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Her

Ciencia ficción. Romance. Drama En un futuro cercano, Theodore, un hombre solitario a punto de divorciarse que trabaja en una empresa como escritor de cartas para terceras personas, compra un día un nuevo sistema operativo basado en el modelo de Inteligencia Artificial, diseñado para satisfacer todas las necesidades del usuario. Para su sorpresa, se crea una relación romántica entre él y Samantha, la voz femenina de ese sistema operativo. (FILMAFFINITY)
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Críticas 493
Críticas ordenadas por utilidad
1 de abril de 2021
1 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Her es una película que si hubiese sido comedia sería muy divertida. Tristemente la mayor parte del tiempo pretende ser drama, y no funciona. Lo intentan y lo intentan, pero, por mas que la temática pueda tener sentido, no logra empatizar con el espectador. Por lo menos no conmigo. Tal vez esperaba mucho más dado que tienen a un excelente actor y excelente director. No se, no me llegó.
Ger von Memes
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2 de enero de 2022
1 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Qué tierno que es el amor ¿no?, ¿no?. Bien esta sería, entre bastantes comillas, la premisa de esta pelicula. Un hombre antisocial que acaba de separarse de su mujer se enamora de su computadora.
Apartado técnico.
A nivel de la composición de colores esta bien. Cuando se usan los colores cálidos es maravilloso, pero al usar los fríos me da una sensación, y a veces la da muchas escenas, que estas parecen de un comercial de perfume. La dirección esta muy bien. Joaquin Pheonix actúa muy bien, aunque en mi opinión no es un papel del todo demandante.

El guion me parece original, sin embargo sus diálogos me dan mucho cringe, vergüenza ajena, infantiloide, dolor de estomago, mareos, perdida de visión, entre otros sintomas...
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
StealthYeled
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30 de abril de 2023
1 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me puse a verla predispuesto a que me gustara. Pero en seguida se me pasaron las ilusiones. Es una película lenta, pretenciosa, con un tufillo continuo a hipsterismo. El guión es muy flojo, porque no hay ninguna base que lo sustente. Muchas de las situaciones y escenas me dieron vergüenza ajena, y creo que ninguna me resultó creíble o realista. Joaquin Phoenix me recordaba a Groucho Marx con esas gafas y ese mostacho, pero ello, que podría resultar hasta gracioso, chocaba frontalmente con la solemnidad impostada que envuelve al personaje.Y ojo, que me parece que realiza una buena actuación, o al menos todo lo buena que podía ser con una historia tan insulsa y tan mal desarrollada. No me gustó la voz del SO (Samantha), y eso que la vi en versión original: resulta quejosa, sobreactuada... y pretenciosa, como toda la película. No se salvan ni los amigos del protagonista, que parecen competir para ver quién es más hipster de todos. Y qué decir del desenlace... En fin, que mejor que os ahorréis las dos horas de película. Yo la tuve que ver de varias veces, y con ninguna gana de retomarla.
Chao
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31 de enero de 2024
1 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
*Aislados entre infinidad de gente

Theodore (Joaquin Phoenix) es el inolvidable protagonista de Her. Un tipo solitario, melancólico y romántico que vive en un futuro cercano. Un hombre que, desde el inicio, sabemos ha sufrido recientemente mucho por amor. Incapaz de terminar de firmar los papeles del divorcio para dar por concluida su etapa junto a Catherine (Rooney Mara). Un humano que vive en una gran ciudad rodeada de otros como él, pero siempre en su burbuja particular. Continuamente ataviado de algún método para inmiscuirse un poco más en sí mismo. Ya sea mediante unos auriculares que le acompañan continuamente por la calle o en casa con un videojuego tremendamente realista.

En definitiva, Theodore no es más que alguien con grandes necesidades de afecto. Por esa razón no dudará en hacerse con un nuevo sistema operativo. Después de varios intentos infructuosos de conectar con otras mujeres. Una nueva amiga que se llama Samantha (Scarlett Johansson) y con la que no tarda en conectar de modo asombroso. Tras la programación de rigor. Hablan durante horas. Comparten muchas actividades. Se ríen constantemente. Empiezan a enamorarse. Al menos Theodore comienza a sentir. Algo que pensaba ya solamente cosa del pasado.

*Como el cuerpo como una enfilada frontera más

Pero claro Samantha no tiene cuerpo y esto supondrá una gran dificultad para los protagonistas de Her. Porque ambos parecen ansiar un terreno por el que dar rienda suelta a su innegable conexión. Un lugar que es imposible para ellos. Por lo cual, Theodore comenzará a llenarse de dudas. ¿Acaso lo que tiene con Samantha es verdaderamente una relación? Aquí entrará en juego Amy (Amy Adams), su vecina y casi único contacto constante. Otra mujer sin suerte en el terreno del amor que también anda enfrascada en una casi perfecta amistad con otro sistema operativo.

Sin embargo, la aparente perfección saltará por los aires cuando lo humano y la máquina choquen. Cuando la fragilidad de Theodore entre en diálogo con la frialdad inequívoca de Samantha. Y es que mientras ella puede estar enamorada de 641 personas a la vez, él lleva muchos meses fallando en olvidar a su ex-mujer. Constantemente recordando los momentos felices y aquellos más amargos vividos junto a ella. Quedando, además, muy claro que la multitarea de ella y la vulnerabilidad de él difícilmente podrían mezclar bien a largo plazo.

*Indiscutible obra maestra

Por ello, muchas son las lecturas que pueden sacarse de Her, hasta llegar a ese poético y emotivo final que Jonze dejó abierto a las especulaciones. Sin duda, el trabajo del realizador es de una exquisitez absoluta. Empezando por ese guion tan sensible y franco. De una hondura tremenda. Triste, muy triste, pero inmensamente valioso para entender los días que nos tocan vivir en la era de la hiperconexión y el total aislamiento. Las secuencias rodadas en un Los Ángeles somnoliento de edificios infinitos hablan por sí mismas. En general todas y cada una de las secuencias habitadas por un Theodore absorto en sus conversaciones con Samantha por calles llenas de otros solitarios hiperconectados resultan esclarecedoras.

Así como el deslumbrante uso del color para construir un futuro trasmutable para casi cualquier espectador. Con ese vestuario repleto de pantalones hasta las axilas, muchas camisas y unas muy estilosas gafas redondas. Todo en Her tiene un indudable estilo muy cuidado. Al igual que sucede con su delicada, melancólica y preciosa banda sonora. No obstante, lo más destacable de la cinta o lo más difícil de olvidar es ese Joaquin Phoenix triste. De voz pequeñita. Vulnerable, tímido, dubitativo, entrañable, raro. Lo que es capaz de hacer el intérprete aquí es magnífico. Su mirada perdida. Su angustia. Esa confusión vital. Su ilusión inesperada ante la voz que tan bien le escucha. Su agobio ante la posibilidad de perderla. Y su dolor al ser consciente.

Todo en él es admirable. Y sus compañeras no desmerecen su esfuerzo. Empezando por la siempre infravalorada Amy Adams, pasando por la indescriptible Rooney Mara y terminando con la aparición de Olivia Wilde. Sin olvidar la asombrosa construcción de Scarlett Johansson. Solamente con la voz consigue habitar multitud de emociones.

*Conclusión

En resumen, Her es una magnífica película. Una cinta de esas que te zarandea. Que te emociona. Que te conmueve. Una de esas historias que se revisitan sin signo de agotamiento. Siempre descubriendo algo nuevo. Siempre propiciando un debate más. Con un actor llamado Joaquin Phoenix que se queda contigo. En esa azotea mirando las estrellas de ese Los Ángeles inabarcable. Muy cerca de esa vecina cuya intimidad por fin ha conseguido sobrepasar.

Escrito por Laura Tabuyo Acosta
Cinemagavia
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21 de enero de 2014
0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
La habilidad para relacionarse con el mundo y los demás se vio seriamente trastocada con la llegada del internet, y sobretodo, las redes sociales y los aparatos inteligentes.¿Quién no se ha visto sorprendido, en los últimos meses o años, en reuniones sociales en las que los asistentes se encuentran ensimismados en sus smartphones, prefiriendo la interacción artificial por encima de una experiencia comunicativa directa? La complicada evolución de las relaciones humanas en un mundo cada vez más absorbido por la tecnología es el tema principal de "Her", la última obra de ese visionario llamado Spike Jonze, hombre al que debemos títulos como "Being John Malkovich" o "Adaptation".

Aceptémoslo, el crédito mayúsculo de los filmes mencionados fue a parar a manos del genial guionista Charlie Kaufman, cuyos textos son piezas literarias invaluables. Acaso se concedió en su momento a Jonze la capacidad de congeniar con Kaufman y la aportación de cierto estilo visual para encuadrar la historia. Cierta desilusión surgió cuando estrenó "Where the wild things are", particularísima versión de la historia infantil de Maurice Sendak que no resultó correctamente apreciada por la crítica. Metáfora sobre la pérdida de la inocencia y la importancia de la imaginación, la película para la cual prestaron sus voces Forest Whitaker y James Gandolfini naufragaba en el letargo de unas insípidas creaciones de CGI.

Pero “Her” es cosa distinta. Narra una sociedad imaginaria en la que las personas pueden interactuar con sistemas operativos y enamorarse de ellos. Pieza maestra que atrapa al espectador desde su inicio, combinación de géneros que oscilan entre la comedia romántica y la ciencia ficción, la película es una interesante disertación en los límites de la conducta humana con respecto de la tecnología que le rodea, pero no se queda ahí. Jonze lleva su propuesta narrativa más allá de la lupa social. Porque además de un honesto retrato de amor, la historia crea sus propias posibilidades, se adentra en los terrenos de una fértil imaginación y juega con sus personajes, quienes nunca permanecen estáticos, y no se crea que esto supone volubilidad en sus personalidades, sino la composición de una paleta narrativa múltiple, en la que Jonze demuestra que es un autor preocupado por componer una obra que rete intelectualmente a su audiencia.

Apoyado en una fotografía excelsa que transforma por completo a Los Angeles en una suerte de set policromático muy “a la Kubrick”, Jonze arroja su cámara al vacío existencial y a la sed emocional de sus protagonistas casi con la misma fiereza con la que diseña diálogos. A momentos sardónica e irónica, a veces cruel y directa, “Her” sonríe pero también duele. Y lo hace en virtud de una correctísima interpretación de Joaquin Phoenix, que demuestra una vez más su exquisita versatilidad, y de la extraña pasión con la que Scarlett Jonahnson se adueña, con su sola voz, de uno de los personajes más entrañables que yo haya podido ver en una cinta. Su Samantha es una verdadera femme fatale. Dulce y salvaje, inocente y cruel, al final. Adecuada es también la aportación de Amy Adams como el espejo femenino de Theodore, una mujer consecuente con la fatalidad de la disfunción comunicativa en la que se enlazan los seres humanos de un siglo XIX carcomido por la inmediatez y la urgencia por la saciedad.

Implacable. Aún ignoro por qué la Academia ignoró a Spike Jonze en el apartado de Mejor Dirección de cara a los próximos premios Oscar. Ya veremos.
Sergio Espinoza
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