El muñeco de nieve

Hace tiempo que tengo la sensación de que el cine norteamericano se ha cansado de los thrillers policíacos y deja ese género en manos de series de ocho o diez episodios que, a hora por episodio, por lo general, terminan resultando películas de ocho o diez horas. El tema de que para mí, una serie tiene que tener episodios con un principio y un final claros y una trama común que hilvane los episodios, es extenso, polémico y está aquí fuera de lugar, así que, a lo que voy, es que parece que las películas de policías resolviendo crímenes o deteniendo zumbados que asesinan en serie ha quedado en manos del cine nórdico que lleva un tiempo realizando adaptaciones de sus prolíficos novelistas que han alumbrado personajes icónicos dentro de ese mundo.

A mi modo de ver se les da bastante bien. La saga del Departamento Q está dando mucho juego y este “El muñeco de nieve” es una inspirada película que recorre los lugares comunes del género con la fría precisión de quien sabe que tiene entre manos una historia sórdida y trepidante que da para una buena película a poco que simplemente se la traduzca al lenguaje del cine con el mayor rigor posible. La gélida Noruega y sus espectaculares paisajes helados aportan un marco geográfico incomparable por lo inhóspito de un entorno que, llegado el caso, puede ser un arma en sí mismo dada su letal hostilidad a la vida humana. También su reparto parece haber sido escogido entre actores con un punto de oscuridad, de doblez, de que cualquier de ellos puede salir con una sorpresa en cualquier momento.

“El muñeco de nieve” se enfrenta a la dificultad de tener que contar su historia a la vez que presenta a sus personajes desde cero y supera el desafío sin problemas. La película no se deja nada de lo necesario para definir a los protagonistas, la historia y el contexto en el que tiene lugar y es accesible tanto para un seguidor de las novelas de Jo Nesbo como para alguien que sólo lee el Marca, tanto para un nativo escandinavo como para un nacido en Parla. Se le puede achacar algo de frialdad, una evolución algo mecánica de los acontecimientos, unas transiciones algo rígidas entre las diferentes tramas, pero no se puede negar competencia y profesionalidad a la hora de usar recursos técnicos para contar una historia. Una historia donde la investigación se desarrolla con naturalidad, con los aciertos, errores, improvisaciones e intuiciones que cabría esperar en la realidad, pero sin renunciar a los esperables giros y sorpresas del género.

La he visto un par de veces y me sigue generando tensión e inquietud. Aunque Hollywood se haya pasado a otras cosas, el género puede estar tranquilo.

Para no destriparla, diré simplemente que la historia que se nos narra, tal como se nos narra, es exagerada, inverosímil y llena de tópicos, con algún personaje que cuando conviene al guión, parece tener poderes sobrenaturales. Puede que esto haya afectado a los actores, que dan la sensación de estar cumpliendo sin más, y canta especialmente en ciertos momentos tensos, peligrosos o atemorizantes, en que la reacción del personaje afectado es inadecuada, cuando no absurda; y desde luego afecta al espectador (o sea yo), que termina por no tomarse en serio lo que sucede, y observa con indiferencia situaciones que se suponen muy dramáticas. En cuanto al director, principal culpable de todo, me gustó su película "El Topo", pero esta le ha debido pillar cansado.
El mayor placer lo proporcionan los bellos y espectaculares paisajes de la Noruega invernal. Eso y la atractiva presencia de Fassbender, hacen que la película no sea una bobada insoportable y se quede solo en bobada.

Puede que por fuera sí, pero por dentro rebosa mierda. Seamos sinceros, en caso de que el título pretendiera reflejar de la manera más ilustrativa posible lo que aparece en la película, 'El muñeco de mierda' sería la elección más adecuada.

El siguiente planteamiento ratifica más aún mi ferviente convicción de la inutilidad de esta película. ¿Por qué muchos hemos decidido ir a ver esta película? Porque nos fascino el trailer. Si damos por sentado de que hay que tener talento para realizar un buen trailer, esto es, resaltar el atractivo de una película haciendo que al espectador le resulte sugerente, estamos de acuerdo que para hacerlo de una película tan espantosamente aburrida y mala, la habilidad que se requiere para conseguir llenar una sala en la que se proyecta, es significativamente mayor. Mi pregunta sirve a la vez de conclusión: ¿y si se hubiera invertido la mitad de talento que se empleó en hacer ese trailer tan trepidante e inquietante en hacer esta película? Vale, a lo mejor el trailer sea de 10, pero que a la película al menos se la pueda poner un 5 y no salir tan asqueado después de haberlo pasado muy mal durante los interminables 125 minutos que dura?

¿Qué me esperaba yo, diréis? Pues no sé, pero la fría atmósfera con paisaje nevado con asesino en serie de por medio ha traído interesantes películas desde cualquier ángulo que se mire. Si buscamos un desmadre de masacre que beba del planteamientos de 'Diez negritos' tenemos la inefable 'D-Tox' de Stallone, que a pesar de estar tan desprestigiada en la escala de su campo puntúa alto, máxime si la comparamos con truños como estos que salen hoy en día. Si pedimos una recreación de una investigación más minuciosa está 'Caza al asesino' de Cusack y Cage, que aún apenas llegando a ser pasable y en ocasiones, sosa, es mil veces más fascinante que la que nos atañe. Si queremos palabras mayores 'El juramento' con Nicholson es un sólido ejemplo de buen cine, sobre todo en ese arranque tan sombrío y contenido, ejemplo de como crear pulso, nervio y tensión con apenas nada. Hasta la desapercibida 'Terror en la Antártida' con la Beckinsale de por medio es mucho mejor ejemplo. Siendo francos, me esperaba una ganga, que vendría a ser una especie de mezcla de las tres primeras. Los huevos. Esta película es idéntica a esas pedestres sagas de inspectores salida en cantidades industriales de las incansables cadenas de montaje situadas allá por el norte de Europa, hablo de esas Suecia, Alemania y Noruega. Programas esta película a medianoche, estando esta aún en cines, y ya verás como apagas la tele con el mismo semblante estreñido, preguntándote en lo que te vas a dormir si algún día se hartarán de emitir mierda y tendrán la decencia de dar algo más decente en las noches que tienes ganas de ver una película por la tele, igual que lo haces cuando te topas con 'Inspectora Heller', uno de los tratamientos paliativos más eficaces jamás confeccionados. Mientras tanto te revuelcas con gestos de sopor y cansancio en el cine, dándote cuenta de que la cosa es bastante más triste que recibir el sempiterno gato por liebre, pues eres plenamente consciente de que esta mierda te la han metido bien untada pero que a J. K. Simmons se le sigue adorando por ser esa fuerza de tornado nº 5 que es en 'Whiplash', capaz de despertar a los muertos, de subirte al Olimpo con un simple ademán o de desterrarte para siempre al averno de la miseria y la vergüenza más temidas.

Bien rodada, los actores de reparto bien en general (la chica poli, lo mejor de la peli), fotografía buena, el guión, con lagunitas, pero aseado, de ritmo ni fu ni fa, soportable, echas un ratito. en general, buena factura industrial. Lo peor, Fasbi, que más que nada perece pasmao toda la peli, aunque este actor está más sobrevalorado que un periodista millonario antisistema, y un final donde el director acaba por rendir la plaza sin acabar de enterarse contra quien ha defendido su prestigio..., pues ante el monstruo Fasbi, caramba, quien si no. Lo dicho, no para masterchef, pero vuelta y vuelta, sal, limón y para dentro dos horitas menos de ver Salvame de luxe en casa de tus suegros.

El director Tomas Alfredson que nos sorprendía con una más que notable película “Déjame entrar” allá por el año 2008 , prosiguiéndo con otra buena película como seria “el topo” 2011, nos sorprende en este caso y no para bien con lo que podría ser su peor película hasta la fecha.
Producto palomitero ,hueco en su interior ,con gran reparto y malas actuaciones , un montaje echo deprisa y corriendo y nunca revisado porque de ser así sería imposible explicarse el desastre monumental de esta película.
Larga y tediosa, fallida desde prácticamente después de la escena del título hasta su desastroso final, más de rrisa que de cualquier otra cosa.
Por decir algo positivo se salva los paises de Oslo y algo de la dirección artística que sin ser una maravilla no hacen daño a la visión del espectador.