Tengo algo que deciros

Puede ser que por momentos la película se torne superficial pero en general como dije en el titulo creo que en forma a veces satírica o folletinesca se aborda un tema como el de la homosexualidad
que sigue siendo conflictivo socialmente, y que como tantos otros temas que inspiran el rechazo de vastos sectores de una comunidad, deben ser abordados por las distintas manifestaciones de la cultura. El cine es un excelente recurso por su llegada masiva.

Esta historia sobre la homosexualidad plantea la honestidad de hombre homosexual con él mismo. Pero el cineasta del film a veces en clave de comedia, a veces en clave de melodrama, transfigura por momento la realidad verdadera de una sociedad nada cómplice con las decisiones personales de ser lo que uno a la larga quiere.

Decisión bien difícil, pues ciertos conceptos morales de la sociedad no dejan ver la claridad de aquellos, quienes atrapados en su homosexualidad, no buscan el reconocimiento de los demás, si no estar en paz con uno mismo. No es que sea el tipo de historias con el que me identifico, pero bien vale la pena escuchar ese “otro”, que algunos hombres tienen y no pueden escapar de sus circunstancias. Además, tampoco lo desean.

Film pues algo desigual en su propuesta dramática, que por momentos muy breves, evoca aquella comedia italiana que tanto nos divirtió.

Este director turco del que apenas conocemos su cine a través de su debut con la interesante El baño turco allá por el 97 regresa a nuestras salas en el 2010 con una producción italiana que sospechó lastra sus buenas intenciones con concesiones de comedía vulgar y un discurso sobre la libertad individual de cada cual centrada en la defensa de la homosexualidad que huele un poco a naftalina por mucho que pueda seguir siendo necesaria en una Italia profunda de familias acomodadas, tradicionales y conservadoras. La narración va saltando de un personaje a otro en honor a su titulo original (minas a la deriva) sin profundizar demasiado recreándose en una imagen estereotipada de los actores y lugares, todos ello bañados por una maravillosa luz mediterránea. Los apuntes dramáticos, los flahs-back y las incursiones de personajes del pasado en el presente pretenden dotarla de un tinte poético que nunca llega a funcionar. Sin saber a que palo quedarnos optamos por abandonar la partida antes de tiempo.
jcelziete.blogspot.com

Las antiguas comedias italianas tenían muy a menudo chispa, ingenio, un humor inteligente y directo.
Al ver esto uno se acuerda de aquello y al menos yo me pregunto qué se ha perdido. Pienso que se quiere ser sobre todo políticamente correcto, aquí con lo gay, y se pierde gracia.
Muy larga además por dar vueltas sobre lo mismo. Escenas ridículas como el acto final de la abuelita.
Y todo con una especie de neorromanticismo trasnochado.
Los actores cumplen, pero poco más.
Un valor, nos enseñan Lecce, una ciudad maravillosa no bien conocida.
Victorio de Sica, ¡vuelve!

Película lentísima, donde me sobran los dedos de una mano para contar las escenas cómicas y con un final totalmente incierto. Gracias Laura por lo que te toca.