzar, y así cuando llegue nuestra hora poder rendir cuentas con la cabeza bien alta y decir: “yo sí he vivido”.
baskin 26
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