Sin reservas

Película que se basa de cómo es el mundo dentro de la hostelería, y que a veces, es mejor dejar fluir la imaginación para poder hacer tus recetas. Esta jefa de cocina, trabaja en un bistrô , Catherine Zeta- Jones, y acabará enamorándose de Aaron Eckhart, a quién mandan de jefe de cocina a San Francisco, y la dice que si quiere ir con él. Pero ella, no quiere dejar su vida en Manhattan, porque además se tiene que hacer cargo de la hija de la hermana. Pero al final, debido a una visita de un publicista, se dará cuenta, que tiene que vivir su propia vida.
Una película comedia, como la vida misma.

Una cinta con todos los elementos para que una chica romántica como yo, la disfrute, Catherine tiene una actuación tierna, sensible, con grandes recursos histriónicos, nunca la había apreciado como la gran actriz que es, este papel la descubre.. el argumento fácil, sin mayor complicación, predecible pero bien desarrollado.. y con la niña Abigail Breslin que despierta una inmensa ternura con su interpretación plena en todos los matices que le exigía la película.. Muy bonita, típica cinta para distraerse, pasarla bien.

La música verdaderamente hermosa complementando el desarrollo de la película de manera muy agradable.. el final.. bueno.. aplausos por la elección musical.

Bueno, al galán (Aaron Eckhart) lo he dejado hasta el final.. no lo conocía.. pero hace un rol preciso y sin pasarse en ningún momento del tono exigido por su personaje. Buen galán.

Si, si la volvería a ver y con mucho gusto..

La verdad es que los entresijos de la alta cocina y las relaciones de los personajes están mucho mejor tratados en la meritoria "Ratatouille", donde la ratita hacía una papelón superior al de sus "partenaires" humanos en esta edulcorada comedia sentimental. Aún así, es entretenida, aunque la química entre la pareja protagonista sea nula.

De vez en cuando salen películas de estas de chica-conoce-chico, chica-se-enamora-de-chico, chica-se-enfada-con-chico, y finalmente chica-perdona-chico.
No es que Sin Reservas sea así, pero está cortada por ese patrón de comedia romántica americana que hemos visto 1000 veces desde Pretty Woman.
Catherine Zeta-Jones aborda su papel con un intento de comicidad que se queda en intento, pues actúa con demasiada tristeza. En cambio, Aaron Eckhart, su rival/novio, borda un papel que cae simpático desde la primera aparición. En cuanto a Abigail Breslin... un poco desaprovechada, la verdad. Sólo hay que comparar su trabajo en Pequeña Miss Sunshine.
Pero esto no es una crítica negativa, ni mucho menos. Las tres estrellas están al servicio del producto, y desarrollan sus papeles con corrección. No hablamos de una película de Oscar, pero aún así es pasable. Divertida a ratos.
Para terminar: ¿Verdad que la película podría tener actores intercambiables? En vez de Zeta-Jones, Jennifer Aniston, o en vez de Eckhart, Pierce Brosnan. Lo que decíamos del producto...

Película que narra las peripecias de una chef en uno de los mejores restaurantes de nueva cocina de Nueva York.

Aunque antes de entrar no promete nada nuevo, sabe reinventarse incorporando una linea dramática que aporta mucha ternura al film.

Destacable la actuación de Abigail Breslin como sobrina de Catherine Zeta-Jones.