Tirad sobre el pianista

El punto a destacar de este film primerizo de Truffaut es lo natural que resulta todo, a pesar de lo irreal e incluso absurdo de las situaciones que se presentan. En ocasiones la acción se detiene o se suspende unos instantes para mostrar algún aspecto que carece de importancia pero adorna estéticamente el conjunto, o se producen pequeños saltos temporales (o no tan pequeños) que creo pretenden aligerar la narración, o deliberados agujeros en el guión y sin embargo el conjunto funciona.

Película de culto de ritmo irregular en la que abundan los diálogos afectados, las escenas irrelevantes y cierta sensación permanente de arbitrariedad cinematográfica enmarcada por un guión que no alcanza el nivel de la historia ni la altura musical de su magnífica banda sonora.

Como si optara a lo sincero, parece que bucea en lo íntimo, realiza un ejercicio de introspección y pone frente al espejo las emociones y los sentimientos.
Como si aspirara a lo intelectual, envía su mensaje a modo de renglones que se acaban de escapar de un tratado de sociología.
Pero lo que realidad ofrece F. Truffaut es una parodia del cine negro americano filmada con pulso tembloroso.

Nos encontramos ante la segunda película de Truffaut, que si ya en su primera, "Los 400 golpes", dio al cine una bocanada de aire fresco, con esta provoca un auténtico tornado, no comprendido en su momento, pero que vista ahora no puese dejar de ser tenida en cuenta como una auténtica obra cumbre.

Se trata de una película de cine "negrorománticosocial" que mezcla géneros, cuya historia nos sacude de un lado para otro, que reseña un sinfín de detalles que la enriquecen (y donde Jean Pierre Jeunet ha tomado muy buena nota para su cine), todo ello hecho con atrevimiento, y con alguno de los momentos más grandes de la historia del cine entre sus secuencias (la escena del "desenlace" de Theresa).

El ritmo, aunque bajo en algún momento, es correcto, con un estilo plenamente nouvelle vague, y mucha frescura. La melodía de Deleure está muy bien, y respecto a las interpretaciones, la de Aznavour yo diría que mediocre, pero el resto, especialmente las chicas, bellísimas Marie Dubois y Nicole Berger (trágicamente fallecida unos años después en accidente de tráfico) son memorables.

Una gran película, no tan redonda como "Los 400 golpes", pero si cabe mucho más original y revolucionaria, un clásico.

Si hablamos de una película en la que hay atracadores, prostitución, suicicios, secuestros, muertos, persecuciones..., parece que estamos ante un thriller o película de cine negro. Sin embargo, al pasar por el tamiz de Truffaut, los malos parecen Hernández y Fernández (personajes de Tintin), los atracadores son casi infantiles, incluso las pistolas, que disparan balas de verdad crees que son de juguete.

La película entra dentro del género dramático pero con Truffaut los dramas no se ven igual, les da un "aire personal" que los desconfigura, carecen de seriedad si bien tampoco son comedia.

Como aficionado a este director nunca dejaré de ver cualqueira de sus películas pero ésta evidentemente no es de las mejores.

"Deseaba romper con la narrativa lineal y hacer una película donde todas las escenas me agradasen. Filmé sin ningún otro criterio"

La segunda obra de Truffaut se aleja mucho de su fabulosa ópera prima. "Tirez sur le pianiste" es un filme alocado, irreverente y con mucha influencia de ese cine negro norteamericano de los cuarenta y cincuenta, siendo una especie de homenaje a las películas de serie B, pobladas de perdedores que no dan escapado de su pasado y de matones que no se dan por vencido. El director galo reflexiona sobre diversos temas como la soledad, las relaciones amorosas o el pasado que siempre nos persigue.

Plena noche. Calles oscuras. Un hombre corre por la acera escapando de sus perseguidores. Poco después entra en un bar pidiendo ayuda a su hermano, que trabaja de pianista en un salón de baile parisino de los suburbios. Así comienza esta obra, en la que la vida de este pianista solitario será el elemento central del filme.

Charlie es un virtuoso del piano, refugiándose en el anonimato después de un pasado traumático. Nuestro protagonista es un individuo tímido, con miedo a relacionarse con los demás, que solo tiene sentimientos cuando se sienta a tocar su música. Charles Azvanour dota al protagonista de un aura de marginado melancólico, para el que no existe camino posible para la redención. La llegada de su hermano vuelve a poner en peligro su monótona vida. En su camino se interpondrá el celoso dueño del local y una pareja de gánsteres que dan más gracia que miedo, rompiendo el director francés con los clichés típicos del cine policíaco.

En la obra también gozan de protagonismo tres mujeres completamente diferentes. Por un lado tenemos a Thérésa, antigua pareja del protagonista, mostrándose cínica, perversa y dispuesta a todo con tal de conseguir una cómoda situación. Clarisse es una prostituta muy decidida y firme, que vive en el apartamento contiguo al de Charlie y aprovecha para cuidar del hermano del músico. Por último tenemos a Léna, la heroína de la historia, bondadosa y decidida a arriesgar todo para ayudar al pianista.

Truffaut se mueve entre diversos géneros, mezclando un poco de todo, quedándose a medio camino entre el melodrama y el cine policíaco. La fotografía tiene un toque expresionista, con planos oscuros y cerrados, propios de las películas de terror del expresionismo alemán y del cine negro norteamericano de décadas posteriores. El rodaje tiene lugar en las calles, lo que impregna a la obra de una atmósfera cruda y realista.

Una obra muy singular, y como ya avisara Truffaut tras su estreno, una película para cinéfilos. Porque seamos sinceros: ¿Le recomendaríais "Tirez sur le pianiste" a vuestros amigos?