Pagafantas

Para la gente de mi generación que vive en Bilbao "Pagafantas" resulta una visión bastante más fidedigna de la juventud que algo del tipo "Mentiras y gordas". Las primeras escenas que reflejan la vida nocturna del protagonista y de su amigo (fenomenal Julián López) retratan perfectamente lo que puede ser salir por Bilbao entre semana.

Se habla mucho de la influencia del cine de Judd Apatow en esta ópera prima de Borja Cobeaga pero también se percibe una gran inspiración en la comedia clásica de enredo del Hollywood de los años cuarenta y cincuenta. En la línea de las películas de Howard Hawks la chica , lanzada y resuelta, aparece constantemente para complicar la vida del apocado protagonista. La diferencia es que en aquellos filmes la chica estaba enamorada del chico y aquí , para su desgracia, sólo quiere ser su amiga.

Desgraciadamente y sobre todo en la segunda parte del filme esta mezcla de elementos entre la comedia "costumbrista" con un punto de patetismo al estilo de "The Office" y otro tipo de comedia más "screwball" no termina de cuajar. Parece que se necesitaba una mayor profundidad dramática desde todos los frentes...¿es cosa mía o la actitud del personaje de Claudia es a veces un poco inverosímil? Vemos el sufrimiento de Chema pero quizá habría que saber más sobre qué le atrae de ella y por qué no cambia de parecer.

El toque alocado de una parte de la conclusión añade leña al fuego sobre el patetismo precedente. O tienes un humor muy negro o acaba por darte más pena que risa. Aunque por otra parte hay que elogiar que el director sea consecuente y no caiga en la sensiblería. Pero incluso las series de Ricky Gervais suelen ofrecer algo más de luz al final del tunel.

En todo caso, una recomendable propuesta que hace reír a carcajadas en varios momentos, bien interpretada y que demuestra cierta originalidad en sus planteamientos, lo que no es poco para tratarse de una comedia juvenil hecha en España. Visualmente se hace un tanto televisiva en algunos momentos, pero también tiene algunos instantes rodados o montados con cierta elegancia u originalidad.

P.D.1. Se hace querer Oscar Ladoire, el "Pagafantas" maduro.
P.D.2. Julián López podría haber salido un poco más...espero que algún día le den una película para él sólo

Menos mal que Borja Cobeaga es de los míos.
No es que la película sea una maravilla como muchos quieren hacer creer, pero es un paso adelante.
Por fin se utiliza un poco la cabeza y se intenta hacer reír al espectador sin que este se sienta estúpido. Y se consigue en bastantes ocasiones, algunas quedan algo despuntadas y lástima que el final parece que no se ha sabido redondear, pero deja buenos momentos y sobretodo la sensación de que la comedia española puede tener una vertiente "inteligente". Poniendo más atención en un guión más elaborado, no enlazando sólo gags, y cuidando que todos los personajes sean tan cercanos y espontáneos como el protagonista de esta película, ya se tiene bastante ganado. Alejarse del tono televisivo quizás sea pedir demasiado de momento, me conformaré con que se mire lo anterior.
Pero no todo van a ser quejas, también diré que juega hábilmente con el humor visual y hace partícipe al espectador, y se enorgullece de su condición de rareza que hasta se atreve a incluir una canción de "Manos de Topo" entre Bunbury y Bunbury.
En definitiva, y para no enrollarme más, es una comedia decente y disfrutable, sin esperar la película española del año, pero puedes ir tranquilo que no te tomará por idiota. Quizás por un animal (puedes elegir entre Cobra, Koala o Lémur) pero nada ofensivo.

Veintinueve años después, Óscar Ladoire y Kiti Manver vuelven a ser pareja (frustrada) en una notable comedia española.

No atiendas las voces de los pedantes; Cobeaga y los demás han creado una película digna de verse, sobre todo si eres un amante de la comedia madrileña de los buenos años 80. ¡Qué lástima ver lo que hacéis ahora, Trueba, Colomo! El talento y la frescura parecen haber emigrado a Bilbao, al mismo Bilbao. Y también digna de verse si eres un poco pagafant@s, condición más que frecuente en los cinéfilos.

Me ha parecido excelente. Te encariñas con los personajes al cabo de poco tiempo. Ha sabido acercarse a una generación de humor española que carecía de proyección en el cine. Todo ello sin recurrir a lo chabacano ni a lo tópico ni típico. Todo ello de un modo muy cercano. Desde "Todos los hombres son iguales" o "La Comunidad", no se han vuelto a hacer comedias de gran calidad. Y no soy de los que odien demasiado a Torrente. Es un soplo de aire fresco en un panorama innundado de Fernandos Tejeros y situaciones muy típicas.

Una de las razones por las que le doy esta nota es haber tomado como temática un asunto que siempre ha estado ahí sin darnos cuenta, y se ha transportado por primera vez al cine, habiendo aparecido como mucho en cuatro monólogos.

Otra observación que vengo reflexionando desde hace algún tiempo: Soy Extremeño, no hay ninguna razón familiar ni particular que me una ni al País Vasco ni a Cataluña, pero vengo observando desde hace algún tiempo que las mejores producciones provienen de dichos lares. Seguiré investigando el porqué.

Es difícil conseguir empatizar con el espectador, crear ternura y conexión y estos son los principales aciertos que consigue. Todos hemos sido patéticos por amor alguna vez (muchas veces seguramente), y hemos hecho las cosas mas degradantes y estúpidas con tal de acercarnos a nuestra "media naranja". Este es el espíritu de esta comedia y mucha gente se verá reflejado en los 2 pagafantas el joven y el maduro.
Tanto los patéticos Chema y el tio Julio como la adorable y desquiciante argentinita te los crees, transmiten verdad y resultan entrañables. Seguramente habrá gente, triunfadores de la vida, que jamás han hecho ninguna locura por amor... seguramente ellos jamás habrán estado enamorados.