La legión del águila

Empecemos con una obviedad: estamos ante una película de romanos. Pero no se trata de una película de romanos en la que únicamente se ve desfilar por la pantalla escudos, cascos y aves al César sin ningún tipo de rigor histórico. Una de las cosas que más se agradecen de esta película es su rigor histórico e ideológico (salvando el gran error de la premisa de la que parte toda la película, el cual comento en el spoiler).

Kevin Macdonald, realizador que ha demostrado en otras películas su valía, sabe bucear en los entresijos del vasto Imperio Romano para mostrarnos donde se forjo su leyenda. Nos presenta el honor, como la base de la fuerza política y militar de un Imperio que se forjo gracias al sacrifico de muchas personas, y al exterminio de muchas otras. La película, no fluye a través de sentimientos vengativos, como ocurría por ejemplo en la excelente (para mí y muchos) "Gladiator". El protagonista presenta un conflicto anacrónico que dota a la película de un realismo de agradecer. Marco es una persona de su época que no busca la satisfacción de el ojo por ojo. Como soldado busca limpiar tanto el nombre de su familia, como el de su tierra, Roma. Y aunque sea un pensamiento arcaico, no puede ser más realista. Y si no ¿que alguien me explique que motiva a muchos soldados a luchar, si no el honor de su patria? (por desgracia, eso sí).

Y esa gran virtud se convierte a su vez en el gran defecto de la película. Porque tanto se busca el honor, que la historia se olvida de presentar otros valores igualmente importantes como la hermandad y fraternidad, o el impacto cultural; pasando por encima de ellos sin pararse realmente en profundizar en ninguno. Y eso desmerece una película que podría haber resultamos más épica, pero que no alcanza el status de epopeya.

Por tanto, estamos ante un gran ejercicio de entretenimiento que no deja de ser una película más de romanos, pero tratada con todo respeto. Hay que destacar también una fotografía espectacular que nos muestra Escocia en todo su esplendor, y una banda sonora que tan pronto es delicada y suave, como salvaje y violenta, según la película lo requiera.

Historia simple, guión unidimensional, nada de glamour ni de armaduras relucientes ni nada de anfiteatros ni togas en el Senado...

¿Pero qué tiene esta película?

En su simpleza esta su grandeza, nada de rodeos ni pretensiones, la película nos narra una historia llena de grandes valores como son el honor, la libertad, la amistad, que sin duda traspasan los limites del espacio y el tiempo, por lo que calificar esta película como de Romanos me parece un error; es algo más, mucho más.

El retrato de la vida castrense del primer tercio de la película es soberbio, por su sobriedad y su realismo. La película transcurre a un ritmo narrativo trepidante si recrearse en aspectos banales. De esta forma, si cabalgas junto a los protagonistas, la película te lleva al final con un gran sabor de boca y una sensación muy placentera en tu interior, porque en esta película triunfan grandes VALORES y ante todo la diversión y el entretenimiento.

Imagino que la gente a la que no le gustó la película se quedó en el 'castrum' (campamento militar) y no cabalgó. Es aconsejable que emprendan la aventura de buscar ese águila... lo mismo encuentran algo más.

Sin duda, atendiendo a las votaciones, creo que esta película esta subvalorada.

Desde aquí invito a su revisión y la recomiendo a los amantes del cine de aventura y los que les gusta el cine que transmite valores.

Miren, ni una cosa ni la otra... Ni obra maestra (ni de lejos) ni la basura más absoluta que se puedan echar a la cara, porque siempre hay una cuidada producción, música, efectos, vestuario, etc.
Es una peli de romanos de Hollywood realizada en siglo XXI, a ver, ¿qué querían? Bastante con que la fotografía y el entorno son bonitos y no se abusa de los efectos visuales generados con laptop.

Por lo demás, guión sencillito y a ratos poco creíble, actores sencillitos y poco creíbles (bueno, bien Jamie Bell, correctito, sin más), excepción de Donald Sutherland que por desgracia para la peli, aparece poco.

Entretenida. Si merece la pena pagar los seis o siete euros en taquilla, eso es muy subjetivo, aunque supongo que en gran pantalla ganará mucho por su riqueza visual y la fantástica banda sonora.

Esto es lo que hay señores, esto es el cine USA de hoy día. No hay más.

Si quieren buenas historias, personajes complejos y de carne y hueso y emocionarse ante una pantalla, vean una serie de TV de la HBO, ShowTime, AMC etc.

Estupendo primer tercio de ésta entretenida película inspirada en el honor y el orgullo romano. Comienza con fuerza, con dramatismo, con un centurión que pretende lavar la honra de su padre, que ha perdido la mítica legión IX. Y para ello despliega un impresionante alarde de valor. Pero su misión, recuperar el Aguila, es una aventura ya muy alejada del "peplum", y se convierte en una aventura arriesgada y temeraria. La mayor verguenza de una legión romana era perder su estandarte, ya lo dice el protagonista "No es un trozo de metal, es Roma". Pero todo es descafeinado, tibio, lento. Los protagonistas no conectan, al menos conmigo, y la última parte de la película es bastante desafortunada. Pocas emociones para tratar el tema que trata, y, como digo, todo un poco sosete. Le doy un 5 por la espectacular media hora inicial, luego es una peli normalita de aventuras, con unos Pictos ( la tribu Foca) un poco "africanizados". El Imperio Romano merece más grandeza, aunque sea en el cine. Discreta, pero entretenida.

Ambientados en la época de la antigua Roma se han rodados desde los más infames peplum hasta prodigios de la ambientación como la serie "Roma". Por suerte, esta última parece que ha creado escuela y los realizadores de la "Legión del Águila" se han ceñido a ella.

Cualquiera al que le guste y conozca este periodo histórico disfrutará con esta película, empezando por su cuidado comienzo, en el que con unas pocas pero seguras pinceladas se describe de manera fidedigna la vida en un cuartel romano, y la trepidante batalla que le sigue. A partir de ahí la película no tarda en convertirse en una suerte de road-movie de la antigüedad en la que el protagonista busca redimir el honor de su familia mancillado por la derrota de la legión de su padre veinte años atrás. Esta parte, narrada con ciertos altibajos puede aburrir a ratos pero hay que reconocer que transmite verosimilitud y hace creíble el mundo frío, terrible e inhóspito que describe más allá del linde de la civilización que representa el muro de Adriano. La única pega de esta descripción son los guerreros pictos que retrata, más parecidos a indios iroqueses que a celtas ingleses... eso y lo tremendamente desaprovechado que está un actor del carisma de Mark Strong en un papel secundario que apenas pasa del nivel de un cameo.