Pena de muerte

Cinta buena en general con un Penn perfecto, una Sarandon a medio gas y un Robbins que casi consigue completar la historia pero no llega al máximo nivel. Si la banda sonora es magistral y el dueto de Sarandon con Penn funciona muy bien, se echa en falta algo más de tensión durante su desarrollo y giros más inesperados. Se ve con mucho interés y se demuestra la gran valía de los primeros planos y diálogos. Únicamente le falta no llegar a atrapar. Buena película arriesgada y buena dirección de Robbins que no llega a completar una historia muy interesante.

Gran película de Tim Robbins como director, en la cual hace una crítica a un tema que está sonando con fuerza aquí en España: La pena de muerte. Ya sabemos que Susan Sarandon al igual que Tim Robbins están en total desacuerdo respecto a este castigo. En la película Susan Sarandon interpreta a la hermana helen Prejean, la cual intentará conseguir la absolución y paz espiritual de Patrick Sonnier( Sean Penn)y que a su vez va a visitar a las familias de los dos niños asesinados. De esta forma el director nos ofrece dos perspectivas diferentes de vivir la situación.
Es muy fácil decir que estás en contra de que se ejecute a una persona por el motivo que sea, ya que no somos nadie para quitarle la vida a una persona. Pero¿ y si a la persona que asesinan pertenece a nuestra familia o alguien muy cercano a nosotros que opinaríamos cómo reaccionaríamos?
Si a la señora Susan Sarandon y al señor Tim Robbins les tocase vivir un episodio de estos en sus carnes no creo que mostrasen su rotunda oposición a este tema.

Esta película nos muestra distintos dramas, situaciones y sentimientos, sobre un tema que puede llegar a hacer muy controversial. Desde un principio dejo claro mi punto de vista sobre la pena de muerte; estoy a favor, pues considero que aquel que arrebata una vida a sangre fría, merece como castigo la muerte “cada acción debe tener iguales consecuencias”
Este film ha hecho que observe con un poco mas de atención el drama que vive quien ha cometido un crimen, hasta el más cruel y vil de los villanos merece ser escuchado, merece una oportunidad, y merece que alguien se apiade y tenga misericordia por él, aunque sigo sosteniendo que el castigo justo para esta persona sería la muerte, no por eso debemos olvidarnos de que es humano, y esto nos ilustra este film, de una forma muy clara y convincente, con buenas interpretación, un magistral guión de los mejores que he visto y una dirección justa por parte de Tim Robbins.
También ilustra la lucha de los distintos implicados por tratar de mitigar su dolor e encontrar la sensación de paz interna.
Algo me deja muy en claro este film, todos somos humanos, merecemos sentirnos como nos sentimos por las situaciones que nos agobian todos los días y nadie tiene derecho a juzgarnos por eso, y hasta el más cruel y vil merece misericordia, aunque no podamos comprender como alguien está dispuesto a brindársela indiferentemente en que creamos o no en un Dios.

Escrita y dirigida por Tim Robbins , basada en una historia real, sobre un hombre condenado a muerte por asesinato, el filme en sí y entrando directamente en la trama es una de las críticas más fuertes hacia la pena de muerte, hacia la libertad desmedida de decidir sobre la vida de una persona, hay que sentarse y visualizar lo absurdo de tal acto, ¿Quién en su sano juicio, bajo cualquier inútil alegato puede sentenciar a alguien a morir?, el tema es para un debate extenso, porque en contraparte también hay una realidad, la existencia de seres humanos tan perversos y peligrosos que la muerte parece la única solución. Sin embargo el asunto de emitir un criterio de culpable y una condenatoria a muerte parece ir más allá de cualquier sano juicio, eso parece más a un ego que quiere tomar la decisión de vivir o morir, cortando el ciclo natural, e irrespetando una fuerza más grande que nos hace entender eso de esta manera. Matar esta malo, y no podrá ser justificado de ninguna manera. Hablando ya del filme, Robbins denota una madurez suprema a la hora de relatarnos la historia, sobre todo desde un plano de un desarrollo ejemplar de los personajes, increíblemente interpretados por Susan Sarandon y Sean Penn, las actuaciones son entregadas, de un matiz humano enorme, junto a ello un guion que da precisión al relato, soltando por partes la verdad, haciéndonos testigos incrédulos sobre la culpabilidad del Matthew (de las pocas películas que el uso del flashback es correcto). Con mano firme, honesta y muy crítica, Pena de Muerte nos muestra culpables y víctimas, porque todos son eso al final, una relación de amor al prójimo ejemplar, de entrega sin prejuicios; las últimas semanas de un hombre que desde la decisión infame de un juez, anda caminando muerto. Sublime.

Lo bueno

La dirección de Robbins, pausada y enfocada en lo humano, con una gran noción hacia hacerla lo más visual posible (técnicamente muy eficaz)

Un par de interpretaciones geniales, Sarandon y Penn devoran sus personajes.

La crítica directo al grano, la descision de quien vive y quien muere no es para ningún criterio humano, bajo ninguna circunstancia.

Un guion solido narrativamente y de técnica también.

Lo Malo

En realidad Pena de Muerte toca niveles de maestría en muchas secuencias, no hay nada que sea tan reprochable como para ponerlo como malo, tal vez hay una visión muy religiosa del tema desde la perspectiva del personaje de Sarandon, pero es obvio que es lo que se quiere lograr, comparar las leyes del hombre con lo que se dice en la biblia, ese miedo de morir sin saber si hay o no redención, de conocer la misericordia. Sin embargo esto no es del todo malo porque en general no se sobre utiliza de este elemento comparativo, es más una percepción personal de este servidor, una película de 10 es algo mas sensorial y personal.

Supongo que hay que ser muy cabrón, malo por naturaleza (o con las facultades mentales muy mermadas), para llegar al momento cierto en que se va a morir y no derrumbarse. Susan Sarandon y Sean Penn se enfrascan en un tour de force realizando unas interpretaciones sublimes, con un cambio de registro más acusado en él, que pasa de la 'medio chulería' de la primera aparición a mostrarse como un humano al final. En ningún momento se pone en duda la culpabilidad o inocencia del reo, que queda contrastada perfectamente en todo momento; sino que se hace hincapié en la vida de 'después de' tanto de las familias de las víctimas como del culpable. Un gran trabajo tanto de dirección como de interpretación.