Los fantasmas atacan al jefe

Tras muchos años, creo que hasta décadas sin revisionarla, recupero esta joyita, versión satírica e irónica del clásico de Dickens “Cuento de Navidad”. Y es que a diferencia de la sobriedad y clasicismo en las formas de tratar esta obra en anteriores revisiones (véase por ejemplo la también genial interpretación de Michael Caine) o más recientes (Cuento de Navidad de Robert Zemeckis), esta es la versión políticamente incorrecta del clásico. Con un Bill Murray en su época dorada (Los Cazafantasmas, Atrapado en el Tiempo) la película alcanza altas cotas de sutil humor faltón. Una comedia gamberra sobre un clásico de clásicos. Scrooged es para un servidor, junto a Gremlins o Los Goonies (del mismo director por cierto), una de esas “terroríficas comedias” bizarras ochenteras para ver una y otra vez. Algo que a día de hoy, en cine de este tipo, sigue resultando fresco y estimulante. Un buen ejemplo de cómo adaptar un clásico y hacerlo diferente y cuya parte de culpa la tiene uno de sus guionistas, Mitch Glazer, entre cuyos trabajos, está la genial e infravalorada Magic City (serie). Vivan los 80!!

Muchos hemos visto varias adaptaciones del famoso Cuento de Navidad, pero una amplia generación conoció la primera con esta película. Protagonizada por un Bill Murray en aquella época en plena efervescencia por el éxito de Cazafantasmas, nos ofrece el típico jefe egoísta y obsesionado con el trabajo y que se despreocupa de las vidas y dignidad de sus empleados. Incluso de la suya propia.

En su desarrollo se da tiempo para definir el estilo de vida y pinceladas sobre el pasado del protagonista. Pero también se cuida muy bien el maquillaje y puesta en escena de los fantasmas. Y todo ello sin necesidad de abusar de efectos especiales, con mucho humor y con un trasfondo que va más allá del contexto navideño. Nos invita a ser algo más humildes y mirar más a quien tenemos a nuestro lado.

Qué cierto es que el momento de tu vida en el que se descubre una película puede marcar para siempre el sentimiento que tenemos hacia ella. Siempre ha pasado, películas que cualquiera podría tildar de horrorosas para nosotros pueden ser las más especiales de nuestras vidas sólo por el mero hecho de haberlas disfrutado en un momento especial de la misma y eso ocurre también con esta película, como muy bien explican aquí tantos usuarios.
Yo no había visto esta película antes, la he descubierto por casualidad curioseando un poco en la trayectoria del director Richard Donner y, casualidades de la vida, ha sido ahora en Navidad cuando me he decidido a verla.
Definitivamente, "Los fantasmas atacan al jefe", (horrible título el que decidieron darle en español, por cierto), es una de esas películas de Navidad para ver en estas fechas del año porque toda ella gira en torno a estas fechas tan señaladas.
Me suele gustar el cine de Donner y me suele gustar su protagonista, Bill Murray, como actor, pero la película no me ha llegado como esperaba. Parece ser que director y actor no disfrutaron mucho trabajando juntos aquí, que la productora metió mucha presión para que se rodara rápidamente, que el ritmo de trabajo era frenético, que Bill Murray iba por libre, improvisando gran parte de sus secuencias y frases, cargando todo el peso de la película en sus hombros, según él. El actor no había protagonizado una película desde su gran éxito con "Cazafantasmas" en el año 1984 y estaba retirado en Paris pensando seriamente en dejar la actuación. Afortunadamente, no llegó a hacerlo. Y esa presión que se vivía en el set de rodaje, esa tensión y ese ritmo frenético del que hablaba antes se hizo notar en el resultado final del film. Las secuencias están cortadas sin pausa como si fuera un gag divertido o un chiste detrás de otro, es cansina, es fatigable y llega a cansar, por lo menos es el sentimiento que me dejó mientras la veía, aunque también tengo que decir que he llorado de la risa en ciertos momentos, sobre todo cuando Bill Murray comparte pantalla con la gran Carol Kane y su personaje del fantasma de la Navidad presente. Para mí lo mejor de la película con diferencia.
Junto a Carol Kane y el magnífico aquí Bill Murray tenemos a la dulce Karen Allen, muy correcta, al desaparecido John Forsythe como difunto jefe de Murray, también de los mejores momentos de la película, y a la siempre correcta Alfre Woodard.
En definitiva, una película pasable de Richard Donner, muy lejos de sus mejores trabajos en la saga de "Arma Letal".
Un saludo y feliz año 2020,
Tess
"Esto es lo bueno del arrepentimiento. Nunca es demasiado tarde. Siempre puedes cambiar el mañana si quieres".

Tras el mega exito de Cazafantasmas Bill Murray se vio sobrepasado por la fama obtenida por su actuación como el doctor Peter Veckman por lo que Murray, poco dado a los focos y el famoseo Hollywoodiense se tomo un largo respiro de cuatro años yendose a vivir a París lejos de Hollywood.

Pero el director Richard Donner logró sacarle de su retiro para su nueva revisión del clásico de Dickens, cuento de Navidad y el resultado no pudo ser mas satisfactorio.

Los fantasmas del pasado y el presente son inmejorables especialmente David Johansen ofreciendo un actuación sobresaliente, este actor podría haber encarnado al Joker sin ningún problema, y una divertida y entrañable Carol Kane como el Fantasma del presente con una desternillante relación sado msoquista con Frank .

El resto de secundarios rebosa un carisma increíble destacando Robert Francis como el pobre y desdichado Elliot el divertido trepa Brice Cummings encarnado por John Glover y un veterano Robert Mitchum.

Murray logra dar el suficiente carisma y humor al en principio ávaro, gañán y cascarrabias de Frank Cross como para sostener el film a sus espaldas rodado con un gran nervio por Richard Donner que dota a la historia de momentos tanto tiernos y dulces como sombríos y perturbadores logrando una mezcla muy lograda de entretenimiento juvenil- adulto.


Muy Recomendable.

Intento, no del todo acertado, de revivir el famoso 'Cuento de Navidad' de Dickens, adaptado a la era de los negocios y los ejecutivos sin corazón. Y Bill Murray fue el elegido, un Scrooged ideal en el tono exigido: déspota, irónico y sin piedad.
Después de bastantes cosas prestas a la gracia y hasta el absurdo, como ese arranque original en forma de anuncio publicitario de la cadena, con Lee Majors, ametralladora en mano, haciendo de sí mismo para ayudar a un aguerrido Papá Noel, la enseñanza al estilo moraleja que destila la novela original acaba siendo lo menos creíble, o cuanto menos, lo que no se disfruta de la misma forma, con demasiadas ínfulas de moralina navideña, terminando por eliminar cualquier momento que hubiera o hubiese tan sonrojante como divertido hasta la llegada del cambio de actitud para su personaje principal.
Por razones de poca consideración ética a Murray lo prefiero ejerciendo de sátrapa imperdonable, con sus frases cortas y mala baba, que rematando con un discurso edulcorado hecho a medida de la Navidad y su buen espíritu, producto del cambio al que Dickens 'post mortem' le obliga a hacer. Cuestión de gracia, que no de falta de sensibilidad. De todos modos, la alternativa a ser esa persona que odia todo y a todos cuantos le rodean en el contexto expuesto, no deja de ser probablemente la mejor (y no solo hace 30 años). Algo parecido e igual de claro, pero a la inversa, me conduce a pensar que lo mejor de Donner no pasa por esta versión moderna de todo un clásico.