El señor de las bestias

¿Por qué es interesante?
Porque es una película de Don Coscarelli, artesano y director de culto del cine clase B.
Porque está co-protagonizada por Tanya Roberts y está particularmente bella.
Porque es una de las tantas películas clones de "Conan".
Entre otras cosas.
Si te gustan las fantasías épicas, la mezcla de película de aventuras con fantástico, historias de caballería tipo "Camelot", pero que incluya elementos de magia y hechicería, tampoco es que haya tantos exponentes y, además, los mejores son de la década del ochenta, a la que esta película pertenece.
Por todo eso, vale la pena y resulta interesante.
Por lo demás, es una película que, por la trama sencilla que tiene, debería haber durado una hora y veinte minutos, estirándola. Lamentablemente, dura dos horas. Se hace realmente interminable y cuesta muchísimo terminar de verla, muchas escenas de acción están estiradas hasta el absurdo y hay nudos argumentales que se repiten, sencillamente por falta de recursos y de ideas.
Claramente es una película de ocasión, pensada para facturar y explotar el interés que el género suscitaba en la época, pero sólo tiene valor como subproducto explotation, para los rastreadores de bizarreadas, ideal, pero poco más que eso.
Un detalle bastante curioso es que, por el devenir de los personajes y de la trama, debería ser una película para público infantil, pero incluye escenas de desnudos femeninos frontales, algo bastante llamativo. Quizás un guiño cómplice de Coscarelli para su público.
Por cierto, que más que "amigo de las bestias", en realidad es amigo de una pantera negra, un halcón y dos hurones. Extrañísima selección animalesca. Por momentos es divertida sin intención.
Una rareza para cinéfilos.
Nada más.
Nada menos.

En el mismo año se estrenaron dos películas de bárbaros, una con menos acierto que la otra, en concreto ésta.
La obra de Swcharzenneger es tan humilde en su visión, como efectista y violenta.
La de Singer, es tan naïf como igualmente humilde, y por tanto, limitada.

Partamos de la base que la idea me parece excelente. Un bárbaro en una encrucijada, que tiene la cualidad de la empatía animal, con un pasado de campesino,... Se le puede sacar mucho partido a este personaje, pero de otra forma.
Pero de todo ese partido, la cinta saca el mínimo. Todo queda muy forzado en esta producción donde el malo no es que sea muy temible, sus secuaces son más graciosos que otra cosa, y hasta los héroes son bastante torpes.

Un remake podría ser lo mejor para los amantes de esta cinta que marcó las aventuras de una generación, ya sin Marc Singer (a menos que fuera a modo de cameo), con presupuesto y con alguien que trabaje mucho más a fondo el tema de la empatía animal.

Ps. A favor del encargado de la producción, hay que decir que Marc Singer y Tanya Roberts estaban en su mejor época física y son todo un espectáculo (bastante más, en este caso, que Arnold y los suyos, demasiado hinchados).

Una entrañable película que espero que en un futuro no muy lejano hagan un remake con más presupuesto ( pero nada parecido a la nueva de Conan por Dioxxx).
Una obra para toda la familia del género de espada y brujería con la peculiaridad de que el protagonista maneja a las bestias.
Entretiene lo bastante como para verla un domingo por la tarde en familia.

Si bien cuando la alquilamos en Beta (sí, soy viejo), me pareció buena, comparable al mismísimo Conan.
Pero, el otro día la volví a ver y me dolieron los ojos. Mala interpretación (al niño lo mataba yo mismo), de Marc Singer el de V y la chica que aunque estaba de muy buen ver pero hay maniquíes que actúan mejor.
Lo mejor de la película los hurones, me siguen gustando.

Si te gustó no vuelvas a verla.
Si no la has visto y tienes más de 18 años... ¡tú mismo!
Si tienes menos de 12, imprescindible.

Revisionando pelis de mi juventud he llegado a esta "El Señor de las Bestias", producción del hoy director de culto Don Coscarelli (ya sabeis, el de "Phantasm"), surgida aprovechando la estela dejada por la efectiva "Conan el Bárbaro" de John Milius.

El guión, del mismo Don Coscarelli, se inspira, entre otras fuentes, en la mitología hebrea y griega, por aquello del hijo del rey intentado asesinar por un usurpador, que milagrosamente sobrevive criado en una familia adoptiva sin saber quién es en realidad, hasta que en su mayoría de edad se le revela su destino, da muerte al usurpador y cumple la profecía. Todo esto recuerda mucho, por ejemplo, al "Edipo Rey" de Sófocles.

El villano de la peli tiene un mal hábito, como es el de sacrificar niños a su dios (esto ya lo hacían en la antigua Cartago, cuando sacrificaban bebes a Moloch, según los historiadores romanos), pero pagará cara su felonía a manos de un Marc Singer en un excepcional estado de forma.

En definitiva, mediocre peliculilla que, sin embargo, no es de lo peor que se puede ver en el género de Espada y Brujeria. A los que gusten de la autoflagelación me permito recomendar "Yor, el cazador que vino del futuro" (Antonio Margheriti, 1983).