Green Book

PETER FARRELLY tiene una amplia filmografía destinada a comedias gamberras sin grandes pretensiones pero esta vez, en solitario, cambia su registro con gran acierto.

Para ello, se adentra en una trama que nos muestra las vicisitudes de una extraña pareja. Por un lado tenemos a un extremadamente refinado artista de piano y por el otro, a su rudo y humilde conductor. Ambos se adentran por el racista mundo del sur dando una serie de conciertos para la rancia y blanca sociedad de dichos lugares. Historia basada en hechos reales y que en los títulos de crédito nos muestra una reseña de los verdaderos protagonistas acompañada de sus respectivas fotos.

Ambientada en los años 60, la aventura comienza en el BRONX para iniciar un largo viaje de dos meses visitando multitud de ciudades de sur.
Con esas premisas, la historia fluye siendo el principal hilo conductor la relación de la extraña pareja, con situaciones que retratan la triste sociedad racista del sur. Pero FARRELLY, aunque toma un nuevo camino, lo aborda de una manera brillante y no abandona su sello, impregnando todo el metraje de un humor elegante que consigue que la sonrisa no se vaya de las caras de los espectadores.

Como virtudes hasta este momento de la crítica, además del humor reseñado, cabe destacar una excelente ambientación. Pero el plato fuerte del film es la pareja protagonista, con una química excepcional y con unas actuaciones más que meritorias. Es maravilloso observar cómo se complementan las dos formas de vida tan opuestas, retroalimentándose una de otra para ampliar conocimientos y acercar a mundos tan distantes. Un PIGMALION, un MY FAIR LADY, un PASEANDO A MISS DAYSI pero con distintos protagonistas y abriendo horizontes.

VIGGO MORTENSEN es TONY LIP un duro italiano, glotón, obeso, humilde, que se busca la vida y que la socarronería es su plato fuerte.
Mientras, MAHERSHALA ALI es el refinado músico, extremadamente educado y pedante en multitud de ocasiones. Con una “percha” intachable y con una educación exquisita.
Ambas actuaciones rozan la perfección pero sobrecoge ver a MAHERSHALA introducirse en tan peculiar y excéntrico personaje, acostumbrado a verle en duros personajes. En esta ocasión, pese a su forma de marcar las distancias, con una sonrisa, creara en el espectador unas terribles ganas de abrazarle. A título personal, el músico ya me ganó desde el momento que se declara un amante del CUTTY SARK, afición que compartimos…

Por último y a título personal, comentar que estamos ante una historia que nos muestra la triste realidad de los clasismos, de los malos corazones y de cómo en la mayoría de las ocasiones, los humildes son mucho más cercanos y empáticos con quien les rodea. De cómo el intercambio cultural es básico y enriquecedor y sobre todo, de que en el fondo, todos somos mucho más parecidos de lo que nos creemos. Para finalizar, agradecer a FARRELLY que muestre el horrible racismo sin tapujos, pero sin necesidad de excederse con el melodrama y acercándose a un acertado humor latente y continuo durante todo el metraje. Aunque la radiografía no es el propio racismo si no las relaciones personales entre los que son distintos.

LA DIGNIDAD SIEMPRE PREVALECE (O NO).

Polos Opuestos

Green Book se desarrolla en los Estados Unidos de los años 60, donde prevalece el racismo en la mayoría de estados. Nuestros protagonistas, un blanco italoamericano llamado Tony Lip (Viggo Mortensen), que se ha formado en los suburbios del Bronx y vive con su gran família. Y por el otro lado tenemos a Don Shirley (Mahershala Ali), un hombre de raza negra que vive solo con su riqueza.

Dos personas de mundos totalmente diferentes se enfrentan a un largo y duro viaje hacía su interior. A lo largo de la película vemos como esas diferencias tendrán que ir desapareciendo debido a varios acontecimientos que pondrán a cada uno en la piel del otro.

El director nos marca muy bien el estilo de vida y la personalidad de cada uno de ellos, haciendo así que el público conecte con cada uno de los protagonistas y creando de esos polos opuestos una bonita historia sobre la amistad.

La carretera como metáfora

En muchas otras ocasiones se ha utilizado la carretera como metáfora de viaje al interior del ser humano o del camino hacia la muerte (Thelma y Louise, The Road). En este caso, nuestros protagonistas, a medida que se alejan de casa, irán descubriendo que sus prejuicios y sus ideales quizás no sean los correctos.

El viaje comienza con un Tony Lip racista, que seguidamente trabajará para un hombre negro y que le enseñará de primera mano que las ideas que le han enseñado desde pequeño y lo que el mismo ve por la calle no son la mejor opción.

A medida que el cuentakilómetros del coche va subiendo, Tony y Shirley aprenderán y cambiarán su forma de ser hasta llegar al final de la carretera donde se encontrarán a lo mejor de ellos mismos.

La violencia no es el camino

Shirley (Mahershala Ali) tiene las cosas claras, la dignidad es lo primero y aguantar el tipo es de valientes. Quiero remarcar este mensaje de la película, la violencia no lleva a ninguna parte.

Tony (Viggo Mortensen) es una persona violenta, que cuando alguien no esta de acuerdo con el o no le gusta algo recurre a la violencia, en la película se remarca como un recurso desesperado y de necios. Tony aprende a lo largo del film que no es la solución, todo y que a veces le salga solo. Que es de valientes la dignidad y el uso de las palabras.

Conclusión

Green Book nos viene como anillo al dedo en una época de violencia donde sobran muertos y faltan palabras. Peter Farrelly nos trae su mejor película con un reparto de Oscar. Una película fresca, llena de humor y recordando lo que es el ser humano en realidad, un ser necesitado de compañía y amistad.

Escrito por Iván Pinto Velasco
https://cinemagavia.es/green-book-pelicula-critica/

La larga campaña de galardones estadounidenses está próxima a su fin, con la celebración muy pronto de la 91ª gala de los Óscar. Y las pocas películas importantes de este recorrido académico y mediático que queden por cubrir recibirán su turno. Estas son, que duda cabe, las nominadas a mejor película. Algunas no estaban en el radar antes de la ceremonia, y fueron los contextos laureados los que pusieron el foco en la película presente, popular y fuerte en las apuestas desde que ganara el Premio del Público en el Festival de Toronto. Un reconocimiento que la apuntaló a nivel mediático, de modo que está siendo un éxito en la taquilla española. Hablamos de Green Book, dramedia basado en hechos reales dirigido por el otrora director de comedias gamberras Peter Farrelly. Película que a priori no tenía especial interés en ver, pero cuya popularidad y mi afán completista me llevó a ver más pronto que tarde para poder opinar en los Oscar con propiedad. Por lo pronto, contar con Viggo en el reparto es un activo muy importante, pues el actor es siempre una garantía. Si bien el tema racial lleva tiempo saturándome, todavía hay mucho margen para la sorpresa con nuevos enfoques y tramas que lo incluyan. Y una película entrañable y amena no pide pan, cuanto menos siempre será agradable de ver. Mis bajas expectativas se confirmaron al abandonar la proyección de una película que tan sólo definiría como disfrutable. Una película divertida centrada en dos actores en plena forma, pero simpática desde el enfoque más típico, plano y sencillo, con réditos creativos muy bajos.

Voy a hacer un "Green Book", que es hablar de algo sin decir nada nuevo. Así, de entrada y como recordatorio, el largometraje se inspira en una historia real, la gira musical de un pianista negro y su conductor blanco por el sur de los Estados Unidos en el año 1962; que ha ganado tres Oscars, uno de ellos a la mejor película; y que viene a ser la versión actual de aquella un tanto sobrevalorada de "Paseando a Miss Daisy" (1989) pero invirtiendo los papeles. Además de todo ello "Green Book" es una comedia dramática, un buddy film, una road movie, una obra que toca el racismo y hasta la homosexualidad, de la mano de Viggo Mortensen y Mahershala Ali, dirigidos por Peter Farrelly.

He leído unas cuantas críticas de esta película y lo cierto es que estoy de acuerdo con casi todas. Por un lado la película es "totalmente predecible y convencional", en ella "todo es sencillo" y sin embargo "esto es lo relevante, funciona", entre otras cosas porque resulta "agradable" pues "resucita la manera de hacer cine del Hollywood de épocas pasadas". Si esperas una historia potente, un análisis profundo del racismo o una crítica inteligente a la sociedad norteamericana de entonces o actual, te va a decepcionar pero con todo no deja de ser "entretenimiento dirigido al público en general y de la forma más digerible". No es una gran obra pero te deja buen sabor de boca.

Una de las mejores películas del año con diferencia, a la par que La Favorita o Roma. Film que a nivel argumental se hace previsible y no sorprende mucho, a excepción de ciertos momentos de la película que juegan muy bien con la temática, la interpretación y la estética. Me encanto el dúo de personajes con magnífica interpretación de Viggo Mortenssen y Mahershala Ali, funciona a la perfección y de verdad logran llegar emocionalmente al público a través de sus situaciones y calidades sociales que aunque sean distintas al final del film, resultan parecidas al final.La temática sobre la discriminación racial por los diferentes estados del sur por la gira de Shirley la veo previsible y tensa.