Fase 7

Esta película del 2010 jugaba a que una pandemia cometía estragos en el mundo. Hoy 2 años después de la aparición del Coronavirus, no parece una historia de ciencia ficción, sino algo de una día común. Mientras la veía pensaba en como las personas que la vieron cuando salió quizás les parecía un invento demasiado rebuscado, demasiada ficción, nada creíble…pues no mi ciela.

En su ópera prima Nicolás Goldbart (director y guionista) nos sumerge en un mundo dónde un virus causa estragos en todo el mundo, la gente se contagia y no saben cómo, caos en las ciudades de gente comprando víveres a más no poder, muchos muertos “caen como moscas” dice un médico. Básicamente Goldbart predijo el corona sin saber que lo estaba haciendo. En el film se pedía que se tomen las mismas precauciones que cuando empezó todo en la vida real, barbijos, lavarse las manos (algo que debería ser normal a esta altura, incluso antes del 2020) muchas cosas que hoy nos parecen parte de la vida, pero antes de que apareciera el COVID, nada de esto se consideraba normal.

Claramente el film exagera algunos aspectos que se vivieron. La cuarentena casi exclusivamente a un edificio (al menos eso parecería). Otra de las cosas que está bien hecho son todos los personajes que hay en este tipo de situaciones. La pareja protagonista que es la típica pareja que vive en su propio mundo, no joden a nadie, no se enteran de nada…en la suya. El que se toma muy a pecho el virus y se venía preparando de hace años, diciendo a todo el mundo que se viene un nuevo orden mundial y todas esas conspiraciones, que quizás son ciertas, quizás no. Lo único que es cierto es que la tierra NO ES PLANA (no tiene nada que ver con el film, pero siempre viene bien recordarlo). Y luego los que se toman la situación muy a la ligera, ninguneando o menospreciando lo que realmente está pasando. No hubo más desarrollo en el tiempo, sino seguro aparecían los anti vacuna.

Las actuaciones están bastante bien todas, incluido Yayo. Si, aunque usted no lo crea Yayo hace una buena actuación, debo decir que me sorprendió. Daniel Hendler es a quien más vemos en pantalla y lo hace muy bien. Siempre lindo ver a Jazmín Stuart actuando y por supuesto el gran Federico Luppi que es uno de esos que parece hacer todo bien.

El guion mantiene el ritmo en todo momento. Tiene una buena banda sonora, que por momentos pare subrayar obviedades de lo que está sucediendo en una pandemia, pero son pocos estos momentos y los sonidos son los que mejor acompañan. Dejan un poco que desear algunos efectos, pero era 2010, le vamos a dar la derecha.

Tres años atrás te decía que es una película pura y exclusivamente de ciencia ficción. Hoy te digo que parece un documental exagerado de lo que paso en 2020. Tiene momentos que te hacen reír bastante, la mayoría de la mano del personaje de Yayo. Pero también tiene acción, suspenso. Va de un género a otro sin escalas, y lo hace bien. No esperes una película extremadamente racional, hay que disfrutarla sin olvidar que es una película, a los 95 minutos termina y se vuelve a la realidad… ¿o será esa la realidad realmente?

Mi recomendación: Es una buena película de origen nacional que llama la atención por lo cerca que está con la realidad, entretiene y no decepciona.

Mi puntuación: 7.5/10

FASE 7 (2010)
Dir. Nicolás Goldbart
Con Daniel Hendler, Jazmín Stuart, Yayo Guridi, Federico Luppi, Carlos Bermejo, Abian Vainstein y Fiorella Indelicato

8/10
Un film que, a pesar de las buenas críticas, en su momento no fue exitosa… pero se volvió de culto gracias a la gente que la sigue recordando… o las que la descubrieron gracias al internet…

Una película que va mejorando cada visionado, un film que predijo la pandemia, lo que sería el encierro, y cómo la gente puede enloquecer, me gusta como vemos el cambio de comportamiento desde diferentes puntos de vista.

Técnicamente es muy simple, pero maravilloso. El director lo filma de una manera brillante, prácticamente con el estilo de música que utiliza recuerda mucho al cine de Carpenter…

El elenco es brutal, logran ser graciosos y temibles al mismo tiempo, siendo el caso de Yayo o también Luppi.

Sin duda, una película nacional de culto en dónde la risa y la tensión está garantizada.

Coco acaba de mudarse a su nueva casa con Pipi, su esposa embarazada de siete meses, cuando su edificio es puesto bajo cuarentena por la aparición de un virus mortal. Rápidamente el aislamiento trae aparejados problemas básicos, como la escasez de víveres, que ponen en riesgo la subsistencia de los vecinos, quienes se convierten en enemigos inesperados, tejiendo alianzas y urdiendo conspiraciones. Coco se ve obligado a una alianza con su vecino Horacio, inestable y paranoico, pero muy bien preparado y pertrechado, para defender el contenido de su refrigerador y mantener a Pipi a salvo.

¿Esta historia no la ví ya en 3500 pelis conspirativas, claustrofóbicas, apocalípticas de muertos -vivientes? Y más aún ¿no le reconozco un tufillo demasiado cercano a esa gran obra del comic que es "El Eternauta" (¿para cuando en serio la tan postergada película de éste clásico de la Sci-Fi vernácula?)
Pues sí, no tiene nada de original, excepto por su adaptación a la idiosincracia argentina, ó más bien "porteña". Yayo (está muy bien y hace creíble y hasta querible su personaje de vecino paranoico)y Luppi sostienen la peli, a pesar que debe tratarse de una de las peores actuaciones de Federico Luppi. La pareja protagonista tiene lo suyo, aunque Hendler cumple su papel correctamente no destaca y Jazmín Stuart tiene su simpatía aunque luce ridícula con esa panza a todas luces notablemente de "plástico", además de dejar muy mal paradas a todas la mujeres con su arquetípica histeria: que sobrevivir es cosa de hombres, cosas que ellas no entienden....mientras el mundo se deshace en sus narices. No deja de ser después de todo una historieta filmada, y se debe tomar con mucha ironía y humor para disfrutarla. (Algo así como una "subliminación" de las desconfianzas entre vecinos de edificios de departamento)

No suele llegar el cine argentino a España salvo que en dirección esté Juan Jose Campanella y/o protagonice Ricardo Darín, u ocasionalmente Diego Peretti. Fase 7 es uno de esos casos en los que no aparece ninguno de estos nombres. Produce, dirige, escribe y monta Nicolás Goldbart en su debut en la mayoría de estos apartados, salvo el de montador donde tiene una amplia experiencia (Mundo Grúa). Por su libreto se llevó a casa un premio del Festival de Sitges a mejor guión en el año 2010.

Los protagonistas: Daniel Hendler, Jazmín Stuart, Yayo Guridi y Federico Luppi, el más conocido por estos lares a raíz de su participación en películas como Nadie Hablará de Nosotras Cuando Hayamos Muerto, El Espinazo del Diablo, Martin (Hache) y El Laberinto del Fauno.

Una epidemia viral hace que un edificio quede en cuarentena. Pasan las semanas, los víveres escasean y los vecinos no tardan en iniciar una guerra entre ellos por la supervivencia. Fase 7 lo cuenta desde la perspectiva de la pareja que forman Coco (Hendler) y la embarazada Pipi (Stuart), aliados con el vecino de enfrente (Guridi) contra el resto de vecindario, entre ellos Zanutto (un Federico Luppi armado hasta los dientes y con ganas de matar).

REC + Contagio + La que se Avecina (con escopetas) = Fase 7. Malo debió ser la cosecha del Festival de Sitges del 2010 para premiar el guión de Fase 7, una película que toca diferentes palos sin decantarse ni profundizar por alguno, y peor, sin convencer en ninguno de ellos, ni como muestra de una sociedad paranoica, ni como film de acción, thriller, terror o comedia.

Empieza con reminiscencias a REC y el edificio en cuarentena, momentos los cuales da la sensación que algo bueno está por venir. Pero no, por el minuto treinta aún no ha pasado nada, Coco y Pipi en su casa subsistiendo, la relación de Coco con Horacio (el vecino), y una disputa con otro par de vecinos que tienen intención de hacer un hurto en la casa del personaje de Zanutto/Luppi.

Cuando sucede este último acto es cuando Fase 7 se desmadra y se convierte en un slasher, con Zanutto matando con su escopeta todo aquello que se pone por delante en unas set pieces que lo único que tienen de imaginativo es la sangre que salpica el objetivo de la cámara. Entre medio, la trama cómica de Coco tratando de hacerle ver a su mujer que todo va bien -algo así como lo que hacia el personaje de Roberto Benigni con su hijo en La Vida es Bella-. ¿Gracia? Ninguna salvo que te encante el acento argentino y expresiones como 'boludo', 'pelotudo' y '¡la concha de tu madre!'.

En resumen -y más visto el giro del tercer acto-, Fase 7 acaba por ser un capítulo violento de La que se Avecina con un trasfondo social apenas percibido por las imágenes que muestra.

A destacar en positivo: la dirección artística -las desoladas calles-, una banda sonora que recuerda a algunos trabajos de John Carpenter -1997 Rescate en Nueva York- y que siendo barata, luce como un film más caro, buena fotografía.

No se puede calificar de comedia esta película con ritmo lento y pesado, en el que, a priori, y por el argumento podía mas muchísimo más juego. Es un tostón de película muy similar a la española "Extraterrestre" en el que el fin del mundo te pilla en zapatillas en tu casa. Mi recomendación es ver los 10 primeros minutos si no te ha enganchado déjala porque la película no mejora en ningún momento. Ni hace gracia ni te cuenta una historia curiosa ni nada de nada. No porque la película no sea muy conocida su calificación deba ser mejor que otra película más "comercial". La película es, a mi modo de ver y respetando todas las opiniones, mala, mala. Sólo la presencia de Federico Luppi podría salvar la película pero ni con esas.