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Spring Breakers

Thriller. Drama Cuatro jóvenes estudiantes con ganas de mucha juerga acaban en la cárcel, tras ser sorprendidas en una casa llena de drogas durante sus locas vacaciones escolares de primavera (spring break). Pronto salen bajo fianza gracias a un joven traficante de armas y de drogas (James Franco) que ve en las chicas a unas potenciales delincuentes que podrían serle útiles. (FILMAFFINITY)
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Críticas 149
Críticas ordenadas por nota
24 de marzo de 2013
1 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Difícil por donde empezar. Spring Breakers es una de esas obras atípicas que no tienes ni idea de como "criticarla". Nada convencional, con un estilo y una estética videoclipera rompedora, te muestra lo que "Project X" hizo pero no llego. El director Harmony Korine es un experto en esto, su filmografía se resume en drogas, sexo y adolescencia. Y que cojones, lo hace muy bien.

El inicio a modo de intro es muy precipitado, hard party, muchas tetas y muchos culos, y muchos culos y muchas tetas, nos adelanta lo que vamos a ver. Te lo pasas bien, disfrutas de la música con TEMAZOS de Skrillex (muy buena B.S.O.) mientras te alegras la vista con esos cuerpazos de infarto. Quizás lo malo del film es que está dirigida hacia una audiencia más masculina. (pero qué coño, somos TIOS! ¿y qué queremos?!! TETAS! ¿y cuándo lo queremos??! AHORA!!).

Los primeros minutos te sirven para acostumbrar la retina al grabado en mano, con cámara semi-movidiza que te desconcentra y te desquicia al principio pero luego te acabas por acostumbrar. La iluminación es casi toda en contrastes de negros, azules y luces de neón fluorescentes de todos los colores. También hay continuos flashbacks y demás nonadas artísticas que en conjunto hacen del metraje algo peculiar y diferente.

Si eres "fan" de Selena Gomez, no, no enseña las tetas en ningún momento, de hecho es monja cristiana y solo sale al principio de la película. Sí, sé lo que estas pensando, esto también es un fallo garrafal, menuda mierda. Tranquilos amigos, el magnífico y grandilocuente vestuario se sintetiza en solo bikinis, las cuatro protagonistas se pasan todo el tiempo con bikinis (y pasamontañas) y esto lo contrarresta todo.

En general las interpretaciones son buenas, las chicas Disney hacen bien el papel de guarrillas (¿De verdad es un papel? con esas caras de vicio, en fin). Punto a favor es la sensación de vivir sus vidas en estado de nirvana, sus fiestas, sus borracheras, sus fumadas, sus rayas... el gran sueño americano de la juventud sin futuro. Esto último es lo que reencarna James Franco.

A medio camino va perdiendo fuelle poco a poco hasta casi desinflarse del todo pero la actuación camaleónica de James Franco convertido en gánster salvaguarda esta película del suspenso y la convierte en una joyita del género fiesta y desenfreno que tanto están proliferando últimamente.

Quizás la intención del director solo fue crear controversia, metiendo a cuatro princesitas Disney en un espiral de defecaciones para cargarse una generación entera de fans repipis y mostrarles que el mundo no es de color rosa, quien sabe...

Concluyendo, película para ver sin grandes pretensiones, para disfrutar la secuencia de imágenes de forma artística y luego llegar a casa y masturbarte por el dolor de huevos. (por las mozas, claro). Pues eso, ¡Buena paja!
Sr_Dave
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4 de julio de 2013
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
No deberías estar leyendo esto. Toda crítica sobre Spring Breakers debería ser catalogada y clasificada como “quemar después de leer”. Y todo para no sacrificar a la sorpresa que supone un film como éste en el altar cinéfilo.

Cartel, reparto (Selena Gómez, Ashley Benson, Vanessa Hudgens), título y los primeros minutos del film profetizan (y erran, cual Maya presagiando el apocalipsis) una comedia gamberra y perecedera, vacía.

Vacía como los bolsillos de las protagonistas, cuatro jóvenes universitarias representantes de una generación transgresora y existencialista discípula del nihilismo.

Como si de un retrato de Dorian Gray doméstico se tratara todas ellas se aferran al momento y al carpe diem como único mandamiento pero el boceto de su alma comienza a presentar claroscuros consecuencia directa de sus actos.
Cuando son detenidas en una de las fiestas aparece el personaje rompedor de James Franco (con una notable y extravagante interpretación), un gangster con sus mismas inquietudes.

Las vacaciones de primavera (o ‘spring break’) regidas bajo las doctrinas de Epicuro son el contexto elegido por el director Harmony Korine para continuar su periplo indie por la gran pantalla.
Cada fotograma desprende magnetismo que mantiene a la audiencia pegada a ellos como un imán de nevera mientras la BSO y las imágenes se asocian como hermanos de distinto padre.

El espectador acude al cine como si de un fumadero de opio del siglo XX se tratase para sumergirse durante 94 minutos en visiones y alucinaciones, las de una pequeña muestra de la población soñadora actual.

Y es que Spring Breakers se adapta a la demanda de esa sociedad contemporánea liderada por un yo vacío ofreciendo una experiencia en un tarro con formol en lugar de un blockbuster de usar y tirar.
AriasGSergio
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4 de julio de 2013
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Empieza como la típica película de adolescentes. Con las vacaciones de primavera como escenario. Conceptualmente la mejor fiesta para los universitarios americanos, que se celebra sobre la época de Semana Santa y en Miami.
Los primeros minutos parecen un vídeo musical, con muchas escenas bastante explícitas mezcladas con música, y donde se aprecia el desfase total, alcohol, sexo, drogas, desnudos.

Lo que podía parecer el estándar de película, siguiendo la estela de otras como American Pie o Project X da un giro y pasa a ser más conceptual, donde se destaca la amistad, la ambición o la demacración. Manteniendo ese pensamiento que todos hemos tenido, "ojalá las vacaciones duraran siempre".

Para darle un poco de bombo comercial se incluye como protagonistas a Vanessa Hudgens (High School Musical, Viaje al centro de la tierra 2) y a Selena Gómez (Los Magos de Waverly Place, dobladora en Hotel Transilvania, Arthur 3). Conocidas por sus papeles para Disney Channel, y ésta última por ser novia de Justin Bierber.

El camello que rescata a las chicas es James Franco, actor también muy conocido por sus papeles en Oz, Spiderman, El origen del Planeta de los Simios, etc.
Y que a mi entender hace una gran actuación, transmitiendo a la perfección la sensación de maldad, crueldad y pura ambición a costa de lo que sea.

Me he llevado una grata sorpresa, y aunque no es una maravilla, si que da un giro importante y aporta un trasfondo, que no suelen llevar este tipo de filmes. Estuvo en cartelera bastantes semanas, cosa que ya es raro que suceda casi ni en bombazos comerciales.
Para confirmar un poco mis palabras, no es calificada como comedia, si no drama o thriller.
cazadoresdepeliculas
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2 de agosto de 2013
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
...mal acaba.
Conocidísimo refrán que avisa sobre el comportamiento que se debe seguir en la vida. En oposición al mismo se recomienda seguir los caminos de la honradez y la templanza. Una vida dedicada al crimen, a la infamia o al vicio acaba en la pena, la deshonra o la muerte. De una vida desordenada resulta un final desastrado.
Esto es aplicable a los personajes de Spring Breakers. También recuerdo el refrán "Dios los cría y ellos se juntan" cuando me pongo a ver la película.

Hay dos maneras de tomarse Spring Breakers:

- de manera inmadura. Utilizar la película para "divertirse" con sus colorines, su música y su desmadre en la historia, como acompañamiento a la ingesta de bebidas alcohólicas y drogas.

- o de manera analítica y madura. Sabiendo interpretrar que se trata de un cuento moral contemporáneo al estilo, y como fue en su día, La naranja mecánica.

Lo más llamativo de la cinta es su fotografía, que sigue lo visto en My blueberry nights, es decir, iluminación a base de luces de neón, colores fosforescentes en los filtros, en el vestuario y en los escenarios. Aunque en My blueberry nights hay un uso sin igual de las luces de neón que hacen único al film, por eso hay que salvar las distancias.

La música es bastante buena, y la canción que acompaña a los títulos de crédito finales es atractiva y pegadiza; se titula Lights y está interpretada por Ellie Goulding.

Detrás de un desarrollo argumental lleno de desmadre, excesos y delincuencia, hay un fondo moral que su guionista y director ha colocado con sabiduría. Además sabe narrar la historia dándole un sentido algo poético, que, curiosamente se asemeja a lo que hace el cineasta Terrence Malick, cuando, por ejemplo, Spring Breakers y To the Wonder están en las antípodas la una de la otra. El sentido poético y serio está cuando un personaje reflexiona y hace comentarios sin que le veamos hablar, colocando en su lugar imágenes diversas que nos sitúan globalmente, generalizando y uniéndolo todo.

Para acabar, también hay mucho cachondeo en la peli. Cómo no reírse, o al menos ver con simpatía, cuando el personaje llamado Alien, interpretado por James Franco, enseña su habitación a las chicas pasando revista a todo lo que tiene; "tengo esto, tengo lo otro, tengo, tengo, tengo,..." Y es que eso es él, tiene pero no sabe ser.
Hay quien tiene tanto que solo posee cosas materiales; y hay quien es muy rico es su ser, en su persona y valores.
Antares JGA
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8 de agosto de 2013
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Quién podría haber predecido que una (aparente) comedia como Spring Breakers, llegaría a ser una de las sorpresas de la temporada? Con un elenco importado mayormente de la factoría Disney, y las etiquetas de presentación de "género adolescente" (al que ya no se le permite tanto refugiarse bajo la buena estela de la factoría Apatow) y de "fiesta desenfrenada" (con la fórmula de Resacón en Las Vegas ya agotada de tanto explotarla en poco tiempo), su inicio de videoclip ibicenco nos introduce en un inesperado viaje en el que, a modo de espiral de perdición, se erige un consistente híbrido, prácticamente inédito, entre el cine de adolescentes ricos y fiesta loca (desprovisto de su vena gamberra y burlesca para el propósito) y el género gángster del siglo XXI, cocido en los barrios bajos. Todo ello, bajo un magnético, envolvente y manierista tratamiento visual, que no deja a nadie indiferente, y debe servir, en conjunto, para poner de nuevo a su autor en el mapa.

Con el cóctel de drogas y hampa empezando a ganar protagonismo a medida que avanza el metraje, se podría situar el referente en sendos hitos generacionales como Trainspotting o Spun, pero analizando el viaje interior (y exterior) de sus protagonistas, guarda más similitudes de las que parecen con la magnífica Lunas de Hiel de Polanski, en un modo más hardcore. De un modo similar a aquella remilgada pareja inglesa (Hugh Grant y Kristin Scott Thomas) cuando se embarcan en un crucero vacacional, las chicas de Spring breakers hacen lo que sea por huir de su "anodina" cotidianidad colegial, incluso sobrepasando ciertos límites, ya a priori, para lanzarse a esa aventura (ese manido "redescubrimiento interior" que acaba quedando en segundo o tercer plano, casi a modo de McGuffin). Pero con lo que realmente se acaban encontrando, una vez se acaba la fiesta, es con la verdadera realidad de la calle, de los barrios bajos y del hampa gestada en ellos, esa misma de la que están a salvo en su burbuja de residencias universitarias y macrofiestas de todo incluido. El deseo de fantasía hedonista se torna en choque de bruces con las peores capas de la realidad, del mismo modo que la curiosidad y el deseo "prohibido" se vuelven tragedia en el drama erótico de Polanski.

Ahora bien, esta película aspira a ser única y genuina y por ende no se resigna a asumir del todo los esquemas lógicos de este tipo de trayectorias argumentales, y en esto, se va entrecruzando con giros muy distintos entre sí que recuerdan a hitos fílmicos bien dispares. En su tercer acto, asume el (casi) punto de no retorno de Ciudad de Dios, en cuanto a la entrada, sin salida, en la esfera de la violencia, a modo de ruleta rusa sin fin. Y aún más allá de eso, lo que además supone todo un aliciente en este tipo de textos fílmicos, omite y elude ese clásico y reconocible regreso al status quo previo a esa montaña rusa emocional y vital, algo que tampoco se esmera demasiado en sugerir, dejando la puerta abierta a que las chicas que han llegado hasta el final sigan por ese camino. Después de todo, de lo que se antojaba como un simple Desmadre a la Americana edición ibicenca nos encontramos prácticamente con una suerte de Thelma & Louise en clave sórdida en el plano final.

El rendimiento actoral ofrece sensaciones encontradas. Mientras las esperanzas se dirigían a Vanessa Hudgens (de heroína de acción en Sucker Punch a próxima "chica Robert Rodriguez" en Machete kills), quien realmente ofrece más de lo que se espera es Selena Gomez, chica Disney Channel y Bieber, en la primera oportunidad seria de demostrar su valía, con un papel más complejo que las otras tres (que funciona a modo de contrapunto moral de las mismas), pero que desaparece de la escena en el momento decisivo como para terminar de valorar si la chica realmente lo vale o no… pero de momento, ha dejado la puerta abierta a esa posibilidad y tiene ahora un difícil camino hacia el desencasillamiento y la seriedad de sus papeles. A un nivel ya a priori incomparable, James Franco destaca en un personaje que rompe de algún modo su estética anterior, pero al que sabe darle los suficientes matices como para que no se quede en una caricatura.

Tras esto, habrá que estar más atentos que nunca a Harmony Korine, autor de culto que se abrió en los noventa con el guión de la controvertida Kids de Larry Clark y ya en la dirección con la experimental Gummo. Su creacionismo visual, aunque pueda caer es lo excesos, es más que sostenible y patente, combinado a la perfección con una dramaturgia atractiva e intensa, así como una curiosa selección musical a la que se atreve a dar la vuelta, tal como descontextualizar una balada de Britney Spears. Puede que Spring Breakers sea su punto de inflexión hacia un aura de cineasta maldito.

P.D.: Fuese pretendido o no, vaya un homenaje a las Pussy Riot.
Skorpio
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