Dragon Ball Super: Broly

Hay que decir que las batallas son sorprendentes. Saben que esto es el punto fuerte de Dragon Ball, lo que el público busca y han sabido explotarlo al máximo. Es cierto que han utilizado diferentes técnicas como CGI que a veces disminuyen la epicidad de la secuencia pero son detalles mínimos que no estropean la sensación final.
Broly era uno de los personajes que los fans querían que se volviera canon y no creo que hubiera habido una forma mejor para hacerlo que esta película. Los cambios que ha recibido de personalidad como diseño, en mi opinión, han mejorado el personaje. La parte de narrativa, cuando hablan del pasado de Broly como del planeta Vegeta, Freezer,... ha estado muy interesante. Si eres fans de Dragon Ball esta es la película que estabas esperando.

En una vuelta a los orígenes más recónditos del anime, esta cinta de Broly es quizás la más madura de todas las entregas en largometraje y medio metraje del universo Dragon Ball. Con un inicio coherente con todo lo que acontece después, es una épica reunión de ideas que estalla en una florida batalla final que encantará a los fans y puede que atraiga a los más curiosos, pues no de solamente mamporros vive el mundo de Bola de Dragón, y aquí encontramos una historia madura, no muy original, pero que sabe alcanzar la vena nostálgica de todos aquellos que hemos seguido el cómic desde sus inicios, con guiños a personajes que ya no están pero que todos recordamos, como la familia original de Goku liderada por Bardock (protagonista de la que hasta hoy es la mejor cinta de esta saga: Dragon Ball Z: El Último Combate) u otros saiyans que seguro no olvidamos. Pero lo que resulta sorprendente, es que a priori, según lo miremos, los protagonistas no son los héroes de la Tierra, si no que es el propio Broly: una persona que por obligaciones ha sido criada con un único objetivo, y cuyo odio trata de consumirlo. Es aquí donde reside el eje central de la película, que el mal puede ser erradicado de diferentes maneras, ya que (casi) nadie nace siendo malvado.
Por lo demás, es una cinta muy divertida, que se ve como un suspiro, y que en sus momentos álgidos posee escenas de animación increíbles con unas coreografías espectaculares. Aquí se nota la mano del director Tatsuya Nagamine (One Piece), muy acostumbrado a manejar animes con niveles de acción muy altos.

La nueva película de Dragon Ball (y primera de Dragon Ball Super) ha llegado meses después de emitirse la última temporada de DBS, que encandiló a muchos a los que no les han gustado las sagas anteriores. Su reto era convencer a quienes no les ha terminado de gustar esta nueva serie de Dragon Ball (incluyendo la saga del Torneo de Poder) y de seguir atrapando a quienes sí ha gustado. Existen argumentos para demostrar que este objetivo se ha cumplido con creces.

En primer lugar, la canonización de un personaje recuperado de las viejas películas de DBZ: Broly. Estamos hablando de uno de los personajes que más gustaban al fandom, uno de los villanos preferidos de siempre. Si primero se hizo un guiño a quienes les gustaba con la transformación de Kale en DBS, ahora directamente han cogido a Broly y le han hecho oficial. No es el mismo Broly, todo sea dicho. Se pueden entender las quejas que lo señalan como un villano que inspira menos temor que el viejo Broly, pero al menos no tiene una razón absurda para odiar a Goku.

Además, también se ha llevado a la gran pantalla (y al canon de DB) la historia reescrita de los Saiyan y la destrucción del planeta Vegeta del manga Dragon Ball Minus. Es decir, no es sólo una película de Broly, sino también de la raza saiyan y los orígenes de Goku y Vegeta. Una historia reescrita y renovada con respecto a la icónica película ‘El último combate’, que sigue cautivando a muchos fans. En cierto sentido, en esta nueva cinta se echa en falta que se le otorgue mayor importancia a la muerte de Bardock y a su mítica marcha contra Freezer, la cual en esta película queda reducida a la irrelevancia.

Por si fuera poco, es una de las pocas películas canon de DB (junto a ‘Trunks, un futuro diferente’ y las dos películas anteriores a ‘DBS Broly’, que sirvieron como introducción a Super). Pero, al contrario que en ‘La batalla de los dioses’, en ésta nos encontramos ante un personaje familiar y con unas claras reminiscencias a DBZ. Una de las grandes quejas de las dos películas anteriores y de la serie Super era que se había perdido seriedad y epicidad. Por fortuna, con la saga del torneo de poder y esta película, se ha recuperado un poco esa vieja tradición dramático-épica de DB.

Estos argumentos sirven para defender que esta no es una película más de Dragon Ball. Es, probablemente, la película más importante que se ha hecho de DB en mucho tiempo, desde ‘El último combate’ (que ahora pierde, en parte, su canonización) y ‘Trunks, un futuro diferente’. ¿Una película para fans de toda la vida? Sin duda, y ahí está su fuerte. Aunque es verdad que porta algunos de los errores que ha tenido DBS (errores que hicieron que muchos fans se desmarcasen de esta nueva serie), como el humor absurdo, el blanqueamiento de los villanos o la pérdida de epicidad.

Pese a todo, contiene más aciertos que errores, como la adaptación del ya mencionado manga de Dragon Ball Minus. Es, por ello, una película tan esencial como las sagas canon de DB, DBZ y DBS. Y todo ello acompañado de una buena animación, que no será como la del estudio Ghibli, pero que ha sabido corregirse con respecto a las primeras sagas de Super y que ya vimos el buen resultado final que tuvo en la saga del torneo de poder. En el apartado sonoro sigue la estela de DBS, con una BSO y una canción principal reconocible.

Una película, en definitiva, con la que los fans pueden, por fin, sentirse satisfechos y estar contentos, y que permite a Dragon Ball empezar a alejarse de esa dinámica moderna que la estaba transformando para mal.

Llena a reventar estaba la sala, y no precisamente de niños, sino de todos aquellas personas que han disfrutado de Dragon Ball durante toda su infancia y adolescencia. Con doblaje en catalán (el mejor, por cierto), y con un leve toque retro en la animación, asistimos a una versión nueva de la historia de Broly. Así pues, debemos borrar de nuestra mente aquella película que situaba al supersaiyan legendario tras la historia de Cell. En este caso, la historia se sitúa después de los acontecimientos de Buu, con Vegeta y Goku sobrepasando los límites de la fuerza que dominan en Dragon Ball Super.

Broly es un guerrero al que tuvieron que exiliar ya de pequeño por su inmensa capacidad. Sin embargo, su padre, Paragus, lo ha mantenido a raya en un inhóspito planeta. Será Freezer quien dé con ellos y los utilice para derrotar a Goku y Vegeta en la Tierra. Con Bills y Beerus como espectadores de excepción, y sin Krilín y compañía, lastres para estos niveles de poder, DRAGON BALL SUPER: BROLY se deja de secundarios y se centra en lo que realmente importa: el combate. Asistimos a una de las películas más impactantes visualmente. Es impresionante el nivel de calidad de la animación aunque, sin embargo, hemos de decir que se producen descensos evidentes en su calidad cuando cesa la lucha.

En definitiva, DRAGON BALL SUPER: BROLY, es una película de acción a raudales, una nueva concepción de Broly y un nivel de poder que sobrepasa cualquier universo. Carisma y una cantidad de golpes por segundo que abruman. Esto es lo que queremos los fans de Dragon Ball, una película a la altura. No hace falta que sea un guion demasiado elaborado, porque no lo tiene, pero se sale del cine con una sonrisa en la boca. Frikis, no os la perdáis.

Tercer largometraje de esta mítica franquicia estrenado en cines, que en esta ocasión sirve para introducir un personaje clásico dentro del canon de la serie, y lo hace con una aventura que hace un recorrido fugaz de toda la historia de Dragon Ball, ejecutado además de un modo tradicional y sin sorpresas, donde nuestros protagonistas deben enfrentarse a un rival extremadamente poderoso, eso sí, con una animación más elaborada y espectacular de lo habitual.

Gracias a la nostalgia, la diversión está asegurada en todo momento, pero este argumento pierde fuelle si no eres fan de Goku y compañía, ya que se dan por sabidas muchas cosas y la narración no es que desborde profundidad precisamente. Aunque podría ser una película mejor, o al menos un poco más original, ofrece ni más ni menos lo que se espera de ella.

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