La matanza de Texas: La nueva generación

Tras el bajonazo que me dio viendo "La matanza de Texas 3" (Jeff Burr, 1990), retomo la franquicia de Leatherface y familia, en su vereda saga original, y lo hago con una película que, a partir de hoy, pienso defender: "La matanza de Texas (La nueva generación)".
A ver, de continuación de las dos cintas primigenias de Tobe Hooper, más allá de someras referencias en la introducción y un tenue cameo sin acreditar de Marilyn Burns que si parpadeas no lo ves, este cuarto film tiene entre poco y nada. De nuevo volvemos a la cantinela del remake encubierto, descarado y tal; pero archivemos ese dato por un momento. Obviando eso, e incluso el infame hecho de que tuviera que estrenarse dos veces, con montajes diferentes, por descontado, "La matanza de Texas (La nueva generación)" es una secuela con las suficientes cositas estimulantes como para ser salvada.
Kim Henkel, co-guionista de "La matanza de Texas" (1974), se pone al frente de un film que recupera, en cierta medida, la esencia de pesadilla alucinada y demente que tenía el material base. Vale que, queriéndose acercar a esa, quizás Henkel acaba arrimando más la salchicha, sobretodo en cuanto a tono, a "La matanza de Texas 2" (1986). Pero es que tampoco me parece un mal referente.
A partir de ahí tenemos a un Leatherface travestido, aunque en plan comparsa y excesivamente reducido a parodia de si mismo; a un demente Matthew McConaughey perfilando el que sería su personaje de "Killer Joe" (William Friedkin, 2011); o a Renée Zellweger ya empezando con esa dichosa gestualidad que ha merecido dos Oscar.
En resumidas cuentas, no se le puso un mal broche final a la saga original con "La matanza de Texas (La nueva generación)".

Seguro que mucha gente verá el 6 que le doy a esta película y pensará que hay espectadores que se conforman con cualquier cosa. Y mira por dónde, tras haber reposado la cinta después del visionado, creo que estamos ni más ni menos ante un claro ataque, a modo de parodia, hacia esa clase de devoradores de películas sin criterio alguno, surgidos a raíz de una industria cinematográfica carente de ideas.

Seamos realistas: la película defrauda si buscamos gore extremo y un nuevo paso dentro de ese terror gótico americano que representó la primera entrega. Pero es que eso lo sabe el propio Kim Henkel, guionista del filme original. Este señor abominó de las secuelas anteriores y aquí, con un presupuesto bajísimo, ofrece bajo manga una disección muy evidente de los males que tenían (y tienes) las interminables sagas de terror que todos conocemos.

Nos encontramos ante un puñado de personajes estúpidos que nos importan un carajo. Carne de cañón para la familia de chiflados. Tenemos momentos prácticamente calcados a la película original. Y todo ello con mucho menos impacto. Por lo tanto, ¿cuál es el valor añadido de esta película respecto al resto de infinitas secuelas del cine de terror que poblaban los videoclubs de la época? El subtexto. Y para saber más, lo comentaré en la Zona Spoiler.

¿Qué destacaría antes de entrar en detalles? Pues el histrionismo de Matthew McConaughey en un papel absolutamente loco y con momentos de auténtica vergüenza ajena (la guerra a base de botonazos con los mandos a distancia, los ataques de locura con su pareja, la pseudofelación a la escopeta...). Y bien que uno se ríe, todo sea dicho.

En resumen, de por sí es una película absurda, mala, en muchas ocasiones aburrida y con mal ritmo, pero que tiene un detalle que, si el espectador consigue captarlo, cambia totalmente el significado de la misma.

Es muy seguro que pienses que sobraba que llevase el titulo "Mataza de Texas". pero hay una legitimidad, es que aunque suene increíble, el director de este film cutrillo, es el co-creador de la historia original de 1974, visto esto y que la filmografía de Tobe Hopper ( su otro creador) deja mucho que desear, haciendo especial hincapié en la pésima "Matanza de Texas 2", el gran clásico fue pura suerte, y en realidad creo que esta un poco mitificado, aunque suene sacrílego decirlo.

Esta película, no es una continuación como parece indicar el título, es un remake pues muchas escenas coinciden con la original, Leatherface histérico cerrando el filme, persecución a chica por el bosque, cena familiar, el "flash bulb" emblématico, abuelito casi comatoso, enganchar a una chica en el gancho... Aun así, no es tan mala, o llega a ser tan mala que tiene su puntillo de humor por lo ridícula que resulta, no como "la matanza de Texas 2", que encima de mala, menudo tostón.

Respecto a Leatherface travestido, como si le hubiesen denigrado por ello, debéis recordar que es mas cercano a a la realidad, Ed Gein, caso real que inspiró está película tenía una mórbida inclinación travesti/transexual, y además si tenéis la oportunidad de ver escenas eliminadas de la matanza de Texas de 1974, se quitó una escena donde Leatherface se maquilla, pero la quitaron, seguramente para no extrañar aun mas al espectador, es probable que Tobe tuviera un mente un Leatherface travesti pero lo modificó para que no quedara grotesco, es cierto que parece rídiculo travestirlo, pero bien llevado( como no ha sido el caso) podría ser hasta mas aterrador.

Para fánaticos de la saga que quieran ver todo lo relacionado, o para quienes quieran ver los inicios de Renee Zellweger y Matthew McConaughey.

A spoiler los momentos mas rídiculos:

"La Masacre De Texas:La Nueva Generación" es una extraña y bizarra película de terror, que funciona como una especie de secuela o remake (no queda bien claro que es) de la película de culto de 1974.

Esta cuarta parte es por lejos la peor entrega de la saga, y gran parte de la culpa de eso la tiene el terrible guión del film, que da lugar a una gran cantidad de escenas incoherentes que se repiten sucesivamente hasta el final.

Dentro de esas tantas incoherencias, se puede nombrar a los personajes, tantos los sobreactuados psicópatas que más que miedo producen risa, como las víctimas que no pueden ser más estúpidas de lo que son, brindan una gran cantidad de diálogos ridículos.

Parrafo aparte merece el renovado Leatherface, el sádico asesino que masacraba a sus víctimas con la motosierra, en esta ocasión se transforma en una especie de travesti bizarro que se la pasa gritando y chillando toda la película.

"La Masacre De Texas:La Nueva Generación" es probablemente una de las secuelas más ridículas que se han hecho, aunque por lo menos resulta bastante entretenida y por momentos de tan patética que es se vuelve una efectiva comedia de humor negro.

Cuarta entrega de La matanza de Texas y última de la saga original (luego llegarían el remake y El origen). En contra de la creencia popular, esa que dice que cuando más alto es el número que acompaña al nombre de la secuela peor es la película, La nueva generación se deja ver con relativa comodidad.

Kim Henkel es un hombre que controla el mundillo del cine, pues ha ejercido de productor, operador de cámara, director y guionista entre otras cosas. Aquí Henkel se ocupa de guion y dirección con un resultado aceptable. Esta cuarta entrega se concibió en principio como un remake, pero finalmente se desechó la idea y se llevó a cabo otra secuela. No obstante, en la película se dejan ver los toques del remake que en un momento dado pudo haber sido, con una historia bastante similar. A pesar de eso, Kim Henkel introduce personajes nuevos y lo pone todo en un marco bastante diferente que consigue mantener cierto interés en el espectador. La trama, pese a tener el mismo fondo que en la primera y en la tercera, se desarrolla de manera ligeramente diferente sobretodo por su forma de introducir a los personajes, aunque falla al no intentar mantener las dudas sobre las intenciones de cada uno. Aunque a nivel técnico es un desastre (lo de la iluminación es caótico), no puede pedirse mucho más con su presupuesto.

Renée "Morritos-Mofletitos" Zellweger protagoniza la película. Debo decir, antes de nada, que Zellweger es una actriz a la que no tengo especial afecto, pero no hay que ser injustos y, teniendo en cuenta su escasa experiencia en el cine en aquel momento, está correcta. Matthew McConaughey es, posiblemente, el actor que mejor trabajo hace de la saga (superado únicamente por Edwin Neal, que aparece en la primera). Tonie Perensky hace un trabajo aceptable, aunque sus mejores momentos son los que protagoniza en plan sexy. Del resto del reparto, destacar a Joe Stevens, que si bien no hace nada del otro mundo, aguanta la media general del reparto, muy superior a la de este tipo de películas.

Resumiendo, que es gerundio: a pesar de que nos presenta a un Leatherface entre travestido y transexual, a pesar de que es previsible de principio a fin, a pesar de que el apartado técnico es un absoluto desastre y a pesar de que más que una secuela de La matanza de Texas es un homenaje con toques de humor, esta nueva generación es mucho mejor que la segunda película de la saga, aclamada tan solo por estar dirigida, como la primera, por Tobe Hooper.