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Dos más dos

Comedia Diego (Adrián Suar) y Emilia (Julieta Díaz) tienen un hijo de 14 años y llevan una vida familiar ordenada. Mientras que Richard (Juan Minujín) y Betina (Carla Peterson), sin hijos, llevan una vida mucho más mundana. Ambas forman dos parejas amigas de toda la vida. Una noche, Richard y Betina les confiesan a sus amigos que practican el intercambio de parejas y que les encantaría compartir esa práctica con ellos. Esta confesión despierta ... [+]
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Críticas 29
Críticas ordenadas por utilidad
1 de agosto de 2015
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
No vi la cinta muy similar a esta, "Bob & Carol & Ted & Alice" (Paul Mazursky, 1969).
Esto de comedias me cuesta entender que tiene de gracioso. O probablemente el equivocado sea yo, tal vez comedia significa que tiene un final más o menos bueno. No se, la cuestion que no me causo gracia en ningun momento, ni siquiera lo que comentan otros amigos en FA. Por ejemplo las escenas de Casero con su ideas algo homo o bisexuales no se que gracia puede tener.
Analizando la historia podriamos precisar que se puede dividir en dos partes, bien definidas. La primera algo insipida, en que se ve la indisión de Suar por entrar en esa componenda. La segunda se tranforma en algo dramatica, mejora el film.
Una cinta de adulterios y que a mi entender no deja un mensaje claro. No se si esta a favor o en contra. Los actores cumplen, hay que resaltar la belleza de las protagonistas.
Sabor a poco.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
megracia
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19 de diciembre de 2013
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Estupenda comedia dramatica sustentada por la impresionante interpretación de sus protagonistas.

A pesar de que el tema se alarga y es un poco recurrente tanto su director y sobre todo sus actores saben aprovechar cada situación y cada dialogo para que se nos pase en suspiro y en mi caso vuelva a sonreir espontaneamente en más de media docena de situaciones cosa que en la comedia actual me resulta bastante dificil.

Como buen argentino Kaplan psicoanaliza el sexo y las relaciones de pareja donde la piel y el corazón caminan en el filo de la navaja. A mi juicio debería haber introducido diferencia social entre las dos parejas para que el ensayo sobre el deseo, el ego, la necesidad, la culpa y los afectos dieran más puntos de vista a un tema ya de por si muy interesante, pero se trata a la postre de una comedia que se pone seria solo un ratito.

Mágnifico trabajo coral, y deliciosa banda sonora.
ELZIETE
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6 de noviembre de 2016
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Si en algún género debería situar esta película, la pondría en "XXX: Pornografía Oral", lo cual no le dá mérito "per se" en lo más mínimo, quizás todo lo contrario.
Más allá de ser una versión putativa localista de "BCT&A" -histórica perla hollywoodense-, no vas más allá de lo que exhiben muchas de las tan escabrosas como exitosas series televisivas de Polka-Suar, siempre jugando con la trilogía "Sexo-Amor-Muerte", bien "cara" a la provinciana burguesía local.
Justo es decir que el tema de que trata -la riesgosa saturación erótica de la pareja monogámica- es siempre vigente y no se limita a un sector de clase muy acomodado como el de los protagonistas del film -privilegio del que gozan tanto en la ficción como en la realidad-, pero también es justo decir que no tiene nada de novedoso, ya que es de público conocimiento que desde los años '60 (más de medio siglo atrás) se han extendido las prácticas sexuales extramatrimoniales en formato de "pareja abierta" "swingers" o como se le llame. Pero bueno, las generaciones se renuevan, las circunstancias socio-históricas cambian, y con tanta presencia de temática sexual en los medios, se ve que han elegido una historia primordialmente por su potencial impacto comercial.
Yendo al film en sí, su mayor defecto -y contradicción- es la falta de sensualidad y erotismo, mal trabajado actoralmente y burdamente reemplazado por verborragia sexual explícita. Sin ir más lejos, aunque pobre en recursos dialécticos y sin "insights" pseudo psicoanalíticos autocomplacientes, la filmografía del dúo Armando Bo-Isabel Sarli supo ser verdaderamente "hot", sin necesidad de expresiones escatológicas como las que salen de la boca de Alfredo Casero, quien suele ser mejor actor dramático que comediante. Y por mucha ficción de que se trate, tampoco resulta hoy día muy gratificante ver en un rol amoral a la esposa de nuestro actual embajador en USA...
¿Es un película contestataria, conservadora o reaccionaria? Si la interpretamos como aperturista y blanqueadora de lo existente en la sociedad, es meritoria. Pero si la juzgamos por el desenvolvimiento de su guión y el final de la historia, termina resultando conservadora. Y por ende -en contraste con su formulación-, reaccionaria.
En síntesis, ni una obra maestra, ni una basura. Una película fiel a los intereses de quienes la han hecho.
Adrián Klas
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26 de noviembre de 2017
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La película es genial. Como siempre Adrián Suar en su papel de boludo y Julieta Díaz su mejor compañera de reparto. Un dúo para morirse de risa.
Little_Light
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2 de abril de 2018
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…el sistema económico también determina la manera de organizar la líbido de la sociedad, el sexo, el amor, los sentimientos. Antes de la era del Capital las parejas no eran tales, las familias no eran tales, de esto nos podemos enterar en "El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado" de un tal Federico Engels. Luego, si nos atrevemos a más, podemos hasta parafrasear a ese otro, el tal Marx, Carlos no Groucho, diciendo que: “la sexualidad de una época es la sexualidad de las clases dominantes.”
Entendiendo todo esto podemos incluso percatarnos que el modo dominante de organizar la vida sexual y amorosa de la sociedad (en parejas) es solo una construcción social hegemónica, y que por lo tanto existen otras, alternativas no hegemónicas, que transcurren, transitan, fluyen por debajo del mármol de lo normalizado: los círculos poliamorosos, los swingers, el denominado amor compañero, son ejemplos de otras formas de organización del deseo, del amor y del sexo.
“Dos más dos” (2012), comedia dramática argentina se adentra al interior de unas de estas formas, el mundo swinger, un mundo en el cual las parejas buscan cumplir sus fantasías y deseos de a dos; un mundo donde la infidelidad es considerada de forma diferente a lo estandarizado culturalmente, pero que no obstante -como todo lo humano- no está exento de miedos y dolores, “son otros nomás” me corroboraba una pareja la otra vez al salir de misa. No es para menores.
Miguel Méndez
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