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La rebelión de las máquinas

Acción. Comedia. Terror. Ciencia ficción En el año 1986, durante tres días, la Tierra está bajo la influencia de un misterioso cometa, aparentemente inofensivo, que dota de vida a las máquinas, las cuales comienzan a hacer cosas extrañas. Al principio, los problemas aparentan ser menores: las bombas de gasolina de pronto dejan de funcionar, los videojuegos se descontrolan totalmente y las máquinas de refrescos devuelven las latas descontroladamente. Pronto, los ataques son más ... [+]
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Críticas 31
Críticas ordenadas por utilidad
15 de julio de 2021
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El escritor Stephen King dirigió la que sería su primera y última película en la que el material de adaptación consistía en el relato corto escrito por el mismo King titulado 'Camiones' contenida dentro de la compilación 'El umbral de la noche' (1978). El debut no le resultó muy placentero que digamos para el escritor nacido en Portland, pues llamó a su filme "película de imbéciles" y realizó la mayor parte del trabajo bajo los efectos de la cocaína; tampoco llega a los límites de firmar la cinta bajo el seudónimo Alan Smithee y firma con su propio nombre.

A pesar de la terrible experiencia que supuso la cinta para él, ciertamente no estamos ante una obra horrible. La historia de la rebelión de las máquinas ya no era en 1986 un tema muy original -dos años antes se estrenó la excelente 'Terminator' que trataba sobre eso-; aunque la forma en la que se aproxima el mismo King la hace introducir un poco de frescura usando a vehículos, tocadiscos y demás máquinas. Especialmente destacable el camión decorado en la parte delantera con la cara del Duende Verde.

Por otro lado, el escritor metido a director no cuenta precisamente con un reparto de actores de segunda categoría porque cuenta con Emilio Estévez (que venía de 'El club de los cinco'), Pat Hingle ('Esplendor en la hierba', 'Batman') o Yeardley Smith, conocida más tarde por dar la voz a Lisa Simpson, entre otros personajes, en 'Los Simpson' (y, como curiosidad, una breve aparición de un desconocido Giancarlo Esposito). Todo este elenco realiza una labor en condiciones para una producción tirando más a la serie B que a la serie A y son una parte fundamental para que la cinta salga a flote.

La historia es 1+1=2, pero es entretenida por como se las tienen que ver los supervivientes dentro de ese bar de carretera para sobrevivir ante las máquinas que se han despertado rebeldes y con malas intenciones. No hay casi nada a destacar notablemente, salvo la banda sonora obra de AC/DC. El balance, eso sí, es general positivo para un filme que no tenía mucho que ofrecer al espectador a priori. Dentro de sus limitaciones, sale a flote.
Michael Myers
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24 de junio de 2023
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Una misteriosa inteligencia artificial, proveniente del espacio, se apodera de toda clase de maquinaria terrestre, de sus primitivos congéneres; Insuflándoles de vida propia, para así apoderarse del planeta. Causando, de paso, auténticos estragos entre los desconcertados terrícolas, sobre todo entre, los que se encuentran en un restaurante de carretera de esos típicamente americano, que será centro de la acción. Y los estragará amenazándoles con batidoras, desmembrándoles con cuchillos eléctricos o atropellándoles con esos descomunales camiones que suelen estar aparcados a la puerta de este tipo de locales. Y más en broma que en serio, o si fue en serio salió de broma, esa colección de paletos, se verá abocada a salvar el mundo…

Dice un dicho: "Zapatero a tus zapatos". Pero cómo éste es un viejo refrán castellano, seguramente proveniente de alguna arcaica sentencia clásica, sentencia latina, latina, por los latinos de antes. Por los surgidos a la sombra de los Apeninos, del monte Capitolino. Por los fundadores de Roma. Por quienes hablaron en latín. Y no por quienes, hoy en día ,detentan tal título (el de latinos), y que pueblan desde el Río Grande a la Tierra de Fuego. Se ve que Stephen King, cómo buen anglosajón, jamás escuchó; por lo que no le hizo caso. Metiéndose en un oficio, y en un charco, para lo que no le sirvieron ni sus zapatillas de estar por casa ni su viejo escritorio alfombrado de cuartillas en blanco... Pero lo malo no es que éste perdiera el tiempo, y algo de prestigio, o que la productora palmase parné, lo peor; fue el castigo que sufrió el desprevenido espectador que acudió a ver otro relato del Stephen King, bueno, del Stephen King... zapatero.

Un producto que tiene el grano y el aspecto de una producción “Canon”, o sea de película mala con vocación de telefilm. Y entre un muy normalito reparto -encabezado por Emilio Estévez- penosamente dirigido, un guion lamentable del que sólo se salva la idea original y una realización inexistente, obtenemos un producto que, pese por algunos -lo que no comparto- esté considerada cómo una obra de culto de la serie B, le hace un pésimo favor a la, ya por entonces, acrisolada obra de King…

Y el caso es, que el argumento en sí -su zona de terror y ciencia ficción- es bueno. Y siempre me quedará una duda. ¿Qué hubiese sucedido? ¿Cuál hubiese sido el resultado? Si el relato lo hubiesen desarrollado un buen guionista y un buen realizador, o algún buen guionista y realizador, ayudados de algo más de presupuesto y, sobre todo, por algo más de oficio…

Creo que "la respuesta está en el viento…" O en el día en que, alguien con buen oficio cinematográfico, se decida a coger, este relato de King, y filmarlo debidamente…
Plácido Eldel Motocarro
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14 de noviembre de 2009
2 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Emilio Estevez es posiblemente uno de los peores actores de la historia. Después de la filmación las máquinas debieron haberse rebelado realmente y aplastarlo. Igualmente es un sello del cine de los ochenta de baja calidad; creo que si algunos de nosotros nos juntamos unos pesitos, igualamos la producción de esta chotada simpática. Véanla con unos vasos de aguardiente y unos porros como los que fumaba Marley y capaz que se ríen un poco. Yo la vi de chico, asi que estoy excusado.
Black Floyd
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31 de mayo de 2015
1 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
La primera y última incursión de Stephen King como director de cine la encontramos en Maximum Overdrive (La Rebelión de las Máquinas, 1986), una película que obviamente está basada en uno de sus propios relatos. King siempre ha sido un escritor prolíficamente adaptado en términos cinematográficos, pero nunca hasta la fecha había corrido el riesgo de colocarse detrás de las cámaras. Y después de comprobar el resultado final, entendemos porque Stephen King no volvió a repetir la jugada. Lo cierto es que la Rebelión de las Máquinas podría haber llevado perfectamente la firma de Mick Garris y tampoco se habría enterado demasiada gente.

No es extraño tampoco entender el porqué de la decepción. Para empezar, el relato que adapta el propio escritor es uno de los peores que ha escrito en toda su carrera, o por lo menos de los más planos. Una historia que quizá pueda ser entretenida, pero carece de cualquier interés más allá de convertirse en lo que acaba siendo, como es un producto ínfimo de Serie B.

Utilizando un prólogo irrisorio, la película nos introduce un texto de los prototípicos de la serie B de los años ochenta. Se supone que el paso de un meteorito es el causante de los desastres que serán el definitivo eje del filme. Se supone que el cometa provoca que las máquinas de la tierra se vuelvan completamente locas, incluso tomando consciencia y provocando, como indica el propio título del filme, una rebelión contra los seres humanos. Como vemos, el argumento a pesar de que lo firma King, podría firmarlo cualquier escritorucho de tres al cuarto, y no se desentona demasiado con la ingente cantidad de películas de ciencia ficción y de terror que se realizaban por aquellos años, los ochenta. Incluso la premisa no es demasiado exigente consigo misma, y así no es extraño observar diversas contradicciones a lo largo del metraje: Las máquinas se vuelven conscientes sí, pero nunca sabemos cuáles son sus objetivos exactamente, sino que parecen convertirse en un mero simulacro de inteligencia. Por otra parte, las reglas que se autoimpone la película se rompen con facilidad, pues muchas de las máquinas que encontramos en la película no están “infectadas” mientras que otras sí, con que no sabemos exactamente que reglas sigue el filme en este aspecto.

Emilio Estévez interpreta al personaje protagonista, un ex convicto que trabaja en una gasolinera. La poca originalidad de la película sigue resumiéndose en este protagonista, que representa todo lo más chusco del género. Guaperas, mangoneado por su superior y con un atractivo sexual indudable, es el típico personaje resuelve problemas que todo filme de acción necesita. Lo más indignante desde luego es la relación de amor que nos coloca la película, respecto este personaje y el que interpreta Laura Harrington. Ambos personajes se conocen en el mismo momento de la acción, y en apenas un par de secuencias los vemos retozar, con un resultado más que sonrojante. Además el amigo King se obsesiona bastante, dándoles un protagonismo inusitado y que no merecen.

En honor al filme hay que defender la primera parte del metraje, que resulta la más interesante. La rebelión maquinaria pilla a un grupo de humanos cruzando un puente, y el director se recrea con multitud de coches siendo destrozados (con tripulantes dentro incluidos, por supuesto) en una secuencia que es lo único espectacular de toda la película. Pero después de esta introducción, parece que a King se le acabó todo el presupuesto y el resto de la acción transcurrirá siempre en una gasolinera, que es acechada por los camiones rebeldes.

Lejos de la claustrofobia o de un análisis de personajes en profundidad, la película opta por las salidas tópicas, tanto en acción (las decisiones más arriesgadas y estúpidas serán las prioritarias, como el pacto con las máquinas) como en dramatismo (el perfil de los personajes denota un desarrollo bajísimo, y sólo hay que ver el personaje del jefe, desdibujado por una brocha gorda simplona).

Por último, comentar la curiosa banda sonora, que compuso totalmente el célebre grupo australiano de Rock, AC/DC. El resultado, aunque imperfecto, es bastante estimulante, pues el grupo rehúye de crear canciones convencionales con estrofa/estribillo, para crear una batería de sonidos que en muchos casos pretenden emular la propia maquinaria, o ambientar la secuencia. Aunque dramáticamente se le pueda poner alguna objeción, lo cierto es que la película consigue con la música cierta singularidad, y en alguna ocasión el experimento sale ganando.

https://neokunst.wordpress.com/2015/05/31/la-rebelion-de-las-maquinas-1986/
Kyrios
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16 de noviembre de 2012
0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
La peli no está mal pero se hace un poco pesada, King tiene muy poco oficio como director y se nota mucho en muchos detalles como meter a AC/DC cada dos por tres, con esa fantástica banda sonora se podía haber hecho mucho mas y sin embargo consigue que se haga incluso pesada, aun así le doy un 5 porque tiene cierto encanto ochentero que no podría explicar.
sacerdote judas
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