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Voto de Hector Zuleta:
10
7,6
7.740
Drama
George y Martha son un matrimonio que se profesa un odio salvaje. Ambos tienen personalidades autodestructivas, conocen perfectamente las debilidades del otro y saben cómo exasperarlo. George es un profesor de historia alcohólico. Martha, la hija del director de la universidad donde George da clases, es una mujer frustrada y vulnerable. Un sábado por la noche, después de una fiesta, invitan a su casa a un nuevo profesor y a su esposa. ... [+]
14 de diciembre de 2010
22 de 24 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hay historias de películas que no se olvidan y hay películas que el cine no olvida en su historia. Esta película es ambos casos.
Richard Burton y sobre todo Elizabeth Taylor se descomponen aquí de todo el glamour en que estaban envueltos desde los inicios de sus carreras y en sus películas anteriores. De hecho todos los actores de esta producción fueron nominados a los premios de la academia. Lo que se tenían Richard Burton y Elizabeth Taylor era amor tumultuoso, salvaje. Ese sentimiento no apto para temerosos que a cambio te susurra al oído que estás vivo. También puede hacer de ti un muestrario de desequilibrios psicológicos.
Richard Burton y sobre todo Elizabeth Taylor se descomponen aquí de todo el glamour en que estaban envueltos desde los inicios de sus carreras y en sus películas anteriores. De hecho todos los actores de esta producción fueron nominados a los premios de la academia. Lo que se tenían Richard Burton y Elizabeth Taylor era amor tumultuoso, salvaje. Ese sentimiento no apto para temerosos que a cambio te susurra al oído que estás vivo. También puede hacer de ti un muestrario de desequilibrios psicológicos.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Una pieza especialmente pesimista y áspera, más negra que un pozo sin fondo en su acercamiento al alma del ser humano; Mike Nichols supo poner en imágenes con gran destreza, a pesar de tratarse de su primer largometraje y posiblemente el mejor hasta la fecha. Insultos, vejaciones y desprecio se convierten aquí en una negra flota que surca el auténtico río de alcohol que ingieren sin tregua todos los personajes durante las más de dos horas de duración del film, dando lugar a situaciones extremadamente violentas. Una violencia que casi nada tiene que ver con el contacto físico y sí con el daño que una palabra hiriente, seleccionada con cariño para humillar al otro, puede provocar. Todos los personajes de hecho, son víctimas y verdugos al mismo tiempo. George, Martha y el joven matrimonio. Todos guardan secretos. Y su frustración, su miseria, les hace atacar con saña a los que tienen más cerca, haciéndolos responsables de lo peor de sus vidas.
Y por encima de todo, unas interpretaciones que parecen de otro mundo. Los cuatro actores se implican de tal modo que consiguen alcanzar la excelencia, transmitiendo una colección de emociones que muy pocas veces se han visto retratadas con tanta precisión: rabia, dolor, confusión, amargura, fragilidad, odio, desesperación… Un cóctel que llega a alcanzar temperaturas casi insoportables para el propio espectador, que no puede por menos que sentirse incómodamente atrapado en escenas como la llegada del joven matrimonio a casa de George y Martha o en la escena del bar de carretera. Hay películas más amables, claro está, pero pocas con un trabajo de los actores tan completo y deslumbrante. Sencillamente perfecto. No es exageración, es amor. Amor por el cine.
Y por encima de todo, unas interpretaciones que parecen de otro mundo. Los cuatro actores se implican de tal modo que consiguen alcanzar la excelencia, transmitiendo una colección de emociones que muy pocas veces se han visto retratadas con tanta precisión: rabia, dolor, confusión, amargura, fragilidad, odio, desesperación… Un cóctel que llega a alcanzar temperaturas casi insoportables para el propio espectador, que no puede por menos que sentirse incómodamente atrapado en escenas como la llegada del joven matrimonio a casa de George y Martha o en la escena del bar de carretera. Hay películas más amables, claro está, pero pocas con un trabajo de los actores tan completo y deslumbrante. Sencillamente perfecto. No es exageración, es amor. Amor por el cine.