Buenas noches, mamá

Si hay algo que sin duda hace bien Ich Seh, Ich Seh, es construir la tensión y poco a poco ir desgranando una historia extraña y sórdida. Aunque si es cierto que el estallido no viene del todo bien expuesto, intuyes que algo está mal desde el principio.

El problema es que si sabes un poco de la historia, te esperas el final si o si. Porque ciertamente, has visto lo mismo cientos de veces. También existe un desequilibrio: el principio se hace demasiado largo y el desenlace habría sido mucho más interesante si se hubiese alargado como parte del desarrollo.

Aun así, las interpretaciones están correctas, la fotografía es brillante y esa sensación a lo "Canino" es genial.

Interesante.

Me veo esta películilla en una lluviosa noche de sábado, recomendada por un compañero que símplemente me dice que es una "peli de mal rollo". ¿Mal rollo? No sé qué voy a hacer el lunes cuando me enfrente a una clase de 27 enanos, la verdad.

En general es un poco previsible y no hace falta ser muy inteligente para verse venir el final, pero también es cierto que te hace dudar de tus propias teorías hasta el mismo final. Y teorías harás unas pocas.

Es interesante para eso; un sábado lluvioso sin nada mejor que hacer. El inicio se hace un poco lento y el final se hace de rogar. No es una película que te vaya a cambiar la vida...

Sigo buscando esa tensión que leí que había, pero no la encuentro. Personalmente, no me la creo. Y no me puede dar miedo algo que no me creo. Me suena demasiado a algo que ya he visto (¿Funny Games?), pero en el fondo eso es algo que me da igual. "Los ojos sin rostro" ya poseía esta estética en 1960. Por dichas comparaciones, en el mal sentido, no recomendaría esta película a personas cinéfilas: no ofrece algo que aún no hayamos visto. La maldad de los niños, además, parece demasiado estructurada, artificial y robótica... como buscando el plano perfecto. Sin conseguirlo.

A mi no me ha gustado, yo no la recomendaría ni para los amantes del género. Es algo diferente a lo que se estila por ahí, pero deja mucho que desear. Poca tensión, muchos silencios y muchos primeros planos para una realización más bien flojita, con poco ritmo y que no te llega a enganchar en ningún momento. Nada de terror ni intriga, con giros muy previsibles. Actuaciones sin pena ni gloria. Sobrevalorada. No recomendable.

Que nada, que no hay manera, que el tema sonaba original e inquietante: una mujer vuelve de una operación estética y como va toda vendada y no se le reconoce, sus dos hijos comienzan a jugar con la posibilidad de que esa no sea su madre y se la hayan cambiado.

Pero no, a eso de la mitad meten un giro de guion (que no es tal, ya que se ve venir de lejos) sacado de cierta película de 1972 que todos los cinéfilos conocen y que nombro en la zona spolier.

Pues muy decepcionado, porque la película tiene buena atmósfera, escenarios, es rarura, el ambiente es evocador, los niños son dos sádicos con cara de angelito y la madre más tonta que una piedra, por lo que parecía que la cosa se podía poner interesante (no hay atisbo de crítica a la burguesía o a las operaciones de estética...,). Es una idea, a mi entender, mal desarrollada y mezclada con otras tantas, con lo que al final el conjunto queda diluido en plan Haneke. Son como dos historias diferentes en una misma película que yo creo que no combinan bien.

Cine de terror moderno, dicen.