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España España · ciudadano del mundo (palencia)
Voto de kafka:
10
Drama. Musical Selma, inmigrante checa y madre soltera, trabaja en la fábrica de un pueblo de los Estados Unidos. La única vía de escape a tan rutinaria vida es su pasión por la música, especialmente por las canciones y los números de baile de los musicales clásicos de Hollywood. Selma esconde un triste secreto: está perdiendo la vista, pero lo peor es que su hijo también se quedará ciego, si ella no consigue, a tiempo, el dinero suficiente para que ... [+]
7 de enero de 2009
7 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Selma, una inmigrante checa (Björk) viaja a Estados Unidos para trabajar en una fábrica y ahorrar el dinero suficiente para poder operar a su miope hijo, el cual quedará ciego con el paso de los años, al igual que la está ocurriendo a ella... Con tan sencilla y dramática historia hace el genio von Trier una obra maestra de una insolitez superlativa y de dificultad extrema, y es que el loco danés cuenta una pura tragedia cotidiana e hiriente mediante los hábitos de un musical contemporáneo, vanguardista y único. Le queda una película bordada, un film al que cabe catalogar como milagroso y que se alinea directamente en mis vísceras con títulos que no son ridículos sino auténticos alardes inolvidables que he podido degustar, y digo que no son ridículos por el particular riesgo de la apuesta, fulminada, a su vez, por el particular estado de gracia del autor. Ejemplos: "Arrebato" de Zulueta, "El ángel exterminador" de Buñuel, "Campanadas a medianoche" de Welles, "Todo sobre mi madre" de Almódovar, "Lunas de hiel" de Polanski, "El embrujo de Shanghai" de von Sternberg... y "Rompiendo las olas" del propio von Trier. "Bailar en la oscuridad" salva su presumible caída a los infiernos -esos números musicales arriesgadísimos y rompedores de todo ritmo, con esas raras y hondas canciones de la aquí novata actriz pero insuperable Björk, y eso que las malas lenguas hablan de la insoportable relación actriz/director y sus particulares neurosis y fobias, capaces de destruir y mandar al carajo una tragedia honda y congeladora- en lucidez y armonía extremas, en cine redondo y perfecto, en una reflexión conmovedora, entomológica y helada sobre la contraposición de la bendita ficción ensoñadora (esos imaginarios bailes y cánticos con los que la luchadora, desafortunada y corajuda Björk se evade), la Luz; de la puta realidad cotidiana (el trabajo, la oculta tragedia familiar y personal), la angustia y las Tinieblas. Es el Cielo y el Infierno, y de uno a otro nos zarandea von Trier mezclando ternura, mística, expiación, tragedia, melodrama, risa, llanto, desgarro, solemnidad, plenitud y vacío desarmantes. Poesía y prosa. Acojonante. Y es que el mago danés sigue en el estado de gracia que pariera a la alucinante y de igual postura fílmica (cámara en mano, desencuadres, puesta en escena nerviosa...) "Rompiendo las olas" y con ellas ha hecho el dúo de películas más impresionante de la década.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
kafka
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