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El rayo verde

Drama. Romance Quinta y penúltima parte de la serie "Comedias y proverbios". Delphine es una joven secretaria parisina sin planes para sus vacaciones después de que su amiga las cancelara en el último minuto. Sola y triste, ella está decidida a viajar. En el camino conoce a una chica sueca que intenta animarla pero que sólo consigue acentuar su sensación de soledad, hasta que su destino de repente da un giro inesperado. (FILMAFFINITY)
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Críticas 39
Críticas ordenadas por utilidad
4 de febrero de 2020
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
El rayo verde es seguramente uno de los ejercicios de sinceridad más interesantes de la historia del cine.
Rohmer minimiza todo lo posible cualquier aspecto técnico y deja que las conversaciones (parcialmente improvisadas por Marie Rivière, que también escribió el personaje) fluyan con total naturalidad, lo que nos ayuda a conectar con un personaje brillantemente construido, con diversos matices y una verosimilitud entrañable.
Delphine es secretaria en una oficina y está apunto de irse de vacaciones a Grecia durante 15 días con una amiga. En el último momento y para disgusto de nuestra protagonista, su amiga le comunica que no va a poder ir, lo que provoca que Delphine cancele el viaje.
Este percance sirve de entrada al mundo del personaje interpretado por Marie Rivière, una joven que, en definitiva, se siente aislada e incomprendida. Delphine explica con lucidez sus sentimientos, pero la mayor parte de los personajes de la película tienen dificultades para comprenderlos. Muchas veces tendrá que aguantar pequeñas burlas y comentarios paternalistas, además de la presión que ejercen sus amigas para que ella haga cosas que realmente no le interesan.
Para favorecer esta sensación de soledad -no física, sino emocional-, Rohmer nos muestra a Delphine constantemente rodeada de gente, aunque en sus gestos, mirada o palabras nos transmita una clara desconexión con su entorno. Es habitual verla apartada del grupo de personas con el que interactúa o a emprender actividades por ella misma para refugiarse, como la lectura o los paseos. Esto no viene dado por una dificultad para relacionarse, pues Delphine se comunica cordial y abiertamente con todo el mundo (si bien es cierto que su estado psicológico parece rozar la depresión y se evidencian sus problemas de autoestima y autoconocimiento). Más bien parece sentirse desplazada tanto de su núcleo cercano de amistades como de los distintos grupos de desconocidos con los que se encuentra. También es habitual que la angustia emocional en la que se ve envuelta le provoque el llanto, no exclusivamente a solas, también frente a otros, evidenciando su estado de fragilidad emocional.
El Rayo Verde no solo resulta refrescante por su economía de recursos, naturalidad y sinceridad, sino también por fulminar el Test de Bechtel y aportar una visión realista y no androcéntrica de los quebraderos de cabeza existenciales y emocionales de una mujer joven, alejándose de estereotipos e idealizaciones.
Todo esto unido a una genial interpretación de Marie Rivière y los numerosos secundarios, Le Rayon Vert es fácilmente una de las experiencias fílmicas más satisfactorias que he tenido en los últimos tiempos.

16 mm glory btw.
ElVareludo
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31 de julio de 2018
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Nacidos en una sociedad en las que reinan la taquicardia, el nerviosismo y el pánico, nosotros, las almas sensibles y cándidas, aquellos que somos demasiado damos a la contemplación, al sosiego y a la introversion, nos vemos abocados, en mayor o menor medida, a sufrir una soledad áurea durante todo el transcurso de nuestras existencias. Esta soledad de las almas henchidas de luz es una especie de marco, de barrera, que instaura una separación entre nosotros y el resto, aquellos más dados al desenfreno y a la sinrazón, presos de sus impulsos carnales y de la actividad frenética, ignorantes de la belleza y los pulsos vitales que unen los acontecimientos.
Al llegar a cierta edad, uno se hace conscience de esta separación, y, en consecuencia, su alma caerá a los abismos más oscuros, a los hervideros de fuego y llamas donde se esconde el oro divino. Salir o no de este pozo de soledad es una cuestión espinosa, y no todos lo consiguen.
En mi opinion, esta pelicula representa algo así como una alegoría de este descenso y ascenso, de esta carrera de fondo en pos del conocimiento universal, de las llaves mágicas ancestrales del templo de las deidades.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Marcos 'La Joven Promesa'
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9 de abril de 2013
7 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Porque si la película gira en torno a su freakismo y en nuestros esfuerzos por entenderla, y la chica no es sólo especial, sino que además es una contradicción constante.. entonces no hay quién la entienda.

El personaje de Delphine me parece de lo más exasperante que haya parido el cine. No me extraña que haya terminado con el ex y que necesite un rayo verde para enamorar a otro.
Esta necesidad de dar pena, esta contradicción de ser introvertida pero tener dificultad para estar sola, este asco hacia la humanidad y el universo pero la necesidad de buscar señales en él para salir de su prisión interna.. sus maneras nerviosas contrastaban con su hippismo, su timidez contrastaba con su necesidad de decirlo todo (por muy estúpido que sonara), y si dices todo.. ¿por qué mierda no dices que prefieres estar sola en vez de irte de vacaciones con gente extraña a que se rían de ti?

Según Rohmer, en la creación de Delphine hizo un tratamimiento autobiográfico de la soledad.. ¿de verdad, Eric? Yo creo que la improvisación de Marie Rivière se te fue de las manos, creo que la ridiculez de su personaje te sacó del letargo de una película para la que no tenías nada preparado y te dejaste llevar por la broma de Delphine. Y pensaste que para nosotros sería gracioso.

Creo que se pasaron de la raya con la improvisación, se pasaron del rayo verde, la Nouvelle Vague y el cosmos entero.
Y me dan ganas de llorar, porque quiero pensar que no existe gente como ella, porque no puedo imaginar una depresión tan indisimulable.. y porque además me parece una mentira que la solución a su eterna soledad sea conocer a un chico en la estación (sale además la imagen de los dos en la portada, como si fuera obvio, como si no quedaran sorpresas), cuando pareciera que todo el universo le estaba dando señales de que el momento se lo crea uno.. ¿autoconocimiento y tanto naipe caído del cielo para qué?

Quiero pensar que la que no entendió la película fue Delphine. No vió las señales, no captó que para encontrar el amor en el rayo verde tienes que estar en un momento álgido de autoestima para no encontrarte con un bodrio de alma gemela como tú misma.

Le pongo un 3 porque aunque no lo parece, creo en las señales del cosmos y me parece un lindo detalle que junto con la insoportable Delphine, Rohmer nos regale el rayo verde que tanto le costó encontrar.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
pia
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9 de marzo de 2020
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
El verde. Desde el comienzo entendemos la analogía. No solo es un rayo verde, un increíble fenómeno atmosférico, es el símbolo de mantener la esperanza. Unos últimos rayos. Un mantenerse en la creencia de algo. Mantener la esperanza de llegar a entender a los demás, y no simplemente a los seres humanos, si no a lo ajeno a nosotros mismos, a algo más grande que nosotros mismos.
La preocupación de comprender la verdadera naturaleza de las cosas y formar un todo compacto. Identificarse con el medio, tener la sensibilidad suficiente y un tanto maravillosa de empatizar con causas ajenas y con el medio que nos rodea. Hallando en ese intento de comprensión, un tipo de soledad no meditada, no pautada, pero sí necesaria porque parte de la introspección, de aprender a estar con una misma desde dentro, desde el entendimiento propio para realizar o tratar de intentar llevar a cabo un análisis del entorno, o tal vez, a su vez, a partir del análisis exterior para encontrar una respuesta a un deseo, para estar más cerca de lo que realmente anhelamos, para hallar por unos segundos alguna verdad con respecto a nuestro único cometido.

La forma en la que afronta la vida Delphine es dando tumbos como siendo un mero hecho colateral de los acontecimientos, contrariamente a su premisa de ser consciente continuamente de las cosas, como una pescadilla que se muerde la cola, luchando por entender algo que no controla. Ese deseo de entender qué ocurre, dentro y más allá y cómo nuestras acciones siempre derivan en algo y cómo perjudican o aportan paz, es la frustración continua de un personaje perdido con deseos más grandes que ella misma.
La indispensable búsqueda del refugio interior siempre va ligada a una aspiración comunicativa con los demás que acaba enmarañandose en placeres efímeros que parten de decisiones espontáneas propias de los impulsos y el instinto que en ocasiones solo generan más soledad, sin embargo, son tan necesarias, porque sin ese ansia no hay esperanza, no hay nada, sin ese deseo de relación, de entender, de comunicar; de tratar de compartir nuestra existencia, de sentir lo ajeno como propio; de sentir algo cercano, encontrar paz en un medio que nos asusta porque es caótico y desordenado, porque no depende de nosotros, porque solo lo que pertenece a nosotros mismos podemos controlarlo, y en realidad... ni siquiera eso, es una ilusión óptica, tal vez todo sean espejismos y especulaciones, pero esa magia, de ser capaz de mantener la esperanza para crear mejor, nos mantiene vivos.
Alice Ayres
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17 de agosto de 2020
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
La visión más desesperadamente romántica de eso que nadie entiende y definimos como amor.

A la hora de afrontar una película como "El rayo verde" es difícil no caer en el puro subjetivismo y empatía hacia un personaje que remueve las experiencias amorosas del espectador.

Seguramente se podría decir que es una de esas películas que a algunos les llega al alma y a otros les deja más frío que una mañana de diciembre.

Durante poco mas de hora y media asistimos a la danza aleatoria de un personaje perdido por playas y pueblos que no le pertenecen, amigos que no la completan y relaciones que nunca llegaran a despegar porque no hacen volar su corazon como debiera.

Huyendo de la convencional historia de amor aquí el argumento se centra en el espacio de tiempo entre una relación y otra (a veces infinito) y los sentimientos que esta espera generan.

Delphine (la protagonista) se verá sumida en unas vacaciones sin rumbo fijo tras la cancelación por parte de una amiga de sus planes de verano.

Esto supondrá el pistoletazo del que se sirve el maestro Rohmer para hacer lo que mejor se le da, diseccionar la naturaleza humana.
En menos de dos horas se plantea la idea de inutilidad de un ser humano que se siente incompleto sin otro, el dolor subyacente a la búsqueda de un amor sincero, las constantes dudas, los cambios de planes y, en general, esa sensación de estar en un plano distinto al que ocupan los demás.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Charlie Brown
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