Twin Peaks: Fuego camina conmigo

Twin Peaks tiene todos los ingredientes que caracterizan el cine de David Lynch: personajes extraños, situaciones de lo más variopintas, escenas muy sensuales, atmósfera paranoica... y en esta película todos esos ingredientes están hechos con una gran calidad y además aderezados con una excepcional banda sonora.

Durante la película llegue a dudar de quien tenia mas problemas con la coca, si Laura Palmer o David Lynch, no se si llegue a pillar todo lo que quería decir el director, pero me da lo mismo si no fue así porque pase un buen rato viéndola, además me dió la dosis de ralle que buscaba. A los seguidores de Lynch les va a encantar.

David Lynch aprovecha el tirón de Twin Peaks narrando los sucesos que anteceden al episodio piloto, pero sin llegar al nivel que podríamos esperar de un director como él.
Hay que reconocer que en algunas escenas se nota la mano maestra de Lynch con esa presentación visual que roza el surrealismo y que lo ha convertido en un director de culto, y algunos momentos de tensión que merecen la pena. Pero la mayor parte de la pelicula es plana, y da la sensación de ser un intento de exprimir el filón de la serie de televisión, y de paso añadir algunas escenas "subidas de tono" que obviamente hubieran sido imposibles en la serie.
Solo la recomendaría para fervientes seguidores de Twin Peaks y del propio Lynch.

Después de devorarme la serie entera en dos semanas me dispuse a ver la película evitando cualquier excursión a Wikipedia o IMDB que me diera pistas sobre el argumento. Tonto de mí tenía esperanzas de que esclareciera el final de la serie, que hubiera sido lo lógico, pero claro, con Lynch la lógica se retuerce, se vuelve del revés y se pone a bailar un foxtrot.

Que no se me malinterprete, la película es muy buena y me ha encantado, pero creo que fue un error por parte de Lynch centrarse en mostrar de forma directa hechos de los que ya conocíamos detalles a través de la serie, y además dejar aún más cabos sueltos relacionados con personajes exclusivos de la propia película.

Al margen de esto, me ha resultado curioso que la película adolece del cambio de ritmo que padeció la serie, pero concentrado en dos horas: arranca estupendamente con las investigaciones de Chris Isaak, se presentan personajes interesantes que parece que van a tener más desarrollo, pero hacía el tercer cuarto cae en un parón al centrarse demasiado en las juergas y neuras de Laura Palmer, retomando el ritmazo para el final.

Con todo y con eso, la película tiene un fotografía fantástica, reserva varias secuencia dirigidas con mucho pulso que te tienen en tensión absoluta, tiene grandes dosis de surrealismo lynchiano, y vista sin mis ansias de saber más allá del final de la serie es un pequeño regalo para los fans.

Pero que yo quería la película de Dale Cooper, no de Laura Palmer...

Twin Peaks: Fuego camina conmigo de David Lynch es un thriller psicológico precuela de cine independiente norteamericano de la gran serie de televisión del mismo nombre, considerado por sus seguidores como una película de culto. Dirigida con un ritmo tranquilo y con el mismo estilo enrarecido de la serie aunque con una atmósfera turbia menos elegante, es una obra que aunque sin brillo, pone pies al comienzo de la historia y muestra al espectador la vida real de Laura Palmer días antes de su muerte, siendo por tanto un film necesario para todos los amantes de la serie. Realizada de manera capacitada tiene un resultado arrollador que gustará a todos los seguidores del director y de la trama en particular.
La fotografía es alusiva y emplea la luz tenue en unas cuidadas en detalles imágenes confortantes, que añaden misterio al film en una labor estéticamente trabajada. La música es rítmica y estimulante en unos sonidos hipnóticos que vuelven a cautivar al público con la intriga y profundidad que suma la banda sonora de Angelo Badalamenti. Los planos y movimientos de cámara completan un estupendo trabajo técnico a través del uso de los detalles, plano-contraplanos, generales, seguimiento, circulares y subjetivos.
Las actuaciones son competentes y correctas. Como protagonista Sheryl Lee está como principal en esta ocasión en una decente labor y vuelven al elenco actoral Ray Wise, James Marshall, Dana Ashbrook, Kyle MacLachlan, Eric DaRe y Frank Silva entre otros y aparecen las nuevas caras de Moira Kelly, Chris Isaak, Kiefer Sutherland y Harry Dean Stanton. La dirección artística emplea para estos unos vestuarios y caracterizaciones elegantes e impolutos por un lado y pertinentes de las gentes del pueblo por otro, siguiendo la misma línea que la serie.
El guion, escrito por David Lynch y Robert Engels, es una precuela que nos sitúa una semana antes del asesinato de Laura Palmer, mostrando su entorno y lados ocultos de lo que realmente pasaba en su vida, y lo hace con profundidad, penetrando en los seguidores de la serie al crear el ambiente apropiado aunque sin llegar al nivel de los mejores capítulos de la serie. Esto se lleva a cabo con una narrativa intrigante en sus múltiples enigmas, con más insidias y claridad que en la serie al ser en esta ocasión más expresiva y sombría.
Concluyendo, la considero una digna precuela que da varias explicaciones y sitúa al espectador en lo que ocurrió verdaderamente en el asesinato de la conocida Laura Palmer, mostrando su vida oculta y atando con ello varios cabos sueltos que dejan algo más cerrado el círculo Twin Peaks. Recomendable por su dirección, guion, fotografía, música, vestuarios, caracterizaciones y narrativa que vuelven a Fuego camina conmigo, un film notable y muy indicado para los amantes de una de las series más reconocidas y con mayor repercusión mediática de la historia.

Caminando por las habitaciones rojas del otro lado de la realidad, Laura Palmer se adentra hacia logias negras cuyos viscosos rincones anuncian un futuro que no existe, sin salvación, el sendero de una autodestrucción que moldeará misterios irresolubles, pero revelará verdades aterradoras.
Son los últimos días de un ángel sin alas precipitado a la muerte.

La muerte se intuía desde otra parte. El 16 de Febrero de 1.991 ABC cancela la serie que había cambiado y pervertido para siempre el concepto de "drama policíaco televisivo"; por fortuna aún le quedaban unos meses más de vida, pero la de David Lynch ya estaba marcada por la amargura y el dolor al ver lo que hicieron a su creación. Dos días antes, curiosamente, firmaba un contrato con una productora francesa que le acabó tentando con la jugosa idea de un proyecto derivado de la serie; para él, que admitió "Estoy enamorado del lugar, es como un cuento de hadas...tenía que volver", era su oportunidad para seguir extendiendo el universo único de "Twin Peaks".
Lo malo es que casi nadie entendió la razón y le abandonaron, desde Mark Frost a Sherilyn Fenn pasando por Lara Flynn Boyle, incluso MacLachlan, hartísimo de su papel. Tal vez sólo él sentía la belleza de un proyecto así, una evocación, un sueño cumplido; "Fuego, Camina Conmigo" es por tanto un planeta extraño al margen de la serie aun conectada desde diversas zonas, regalo para el incondicional fan y a la vez causante de una potente desconexión/cortocircuito de su conocimiento previo. Y su largo prólogo, a modo de "capítulo 0", lo ejemplifica a la perfección...

Recursos narrativos/visuales similares, un reflejo torcido, tras el gran estallido de un televisor (evidencia de que Lynch quiere desligarse del medio): el cuerpo que va flotando por las aguas de un río no es el de Laura, es el de Teresa, mencionada por Cooper en aquel lejano piloto; sólo Gordon une ambas historias. Este crimen, raro y salvaje, se le asigna a una pareja en las antípodas de Cooper y Rosenfield: el cantante/actor Chris Isaak es una versión estirada, dura y callada del primero, mientras el joven Kiefer Sutherland es su "side-show", la versión despistada, algo torpe del Watson de Sherlock Holmes.
Y el lugar que visitan es el absoluto anti-Twin Peaks. En Deer Meadow pesa un clima desagradable y turbio, no huele a café ni a tarta de cerezas, no hay Gran Hotel del Norte sino un sucio parque de caravanas, aquellos agradables Truman, Andy y Lucy tienen aquí unos repelentes análogos y en lugar de la afable Norma Jennings está esa arisca fumadora Irene en una RR vacía, espeluznante, llamada Haps Diner. Pareciera un pueblo ocupado por los malos "doppelgängers" de los habitantes de Peaks. Entre gotas de humor ácido, todo son códigos y símbolos, deslizamientos a callejones sin salida, a veces referencia a la serie pero engendrándose por el camino todo un mundo que se rige por sus propias reglas.

La dama de la rosa azul, fuente viviente de pistas a descifrar, más allá la oficina del F.B.I., donde se recibe al trastornado Jeffries (un genial David Bowie), quien avisa de la dudosa identidad de Cooper (mucho antes de que su "otro yo" quede atrapado en los confines de la Logia Negra); descarada manipulación del espacio-tiempo bajo el constante signo de la amenaza y la premonición donde hechos del futuro afectan a los del pasado, una visita a la inquietante Logia, la "T" bajo la uña de Teresa (igual que la "R" bajo la de la Laura)...y un anillo como portal entre realidades (al igual que el cuadro) cuyo símbolo es el de la Cueva de la Lechuza de la serie: un rombo (la Logia Negra) entre dos picos (Twin Peaks).
Cooper despide este prólogo de poderosa imaginería con su clásico mensaje a Diane, señalando lo fallido del caso (o tal vez la innecesaria razón de ser del mismo prólogo). Y ahora sí, volvemos a nuestra Twin Peaks, la cálida atmósfera y el olor de los abetos Douglas son realzados por la hipnótica belleza de Sheryl Lee encarnando, por primera vez en presente, a Laura, que va de camino al instituto; esto es un sueño hecho realidad para nosotros, los fans...pero a espaldas de todo sueño se agazapa una horrorosa pesadilla, y es la que vive la misma protagonista.

(CONTINÚA LA CRÍTICA EN ZONA SPOILER)

Lynch ha cruzado las más imposibles dimensiones en su visión del terror que subyace en las profundidades de Norteamérica y de la misma Twin Peaks, ha hecho lo que nunca pudo en la serie, pero ni es bien recibido en su llegada a Cannes, ni recompensado con una buena taquilla ni aplaudido por la crítica. Su sueño pasa aquel 1.992 entre la aversión y la indiferencia; sólo con el paso del tiempo y el cariño de los fans irá adquiriendo el valor que se merecía.
La "garmonbozia" de nuevo en forma de maíz guisado, "Bob" ya dueño de Leland, el cuerpo flotando con las primeras luces del alba esperando a ser encontrado por Peter en la mañana del 24 de Febrero de 1.989. Cuando volvamos a ver a Laura ya será parte de la Habitación Roja junto a Cooper y su ángel guardián, en paz...