Empieza a resultar un poco coñazo la forma que tiene Telecinco de promocionar las películas que produce. Es cierto que su finalidad es llevar gente a los cines, y la fórmula les funciona; aunque creo que la gente va más por aburrimiento y saturación que verdadero convencimiento de que la película será buena (al margen que luego guste más o menos) ya que es imposible que consigan engañar a nadie. No pueden engañar a nadie desde el momento en que toda la gente a la que le preguntan a la salida del cine que les pareció la película ¡TODOS, TODOS, TODOS! son unánimes en que es una maravilla que al oírlos te hace pensar que películas como El padrino, o yéndonos al género de terror, El exorcista sean poco menos que una bazofia comparadas con semejante obra maestra. A nadie le pareció normalilla, pasable, buena sin más, un truño… Es evidente que van poner las mejores opiniones, pero también es imposible que te las creas. Luego acabas viéndola y te confirma la opinión que ya te habías formado.

Luego está el tema de la sorpresa final, sorpresa que ya aburre ya que se repite de una película a otra. El problema aquí no es que la sorpresa sorprenda o no; o que te la esperes o no. El problema es que, desde es momento que basan su interés en esa sorpresa, deja de sorprender. Deja de sorprender porque el interés lo vas a poner en saber cual es dicha sorpresa, para una vez desvelada pensar que no es para tanto; cuando el no saber nada de nada, el efecto producido es mucho mas efectivo e impactante, aunque luego pienses que eso ya lo habías visto.

Bien, pues la película para nada me parece una maravilla pero tampoco un truño para tirar a la basura, aunque este más cerca de lo segundo que de lo primero. Sin embargo, tiene momentos que se aparta de la monotonía,que prácticamente tiene durante todo el metraje, y nos da momentos que me hacen recordar a Psicosis como, por ejemplo, el momento de la firma o esa subida al piso de arriba. Lo que pasa que esos momentos son muy pocos y prefieran darnos escenas que son puro pastel que hacen que el secreto tenga nulo interés.

El reparto, exceptuando Anna Taylor-Joy; que destaca muy por encima de los demás, tampoco convence. Todos los hermanos son demasiado repelentes.

¿Y porque en ningún momento te crees que están en Estados Unidos y donde viven parece, más bien un pueblecito de Inglaterra? O asturiano si nos vamos a donde fue rodada.