Atrapa a un ladrón

Menudo ladrillo que soltó Alfred Hitchock como quien no quiere la cosa con "Atrapa a un ladrón". Una historia ridícula, una trama totalmente improcedente y confusa, unos diálogos larguísimos y fuera de lugar, un desenlace que da pena, unos protagonistas que disgustan o están directamente mal construidos, una historia de amor repelente, etc. (SPOILER). En fin, una pifia de película, larga, aburrida y hasta dolorosa de ver, teniendo en cuenta el buen material, principalmente los actores, con el que contaba el director. Un desastre sólo mitigado por la presencia de la antológica Grace Kelly, una de las actrices más bellas y elegantes de la historia del cine, y que personalmente más me seduce, tanto físicamente, como por lo que transmite, esa mezcla de inocencia y dulzura pero con ribetes de provocación y hasta vicio, que la hacen ser totalmente irresistible, única e irrepetible.

Centrándome en Grace Kelly, su personaje de Frances está tan mal hecho que uno piensa que por su bien tiene que ser la mala, algo parecido a lo que sucede en "Sky High" con Mary Elizabeth Winstead. En "Atrapa a un ladrón" pasa de ser una chica tímida y discreta a leona luego a mujer de mundo, segura y descarada, muta en estúpida consentida (¿qué pretende invitándolo a su habitación para que vea los juegos artificiales?) y por último regresa a su estado primigenio. Vaya desastre. Sea como fuera, la relación que establece con John Robie (Cary Grant) es totalmente insípida, un horror, totalmente forzada, artificial y fuera de lugar. Además, ¿qué clase de consejos le da la madre? Parece que de sus palabras ni le importa, es más prefiere, qué el sea un ladrón, que la engañe con otras o que le maltrate (por ahí, hay una torta de Robie). Eso es hasta bueno. Qué desfachatez.

Quizás "Atrapa a un ladrón" pase a la historia por elementos que superan a la propia película. Para empezar, fue aquí cuando Grace Kelly y el Príncipe Rainiero se conocieron. Él quedó lógicamente cautivado por la Kelly hasta el punto de que en un año, más o menos, se casaron. Lo que si te pone los pelos de punta es la profecía sobre la propia muerte de Grace. Por lo que se ve, el accidente que le costó la vida en 1982 se produjo en una de las carreteras por las que en esta película conduce a toda velocidad con un asustado Robie de copiloto. Señales que lanza la vida y que no sabemos interpretar a tiempo.

Me resultó un poco predecible, pero a pesar de ello la película es entretenida, con buen guión y con una clave de humor que le proporciona mucho encanto. A mi juicio es mucho mejor el planteamiento inicial que el desenlace, no obstante, la película se desarrolla con buen ritmo. La verdad es que Grant está genial, pero eso es como siempre, no es ninguna sorpresa que este hombre se luzca en sus películas. Aunque quiera ponerse serio, tiene un gesto innato de picardía y de gracia que lo hace tan encantador. Otro no lo hubiese hecho mejor. Después está Grace Kelly, que no lo hace mal y aparece bellísima en esta película pero le veo la cara demasiado dulce para el papel que hace. Tiene una sonrisa permanente en toda la película...

Si uno de los temas que vertebran la comedia clásica es la sospecha, en sus múltiples variantes, y su influencia sobre la relación de una pareja, “Atrapa a un ladrón” debería ser admitido como un film modélico, dentro del género. Apoyado en las constantes habituales en el mundo de Hitchcock, desde la idea del tiempo suspendido hasta la del falso culpable, expuestos quizá, con menor densidad que en otras ocasiones, pero no por ello menos presentes, pues la sospecha es el motor de esta brillante comedia ambientada en la Costa Azul.

La policía sospecha que John Robie, apodado “El gato” (Cary Grant), antiguo héroe de la resistencia y ladrón de joyas antes de retirarse a la Riviera francesa, es el autor de los robos que se están cometiendo en esos parajes, Frances (Grace Kelly) hija de la millonaria a la que han robado las joyas, también le achaca la responsabilidad. En esta película hay espacio para la sospecha y para sus compañeros de viaje, el recelo, la mentira y las frases de doble sentido. Por ejemplo en la comida en el coche, Frances: ¿qué prefieres, muslo o pechuga?, y la no menos impertinente respuesta de John: “lo que tú me des”, así como otras insinuaciones sexuales, como los fuegos artificiales.

El propio Hichcock le confesaba a Truffaut en su célebre libro-entrevista, con su sentido del humor y su habitual cinismo, su teoría de la “sexualidad indirecta” de las bellezas glaciales, preferentemente nórdicas, que no llevan inscrito el sexo en sus formas corporales de modo ostentoso (Marilyn o Bardot), según él, el sexo no debe ostentarse. Contra todo pronóstico, y sin haberse cruzado apenas dos palabras, la elegante y gélida rubia se despide del maduro galán con un beso en la boca completamente inesperado en la puerta de la habitación. El sexo elíptico es de lo más interesante de la cinta, siempre es mejor insinuar que mostrar.

El cineasta la definió como “comedia nostálgica”. Y en cierto modo así es, o al menos así puede verse hoy. Parece como arrancada de las páginas de aquel mítico “París Match”, revista de los años cincuenta (que no tardaría en convertirse en el observatorio mayor de las evoluciones sentimentales de Grace Kelly con Rainiero, futuro marido, que conoció durante el rodaje). La reconstrucción de los ambientes franceses es magnífica, gracias a la fascinante fotografía de Robert Burks, la escena del mercado de flores o la fiesta de carnaval, en la que parece que nos trasladamos a un salón francés del dieciochesco. El constante hilo conductor es el humor, sutil y refinado. Aquí también hay cameo de Hitchcock, ver spoiler.

Yo creo que Don Alfredo utilizó una historia en el fondo sencilla para demostrarnos lo gran cineasta que era. Es como siempre, no está hecha para todos los paladares.
Si uno busca la típica historia de suspense y se quedan en esa simpleza pues quizá sea una película menor, pero es tanto el buen hacer cinematográfico que tiene que los que se quedan en el "macguffin" o se ponen a buscar a ver en que escena sale Hitchcok o que poca retorcida es, no saben lo injustos que son y por supuesto lo que se pierden (como dice un usuario en una crítica).
Es una película de vestuario, de la luz mediterranea, y de una fotografia realmente bella pero en todo momento; donde te sorprende y te embriaga, a mi me pasa en esta película.
Solo por ver cuando sale Grace Kelly con el modelito por el vestibulo del hotel acompañada por Cary Grant y todo el mundo la mira, solo por eso ya vale la pena verla.
La seducción que van teniendo nuestros personajes en el coche mientras les persigue la policía através de esa carretera con acantilados y con un azul del mar increíble es digna de un maestro, y que gusto de pollito y cervecita que yo me tomaba también con Grace Kelly, incluido el beso, que está rodado tan ,tan,tan....... que uno llega a sentir lo que siente el protagonista al darlo, y eso solo lo hace un genio; la verdad que de los besos mas impresionantes que se han rodado en la historia del cine de Alfred son unos cuantos (¡¡¡que grande "Encadenados"!!!!).
Una película donde se eligieron actores con glamour y que funcionaron naturales y perfectos, una película donde unos fuegos artificiales en una noche mediterranea te embriagan, y donde los claro oscuros de las escenas del tejado son magistrales, solo se puede hablar de obra maestra.
Un Hitchcok menor, si, al menos en cuanto a la historía, pero los que sabemos que Don Alfredo es algo mas que "suspense", y que en sus películas hay en el fondo un egomaniaco con un enorme romanticismo de lo que al le gustaría ser y que en el fondo no lo era (calvito y regordito). Pedro Almodovar que es tan bien un director de decoraciones,vestuario y maquillaje le deja don Alfredo a la altura del dedo meñique, con todos los respetos del mundo a Pedro del que soy un gran admirador. ¡¡¡Si!!!!, el director gordito y feo sabía rebosar sensualidad y belleza y mostrarla con una luz para demostrar que el también sabía rodar muy bien el glamour por todos los lados.
Un gozo total para aquellas personas que sepan apreciar el jamón de pata negra (saber ver la belleza de unas imágenes rodadas con esmero, estudiadas y con mucho glamour) y no para los que se quedaron en la mortadela (suspense,macguffins y otras vanalidades).

-¿Asi que esta es tu casa?. a mi madre le encantará.

La gente más ignorante en este mundo del cine se piensa que Alfred Hitchcock sólo sabía hacer cine de suspense. Ni mucho menos esto es cierto, y dentro de sus películas se encuentran un gran número de géneros, que sólo se ven si uno mira bien.
No es el caso de esta comedia que Alfred Hitchcock tuvo a bien realizar. Película que sin lugar a dudas no veo porque tiene que estar a un nivel inferior, de Con la muerte en los talones, por poner un ejemplo.
Está grabada en una bella zona francesa, que nos proporciona planos muy bellos, está interpretada magistralmente por un soberbio Cary Grant, y mantiene la confusión del espectador hasta el final.