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Nueva Zelanda Nueva Zelanda · Jaen
Voto de capacitivo:
6
Drama Adaptación de un libro de John Carlin (Playing the enemy). En 1990, tras ser puesto en libertad, Nelson Mandela (Morgan Freeman) llega a la Presidencia de su país y decreta la abolición del "Apartheid". Su objetivo era llevar a cabo una política de reconciliación entre la mayoría negra y la minoría blanca. En 1995, la celebración en Sudáfrica de la Copa Mundial de Rugby fue el instrumento utilizado por el líder negro para construir la unidad nacional. (FILMAFFINITY) [+]
24 de diciembre de 2009
57 de 77 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tras un apartheid demasiado reciente, Nelson Mandela, todavía con las marcas de los grilletes en sus miembros, pudo conquistar democráticamente el gobierno del país que tanto lo ansiaba. Estaba claro que la mayoría de los ciudadanos de Sudáfrica lo querían, pero sabía que si no lograba la unión entre la minoría adinerada y la gran masa proveniente de los guetos y pueblos, esa paz podría tornarse en odio. Imaginaros el papel de Mandela, al darse cuenta que tras años de opresión, el pueblo negro debía perdonar y olvidar todo lo pasado.

A parte de controlar diversas secciones sociales más radicales, entendió que la mejor forma de eliminar las diferencias era transmitiéndoles a todos una sensación de patria, consiguiendo que tanto negros, blancos, ricos o pobres se sintieran, ante todo, sudafricanos. Para ello vio en el deporte la clave: una forma “apolítica” de conseguir que toda una sociedad se uniera por una sola causa, el rugby.

Aquí es donde puede surgir la disyuntiva respecto al deporte y sus capacidades; ¿fue usado como opio del pueblo o como arma política? Sacad vuestras conclusiones con la película o informándoos, pero yo me creo su capacidad de unir. Recuerdo cuando España ganó la Eurocopa 2008, daba igual la parte del país en la que estuvieras, Cataluña, Galicia, el País Vasco, Andalucía, Valencia, etc. sólo se veía felicidad. Durante semanas los medios de comunicación dejaron de hablar de nacionalismos, de separatismos, de enfrentamientos, todo el país estaba unido, por una sola razón, por un montón de tipos dándole mejor patadas a un balón.

Como yo me lo creo, entonces valoro positivamente el mensaje del filme, pasando por alto la poca credibilidad que se transmite en el desarrollo del equipo nacional de rugby en la película y un cierto tufo de grandilocuencia en la figura de Mandela, pero que acepto, gracias, en parte, a mi ignorancia sobre su biografía.

Evidentemente, Eastwood está fantástico en todas las labores técnicas y su capacidad de narrar mantiene una historia que en manos de cualquier otro hubiera sido un fracaso total.
capacitivo
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