Quiero decir que, más que una crítica, que también lo es, es una justificación de la puntuación.
Le doy un siete pero al menos dos son de regalo porque soy un fan de la música Bluegrass y no he podido evitarlo. Las referencias a Bill Monroe, Tony Rice, JD Crowe ... la banda, las canciones ... para mi, salvan completamente la película. Y me hacen olvidar el cuestionar si en Bélgica hay esta afición a esta música, si un concierto de estas características puede llenar un teatro en Bruselas ... me da igual, lo que importa es que suena bien y que tiene una buena esceneografía country.
Pero, ¿y mi señora?. No le gusta el Bluegrass y estuvo viéndola conmigo. Entre otras cosas porque el ir al cine llevaba el compromiso de la cena posterior. Y la verdad es que le encantó .... la cena.
Pues es una temática muy manida. La primera parte de la película está bastante bien. No sé si en ciertos ambientes sureños propios de este tipo de música, las escenas se sexo estarían bien consideradas, pero a mí estas concesiones de cara a la galería me gustan. La segunda parte es más complicada. Hay que poner las dosis dramáticas, los puntitos psicológicos,... y la película se pierde. Se pierde mucho, hasta llegar a esas escenas finales absolutamente grotescas y absurdas con la que acaba la película.