Amor

Con la tónica característica Michael Haneke –directa, real y sin concesiones–, vuelve a crear gran expectación por esta nueva entrega, Amor, la cual se basa en la decadencia del ser humano dada por el transcurrir del tiempo y estimulada en primera instancia por la enfermedad, la lástima, la desmoralización y el abandono implícito de los rebosantes.

A Haneke le funciona la exposición fría y descarnada de hechos de vida, no se permite deambular por la sensiblería y nos conduce a desenlaces explícitos acordes con su propuesta, repleta de coherencia y un estilo que marca pauta.

La autenticidad de "Amor" se reafirma por tres escenarios mayoritariamente, donde lo habitual comienza a ser suplicio y no da pauta para evadir lo atroz de la discapacidad en sentido general.

El trabajo interpretativo de Emmanuelle Riva es formidable, se apega de lleno a los requerimientos de Haneke, lo cual considero imposibilita el vínculo emocional para solo limitarnos a visionar el drama.

No me transmite, para sentir, ¿vivirlo?

El amor verdadero puesto a prueba, ante el dolor, la desesperanza, la continua desilución y la paciencia. ¿Qué puede llegar a hacer un ser humano por otro al que ama con toda su fuerza? Había una canción que decía que hay amores que matan. Yo nunca lo creí así, creo que el auténtico amor rema contigo hasta la desembocadura de ese río tortuoso que es la vida en la inmensidad del mar de la muerte. Durante el metraje, vemos que la protagonista, una mujer extraordinaria y con un corazón inmenso de amor, comienza un lento pero irreversible proceso de deterioro, que conforme pasa el tiempo se acelera progresivamente. Es lo que vemos, pero intuyes que debe ocurrir un fenómeno extraordinario o fuera de la rutina de ese marido que por su amada da hasta el último aliento. Y ese qué pasará es lo que te mantiene en vilo. Haste que pasa, y pasa a mi juicio de un modo muy estereotipizado con los tiempos actualeles, muy burdo, creo que hasta grosero. Un final alternativo no hubiese desmerecido la intensidad dramática de la película, y creo que le hubiese hacho aún más tierna, más humana, más hermosa. Paso al spoiler para aclarar esto.
Quiero destacar que me parece preciosa una historia de amor entre dos personas que se acercan al final de sus vidas, de un amor que se mantiene a pesar de las trabas del tiempo, de la rutina y de la pérdida de belleza; en lugar de ser la típica película de jovencitos guapos, pertenecientes a esferas económicas distintas en un mundo de clases sociales tan acentuadas.

Ante todo un cordial saludo de paz para todos.

Ayer vi la película franco alemana “Amor” (2012) del director Michael Haneke.
Si alguien quiere saber cómo se vive sin Dios y cómo se termina la vida sin Dios, véala.
En mi opinión, Dios no está en Europa.
Esta película debería ser vista con un foro organizado para después de la misma por todas las pastorales familiares del mundo.

Dios se apiade de Europa
Elías

Hacía tiempo que quería ver la última y tan esperada propuesta de Haneke, buscaba sobre todo un día donde me sintiese fuerte emocionalmente para disfrutar y sufrir con una propuesta así, sin duda, no ha sido fácil.

Haneke nos vuelve a dar una bofetada o mejor dicho, una lección de vida. La vejez será el tema a tratar en esta obra maestra.

Como era de esperar, es Haneke, sus obsesiones y sus técnicas, sabe mantenerte en tensión, disfrutar del buen cine y hacerte sufrir como ningún director consigue hacerlo.

Cada película de Haneke te lleva al extremo de tus emociones y así es Amor, una visión del amor de dos personas en el estado extremo al que te lleva la vida, dos personas se van haciendo mayores, han vivido una vida plena y ya han cumplido los ochenta y aquí se sabe que se acerca al final de sus vida.

Lo peor es cuanto la vida te hace sufrir y te marca con una enfermedad que te va destrozando el cuerpo mientras tu cabeza está en orden.
Así es esta historia dirigida con maestría, genialidad y sutileza.

Haneke escribe y dirige con genialidad y el resultado es una obra maestra, solamente los que tengan una especial sensibilidad, apreciaran esta reflexión sobre la vida y la vejez.

Sin rozar en absoluto el romanticismo, lo barato o incluso lo fácil, Haneke lleva al extremo a esta pareja de actores ya al final de sus carreras, actores que demuestran una maestría sin igual, perfectos. No se si admirar más sus actuaciones o su tremendo realismo.

Hay momentos en los que no estoy viendo la película, la veo y vienen a mi cabeza escenas que ya he vivido en mi vida, esta película son escenas que ya hemos visto de alguna manera en nuestras vidas, por desgracia, la vida es como la retrata Haneke.

Excelente guión, dirección, actuaciones y demás, es una obra redonda, una película perfecta, nos guste o no, es así.

No se que más me ha gustado, por suerte no me ha producido angustia, me ha hecho reflexionar mucho y como era de esperar he estado toda la noche soñando sobre la película.
Es triste y horrible, deprimente y a la vez real.
Recuerdo que una persona me decía una vez, no te creas lo que ves en las películas ya que detrás hay una cámara grabándolo todo.
Por desgracia esto funciona para esta película pues aunque sea cierto en teoría, la verdad es que todo lo que se muestra son retratos realistas de la vejez de una persona que cae enferma.

La obra de Haneke es muy variada, siempre rueda cosas que cualquier otro director no se atreve a hacer, quizás por la libertad de ser independiente y no tener ataduras de una productora potente. Su cine no gusta a todo el mundo porque suele ser duro, sin concesiones y siempre pequeñas películas sin fuegos de artificio.
En este caso se atreve con un tema delicado, el Alzheimer y la repercusión en la vida familiar y personal, pero lo hace de forma minuciosa, sin hacer una película lacrimógena y cuidando al máximo todos sus detalles. Poco a poco nos introduce detalles, sin necesidad de contarnos explícitamente las cosas, pero aunque en la parte final se produce un giro sorprendente, este ha sido calculado minuciosamente en ese magnífico guión, que no deja ninguna cosa suelta, solo muchas cosas para reflexionar.
La fotografía es impresionante, conocemos la casa desde todos los ángulos, nos encontramos con los momentos en que dos personas están sentadas hablando y opta por mostrarnos la imagen desde dos puntos de vista diferentes:
- Cuando es algo importante vemos a la persona que habla de cerca y a la otra de espaldas o perfil.
- Cuando nos muestra una conversación menos importante, vemos a los personajes desde más lejos, viendo al que habla y al que escucha, de forma distante como indicándonos que eso va a tener menos importancia para alguno de los personajes.
El maquillaje está muy bien, vemos el proceso de envejecimiento de los dos protagonistas, pasando desapercibida que su aspecto ha sido retocado.
Tanto la dirección como las actuaciones son muy buenas, podemos ver a Emmanuelle Riva y Jean-Louis Trintignant actuar como si realmente tuvieran esos problemas, que realmente no los tienen en su vida personal y se meten totalmente en ese papel tan complicado sin necesidad de hacer una actuación exagerada, sino de forma natural. Además cuenta con Huppert, en un papel muy secundario, pero que expresa mucho sus pensamientos en esas conversaciones con su padre.
La única cosa negativa es que la película cuenta con ausencia casi total de música, reconociendo que los momentos en donde está tiene lógica con el argumento de la película.
Entiendo que en este tipo de películas es complicado conseguir el tono adecuado para la música, siempre es mejor quedarse corto que pasarse y estropear lo que vemos con sonidos exagerados.
Nada más que opinar sobre esta verdadera obra maestra, sensible, pero al mismo tiempo dura, que mantiene unos tiempos adecuados para contarnos esa historia, todo debido a un buen guión y montaje.
La película nos cuenta el amor que sienten dos personas que llevan toda la vida junta, no saben vivir uno sin el otro y vemos como Trintignant promete a Emmanuelle una serie de cosas que está moralmente obligado a cumplirlas, cree en ellas y se enfrenta con todo esto a su hija y todo el mundo que se oponga en este camino.