Matilda

Con un argumento convincente y muy poco visto (una niña superdotada con unos padres que la tratan injusta y estrambóticamente, en vez que inculcarle los valores necesarios durante la infancia), Matilda es una película para niños que nos toca la fibra también a los no tan niños. Ella se da cuenta desde pequeña de la incapacidad de los adultos que la rodean de ver lo que ella ve, de su desinterés total y absoluto por la cultura y la educación, y hace todo lo posible por no acabar así, mantiene despierta su curiosidad natural y su personalidad arrolladora, e intenta convencer a los demás niños de que hagan lo mismo y no se dejen llevar por lo que los adultos dicen que está "bien".

Los padres de Matilda, Danny DeVito y Rhea Perlman (que además son pareja en la realidad) no se preocupan para nada de que su educación y crecimiento sean adecuados y son una sátira de lo que tristemente es una realidad: los muchos padres que no pasan el tiempo suficiente con su prole y que están más interesados en un estúpido concurso de televisión que en las aptitudes de sus propios hijos. Son desternillantemente necios, incultos e irresponsables, al igual que la directora del colegio, Agatha Trunchbull (Pam Ferris), que intentan obstruir el brillante camino futuro de Matilda y consideran sus increíbles capacidades intelectuales como algo inútil que nunca le servirá para nada. Sin otro estímulo que su profesora, la señorita Jennifer Honey (Embeth Davidtz) Matilda intentará desarrollar sus conocimientos e intereses, seguir aprendiendo y conseguir la respuesta a sus inquietudes. Matilda está preparada para cualquier cosa, es una niña ejemplar a pesar de no haber tenido unos padres que lo sean, y demuestra una gran madurez para su edad, todo ello mostrándonos siempre la parte más tierna y dulce de la vida: la infancia.

Acertada incursión en el terreno de la realización de un Danny DeVito que también protagoniza junto a su mujer, Rhea Perlman, y la encantadora niña Mara Wilson, un ejemplo perfecto de lo que debe ser el cine familiar. Un humor blanco, que no ñoño, y un ritmo estupendo que permite que el continuo revisionado al que a veces obligan los niños no se convierta en una tortura.

La película, basada en el relato corto de Roald Dahl —brillante escritor de cuentos infantiles— es básicamente una fábula sobre el poder de la razón en un mundo dominado por la estupidez, lo que la hace recomendable a todas las edades y culturas. Pero además es una comedia de enjundia, con momentos realmente brillantes y unos personajes de mucho peso (literalmente en el caso de la directora Trunchbull).

Para la posteridad deja, además, frases de referencia que pueden convertirse luego en coñas familiares, como el título de mi crítica, o lugares míticos, como el asfixiadero, de una originalidad innegable.

Simpática, entrañable y muy divertida película.

　

Pese a su apariencia de producto destinado al público infantil, quien la visione pronto se dará cuenta de que que lo que tenemos aquí es una historia con paradojas, metáforas y matices perfectamente entendibles a un público juvenil-adulto, personificado en un humor mas bien negro, y unos personajes, los padres de Matilda, la aterradora directora Trunchbull, en una por otra parte, en una memorable interpretación de Pam Ferris.

　

Esa es la clave de este film dirigido con oficio por Danny DeVito, una historia que atrae, entretiene y alecciona a espectadores de cualquier edad, pero que sobre todo, divierte por su asombrosa protagonista, Matilda, una pequeña niña, cuyo cerebro y corazón son mas grandes que cualquiera de los seres que le rodean y cuyas capacidades y dones la harán hacer frente a un mundo a su vez encantador y aterrador, esa es Matilda, un rayo de luz entre la oscuridad, personificada en un tétrico colegio dominado por la terrible señora Trunchbull. Taimada, llena de odio y desprecio a todo ser que le rodea pero muy especialmente a los niños, una dictadora cruel que abusa de su poder ante las pequeñas y débiles masas que están bajo su dominio.

　

Aquí nos encontramos la metáfora del abandono de los niños por parte de los padres, dejándolos en esa cárcel-escuela sin preocuparse de su suerte durante gran parte del día, regresando estos a su hogar incapaces de confesar nada ante el terror que sienten hacia Trunchbull.

　

Y será precisamente Matilda, quien con su bondad y poder que se manifiesta ante la rabia y furia que le produce la maldad e injusticia de quienes le rodean, especialmente su familia, sobre todo su padre, un estafador, orgullosos de serlo, baste con ver como intenta enseñar a su hijo el "oficio". quién finalmente impondrá la justicia en el injusto mundo en que le a tocado vivir.

　

Así pues Matilda supone una gran historia que no solo resulta de lo mas divertida, con una encantadora y adorable protagonista(Mara Wilson en el papel de su vida) sino que nos enseña valores que nos pueden ser útiles tengamos la edad que tengamos.

　

Y a propósito, pese a tener ya su añitos, no ha envejecido nada de nada.

　

Gracias.

Matilda es una película hecha para todas las edades pues la he visto y también he disfrutado con ella.
Película dirigida por De Vitto y hay que decir que no está mal, la historia resulta entretenida y creo que puede ser un placer para todo niño y para los mayores recordar emociones de niños.
La historia tiene unos personajes muy divertidos sobre todo los padres de Matilda resultan divertidísimos al igual que la directora de la escuela, hay que decir que en todo cuento para niños los más aburridos son siempre los buenos como es el caso de Matilda y su profesora, son los buenos de esta historia.

Es un film hermoso. No es solo para niños, diría yo que los padres la van a disfrutar más que los hijos. Humor del bueno, bien ideado, magnífico. La niña es, además de bonita, una buena actriz. Los personajes tienen ese toque humorístico genial.
La mejor película infantil (con actores humanos, no caricaturas) de todos los tiempos. Únicamente brillante.