Treme (Serie de TV)

Aterricé en 'Treme' casi de casualidad, sin tener demasiado claro que me encontraría a pesar de que los sellos de la HBO y de David Simon avalasen la calidad de el producto. Al principio 'Treme' no me llamaba la atención (el tema de la música en las series no me gusta nada), pero al quedarme huérfana con The Wire decidí darle una oportunidad a esta nueva joya de Simon por la que ha apostado la HBO.

El primer capítulo no me acabó de convencer, sería porque me esperaba otra cosa diferente, pero aun así le di otra oportunidad y antes de que me diese cuenta la serie me cautivó. El que la música no sea un complemento sino la propia serie en si fue una revelación, lo mismo que el tema de que se centrase en el post-Katrina. 'Treme' es una serie que no creo sea para todo el mundo, es para los que desean pasar una hora frente a la pantalla disfrutando de historias, de personajes y sobretodo de música.

El reparto que ha juntado la serie también ayuda a encariñarte con la serie, porque a pesar de sus cosas malas te muestran muchas buenas. Mi queridos Clarke Peters y Wendell Pierce, Freamon y Bunk en The Wire, ahora Albert y Batiste, la siempre enorme Melissa Leo, el simpático Steve Zahn o la antigua forense de csi Miami, Khandi Alexander, entre muchos otros. Todos ellos consiguen que por una hora pueda disfrutar de la cultura de Nueva Orleans, que sienta un poco la desazón que debieron sentir los damnificados del Katrina, pero sobretodo que viva 'Treme' a través de su música.

Gracias a Simon y a la HBO por haber creado esta joya de la que disfruto con cada capítulo que veo.

Buena música y una historia coral interesante en el Nueva Orleans posterior al Katrina es más de lo que me atrevo a pedir a una serie americana.
Pero es que David Simon, su creador junto con Eric Overmyer, no acostumbra a darnos caramelos fáciles.
La serie se mueve por sus personajes, contando historias que podrían ser fácilmente reales, reflejando el esfuerzo de los habitantes por reconstruir sus hogares y retomar sus vidas, todo envuelto en la gran musicalidad del jazz y del blues... Pareciera que ése es el único alimento que necesitan, la música, para salir de todos su problemas. Inolvidable.

No hay que ver muchas series para darse cuenta de que la HBO es otro mundo en la televisión. Se apuesta por producciones de calidad gracias a su condición de cadena por cable, algo que en la pública es realmente complicado. Ahora bien, dentro de ese mundo creado por la misma, si hay una figura digna de ser destacada es la de David Simon. El mismo que nos regaló una de las mejores (si no la mejor) series de la historia con "The wire", se propuso en 2010 llevarnos al barrio de Tremé con 36 episodios de sobra absorbentes.

Nueva Orleans, 2005, tres meses después del huracán Katrina. El huracán que prácticamente borró la ciudad estadounidense del mapa. Así comienzan los primeros pasos de esta serie. Como ya nos demostró con su obra maestra, Simon es capaz como nadie de llevarnos a un realismo en sus guiones. Historias de personas reales en una situación fuera de lo común. Porque partimos de una base dada por el mismo creador en varias ocasiones: "que se joda el espectador medio". No encontraremos historias de amor donde todos son pajaritos, héroes luchando contra el mal o policías resolviendo crímenes a diario. No, aquí estamos viendo a gente con sus problemas reales tales como los que podríamos tener cualquiera de nosotros. Por lo que no todo el mundo estará dispuesto a dejarse llevar por esta odisea, pero no por ello se ha cambiado el diseño previsto para realizarla como estaba prevista, porque esta es una de las razones de que sea tan grande como es.

Una ciudad con mucha cultura que ofrecer. Ese es el mensaje clave. No importa que un huracán les devastase a causa de una corrupción que les tenía desprotegidos, que el crimen aceche en cada esquina, que el gobierno no apoye la situación para los más desfavorecidos, que los seguros busquen cualquier alcantarilla para esconderse ante tantas casas destrozadas; nada de esto importa si los habitantes están convencidos de sí mismos. Cada nota tocada en cada instrumento es el verdadero ladrillo que construye la ciudad, cada bar demuestra la pasión por la que debían prevalecer. Episodio a episodio van transmitiéndonos esa realidad. Desde el carnaval de Mardi Gras hasta sus marchas funerarias. La música es el pan de cada día del que nadie se cansaría. Una tradición que te traslada a sus calles y te hacen desear haber nacido allí a pesar de todo.

Simon repite en su crítica social como ya había hecho antes. Ni los buenos son tan buenos ni los malos son tan malos, el bien y el mal está en todas las clases de la sociedad. Tenemos desde el principio una visión pesimista en cuanto a los altos cargos se refiere, pasando por los diques mal construidos que provocaron la catástrofe en la primera temporada y llegando a los encubrimientos policiales ante los actos de abuso cuatro años después en la última. No importa el tiempo que pase, lo negativo (al igual que lo positivo) va a prevalecer por mucho que se luche por erradicarlo.

Treme es una de esas series que se merece ser recordada sin importar el paso de los años. "It's not TV, it's HBO" ese es el lema con el que se han fundamentado desde "Oz", pero con este magistral equipo subimos un escalón más. Porque si hay algo que saben conseguir magistralmente es hacer que cualquier producto televisivo a su lado parezca, cuanto menos, superficial. Habrá gente que diga que es aburrida y lenta, pero también hay gente que lo dice de "Los Soprano". Cualquiera que no la haya visto debería ponerse a su servicio, porque si menos es más, aquí el "más" nos lleva de nuevo a rozar la perfección.


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"Treme" es una de esas series que te van ganando el corazón poco a poco, sin darte cuenta, de una manera silenciosa y cuando te quieres enterar ya estás completamente entregada a ella y a sus personajes, y a su historia, y a su música, en fin, a toda ella.

Cuatro maravillosas temporadas en las que se va viendo la evolución que va sufriendo no sólo la bella ciudad de Nueva Orleans después del Katrina sino cada uno de los personajes que forman su día a día, a los que vamos conociendo a medida que van pasando los maravillosos capítulos de la serie.

Al principio no creí que fuera a seguirla hasta el final, no soy conocedora del Sur de los Estados Unidos, no tenía ni idea de la idiosincrasia de esta ciudad, de sus tradiciones, de sus dialectos, de sus comidas, de su manera de vivir, donde ese enorme río llamado Mississippi es uno más en la familia, pero ya os digo que he quedado entregada a ella y me he llevado todo el día con su tema de los créditos iniciales en la boca, tarareando hasta marearme.

He descubierto gracias a esta serie a unos maravillosos Wendell Pierce y Clarke Peters, mis favoritos de entre todos los interesantes personajes que pululan por aquí. Alabo la labor de Steve Zahn, al que siempre me encontraba como el gracioso de turno y que aquí tiene quizás un personaje exasperante al que dar vida pero hay que reconocerle al actor que lo logra de maravilla. Descubro a la más que interesante Khandi Alexander y alucino con Melissa Leo. El gigante David Morse también tiene un jugoso papel que no desperdicia y los atractivos Michiel Huisman Y Lucia Micarellii están más que correctos. Vuelvo a reencontrarme con una siempre solvente Kim Dickens y también disfruto de las actuaciones de Rob Brown y Jon Seda.

Estoy loca por viajar a Nueva Orleans, pro em paparme de su Mardi Gras, de sus desfiles y lanzamientos de collares, de sus enfrentamientos entre clanes de jefes indios con sus maravillosos disfraces emplumados hechos a mano, de disfrutar de su música en directo, de su comida, de toda ella. Todo un gustazo.
Un saludo,
Tess

Pues esto es cine. Y música. Y televisión. Y Simon.
Desde la intro, desde esa segunda línea a ritmo de jazz, blues y otros, hasta el último segundo. Tremé te mantiene con al menos un pie en movimiento durante todos sus capítulos.
Te hace amar la música más que nunca, descubrir el jazz si no era lo tuyo, desear un equipo de sonido más grande, que tus vecinos toquen el trombón.

Asumo que esta gente de la HBO me tiene en el bote, lo reconozco. Siempre consiguen hacerme dudar sobre qué es lo mejor que han hecho hasta ahora. Y vuelven a hacerlo.

No, no es tan densa ni tiene las pretensiones de "The wire", pero es que tampoco lo necesita. Los argumentos de Tremé suenan por ellos mismos. La lucha de las gentes de N.Orleans por reconstruir la que fue su ciudad y una inevitable crítica política contra la administración Bush por su gestión tras el desastre del Katrina. Todo con la música como hilo conductor.

Y si no le gusta a usted el jazz, ni la música es directo, no se preocupe. La actuacción de Melissa Leo en todos y cada uno de los capítulos amortiza de sobra el visionado de esta obra de arte.

"...just me and my baby, we're all going crazy, while jamming and having fun..."