Trainspotting

Existe un antes y un después de esta obra maestra. El universo creado por Trainspotting golpeó agresivamente la sociedad británica y europea. Deliciosamente estética y reaccionaria fue capaz de desorientar hasta la crítica. Un estilo nunca antes inventado. Un argumento nunca antes tan atrevido. Una banda sonora que perdura todavía hoy en las retinas sensoriales de los que la vieron hace más de una década. Un acertado escupitajo de Boyle que dibuja lo peor para conseguir uno de los mejores filmes británicos de todos los tiempos, ¿aún no lo has visto?

La votaciones de ésta película podrían explicarse por la teoría de efecto rebaño,que no es más que hacer correr un rumor y que el resto de la gente lo expanda,es decir,se dice que este bodrio de película es increíble y la gente le da 3 o 4 puntos más de lo que realmente es.Es cierto que trata un tema que llama la atención,las drogas,pero es una historia muy plana,lenta y con un exceso de violencia innecesario.

El efecto Ewan Mcgregor también es importante,un acorazo en esta película hará que sus grupos lo idolatren.

Por tanto,y siendo generoso,un 3.

Comedia vacía, un entretenimiento sin un gramo de contenido.
Es peliagudo hablar de drogas sin rigor y la mayor parte de esta película gira en torno a las drogas y las trivializa descaradamente. La película puede resultar graciosa cuando trata otros temas (el sentido del humor es subjetivo), pero en algunos momentos roza la apología de la drogadicción y eso me parece que no tiene ni pizca de gracia. Esta mezcla de drogas y comedia no funciona porque se resta importancia al problema. La parte crítica se diluye en las anécdotas hasta desaparecer (por ejemplo, las descripciones de los "monos" son muy blandas). Únicamente funciona como crítica la minihistoria del amigo inicialmente sano que acaba enganchado. Además, la película no es objetiva sobre las drogas: por el tratamiento de las escenas y el uso de la música, la mayoría de las veces presenta las drogas como algo "divertido".

En cuento al estilo:
-Induce a la trivialización de lo que cuenta, a quitarle importancia.
-Abusa de la voz en off, la mayoría de lo que conocemos de la historia es a través del narrador, muy pcoas veces a través de las imágenes.
-La película está dirigida desde el montaje.
-Contiene algunos diálogos intrascendentes estilo Tarantino.
-Hay partes que parecen un videoclip: varias veces, las canciones de la banda sonora se adornan con imágenes y no al revés (es penoso cómo se cuenta el traslado a Londres).
-Dirección artística pretendidamente marginal pero de diseño apreciable.

No, "Trainspotting" no es una película sobre las drogas sino sobre drogadictos, lo cual es muy diferente. Por ejemplo, "Diario de un rebelde" (1995), sin ser ni mucho menos una obra maestra, no deja de ser una aceptable propuesta sobre los efectos devastadores del consumo de drogas. Sin embargo, aquí no existe esa intención pedagógica o de denuncia sino de lo que se trata es de contarnos las andanzas de un grupito de enganchados, puestos como héroes. Lo peor es que aquí redención hay poca (SPOILER). No nos engañemos, hay muchas anécdotas, batallitas, paridas y situaciones ridículas pero nula reflexión, análisis psicológico, diálogos, descripción contextual, antecedentes o una historia bien trenzada. Si como drama es bastante torpe como comedia nos ofrece una mirada de una extraordinaria frivolidad. Hay que caer muy bajo para reírse con o de estas personas.

Claro que si lo que queremos es la novedad, independientemente de lo que ésta represente, y el mal gusto, pues a lo mejor os gusta. Por ejemplo, ¿cuando se ha visto que el bueno, el héroe, de una película sea un heroinómano, además de ladrón, delincuente y camello ocasional, en cierto modo, orgulloso de serlo? Pues no recuerdo. Es más, existe cierta delectación, cierta justificación en retratar este estilo de vida alternativo y libre que incluye el consumo de drogas, lo cual es, además de inédito, inmoral. Seguro que a más de un espectador le han dado ganas de drogarse o seguir enganchado gracias a este trabajo. Del mismo modo, este filme tiene momentos realmente asquerosos. La escena del wáter es para vomitar literalmente. Dicho lo cual, el filme tiene cierto estilo, alguna idea interesante y una buena banda sonora. De todos modos, resulta muy insuficiente.

Con un lenguaje más propio del videoclip y de la realización televisiva y a pesar de su perturbadora trama (los efectos de la adicción a la heroína en un grupo de colegas de Glasgow), se convirtió en una de las películas británicas más taquilleras de todos los tiempos. La poderosa creatividad de su fotografía y su actitud nihilista encajaba perfectamente con el espíritu de los noventa.

La película muestra una presentación sórdida y carente de estilización de la rutina del drogodependiente. El abuso de las drogas se presenta como una opción llena de atractivo. Es así como la mugre y el detrito invade los espacios donde se mueven los yonkis. Degradación del entorno que es un reflejo de su propio interior, cuya única razón para existir es conseguir dinero como sea para la próxima dosis. La ausencia total de esperanza lleva a los toxicómanos a una espiral de autodestrucción y a un círculo vicioso, en donde la droga está por encima del amor y del sexo.

Fundamentalmente, la narración en off del protagonista impone su punto de vista de los hechos contados.Todo gira en torno al personaje protagonista principal, Renton. Desde la ironía y el cinismo, Renton significa la denuncia a la miserable uniformidad burguesa consumista. Su propia vida es parecida, ligada a la adicción a la heroína y a la renuncia de cualquier esperanza de futuro. La negativa del director a adoptar una postura moral es de lo más acertado de la película.