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España España · Somewhere Far Beyond
Voto de Richy:
7
Ciencia ficción La USS-Enterprise se encuentra explorando el espacio, cuando recibe la noticia de que se ha detectado la presencia de un Cubo Borg dirigiéndose hacia la Tierra. El Alto Mando de la flota ordena a Picard que se dirijan a la Zona Neutral para el caso de que los romulanos decidan aprovechar la situación y ataquen a la Federación. Pero en realidad el Alto Mando desconfía de que Picard ayude al enemigo, debido a su anterior asimilación en el ... [+]
14 de septiembre de 2015
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Segunda película de la nueva generación de la “Enterprise”, y octava de la serie cinematográfica, que sigue ofreciendo buenos momentos a los seguidores de siempre y enrola a nuevas generaciones de “trekkies”. Jonathan Frakes dirige a la vez que se reserva un papel, como ya hicieran en su momento Leonard Nimoy y William Shatner, pero Frakes parece encontrarse más a gusto detrás de las cámaras que aquéllos, lo cual se nota en el buen resultado del filme.

Al igual que en “Star Trek. La próxima generación” (1994), los viajes en el tiempo vuelven a tener protagonismo para hacer frente a la nueva amenaza: los Borg, unos peligrosos alienígenas empeñados en asimilar a cualquier ente vivo que se encuentre por el camino, incluidos todos los habitantes de la Tierra, serán eliminados en el presente, pero quedarán unos pocos que lograrán viajar al pasado. La misión de Picard (Patrick Stewart) y el resto de la “Enterprise D” será decisiva, ya que tendrán que evitar que los Borg cambien el pasado y consigan que el creador del primer viaje a la velocidad de la luz (WARP-1 para los “trekkies”) no logre su propósito y, por tanto, no se produzca el primer contacto de la Humanidad con una raza extraterrestre.

Frakes le concede especial simbolismo a este filme dentro de la saga ya que despeja viejas incógnitas acerca de ese “primer contacto”, tantas veces comentado como un acontecimiento histórico (Frakes también se permite frivolizar con ello), además de establecer conexiones con la serie de televisión, en la que Picard era asimilado por los Borg y, por tanto, queda de alguna manera influenciado por ello. En este sentido, vemos a un Picard mucho menos frío y calculador que en la película anterior, y más acorde con alguien que ha sufrido un daño irreparable y que clama por una dulce venganza.

La película mantiene un nivel parecido a la anterior respecto al nivel técnico, con unos buenos efectos especiales y unas notables escenas (magistral la del comienzo, por cierto), pero mejora sustancialmente la historia y se acerca más al espíritu “trekkie” de la franquicia, aunque sea acertadamente más oscura que la anterior de David Carson. Frakes elabora una historia bien llevada, con un innegable interés sci-fi, que logra la atención inmediata de los fans acérrimos y de cualquier seguidor del género.

En cuanto a interpretaciones, Patrick Stewart ofrece interesantes registros por el dilema moral que le supone el tema de los Borg, y el resto del elenco de la “Enterprise” sigue siendo de lo más correcto. El androide “Data” (Brent Spiner), con su eterna lucha por parecerse más humano, sigue encontrándose entre los personajes favoritos.

Una vez más, estoy seguro de que Gene Roddenberry hubiera estado satisfecho con el giro (necesario) que dio su serie. Muy recomendable.
Richy
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