En el estanque dorado

Magnífica película de los 80 de tres grandes actores, Henry y Jane Fonda, y katharine Hepburn. Inquietante idea sobre la decadencia y el miedo a la muerte. Magnífica interpretación de los dos mayores con especial referencia a la Hepburn, no obstante la ví el otro dia y me parece que no ha envejecido bien, cuando la vi en los 80 me pareció mejor, no os parece.

Es lo que uno piensa cuando ve esta película: ¡qué ambiente! Un lago, una casa de madera entre los árboles... un matrimonio viejo pero feliz que esperan la llegada de su hija con el nieto...
Henri Fonda me hace reir cada vez que lo veo enfundado en este papel: viejo cascarrabias pero fascinante.
La primera vez que la vi fui menos tolerante: sólo el título de la película me sonaba algo cursi. Pero ahora capto mejor los diálogos: entre los dos miembros del matrimonio, entre el padre y el yerno, el abuelo y su nieto, entre el padre y la hija, y entre la hija y su madre...
Y escenas de pesca para relajar el ambiente.
Y ahora me emociono más: comprendo la ansiedad de Jane por llevarse bien con su padre.

Ciertamente, es una película preciosa y memorable, digna para recordad, un buen trato de un delicado y difícil tema, la vejez.

El estanque dorado es una película entrañable, realizada en un entorno que sin ser demasiado espectacular invita a vivir en ese lago, en esa casa, en ese entorno, sin duda, el lugar hace mucho, la ambientación es maravillosa.

Lo mejor de la película son los actores, la pareja de Hepburn con Fonda es perfecta, es una película perfecta para ella, pocos actores en un entorno real, casi cine de cámara, una película que da rienda suelta a su interpretación.

La película trata con gran delicadeza y sutileza la vejez, muestra lo bueno y lo malo, lo triste y lo bello pero da pena vernos en esta edad, aunque la película cae en algunos momentos en el sentimentalismo a causa de la música, la película es un perfecto melodrama, tiene ternura, drama y realismo.

Toca temas tan duros como los problemas de la vejez, sus problemas físicos, el fallo de la memoria y lo importante a esa edad, el amor y la ternura, es lo principal que queda a esa edad si uno ha sabido vivir la vida con inteligencia y sabiduría.

A su vez se analizan las relaciones familiares entre padres e hija y la preciosa relación entre el mayor y el joven hijo de la pareja, una relación que podría haber caído en el sentimentalismo pero que no lo hizo y se debe a una inteligente dirección.

Sin duda, una película memorable.

El canto de los colimbos, esa bella estampa del lago al atardecer... todo rezuma sensibilidad en este elegante y cuidado trabajo de Mark Rydell. Una bellísima historia sobre el amor, la vida y la vejez con dos pesos pesados como pareja protagonista. Pocas veces se ha visto en cine, cerrada ya la época dorada, un recital interpretativo como el que nos ofrecen Henry Fonda y Katharine Hepburn en esta magistral película de principios de los ochenta. Inolvidable ese estanque dorado.

Estelar actuación de Henry Fonda en su última película y de Katharine Hepburn, con el aporte modesto de Jane Fonda como la hija Chelsea de Norman Thayer (Fonda) y Ethel (Hepburn), de su novio Bill (Dabney Coleman) y una buena actuación de Billy (Doug Mc Keon), hijo de éste, un adolescente cuestionador. Las figuras principales realmente deslumbran, en particular Kate Hepburn. Bellísima película al borde de la laguna, en el bosque y en la casa de veraneo, con escenas de pesca en que Norman y Billy se hacen amigos. La vejez, la adolescencia, la mediana edad, se representan en estos personajes particulares, en diálogos ingeniosos y bellas escenas naturales.