Regreso al futuro III

La más flojita de la saga, aún así súper entretenida, Zemeckis consigue dotar a la película de un ritmo trepidante, y aunque ya sabes de lo que puede ir la cosa, te quedas mirando la pantalla porque sabes que alguna cosa te va a sorprender.
Esta vez nos encontramos en el lejano oeste.
Dista mucho de ser una obra maestra, sin embargo cumple con creces su objetivo.
Muy entretenida.

Aprueba como continuación aunque no se puede comparar con su predecesora ni mucho menos con ese peliculón que es la primera entrega de la saga.

Entretenida a medias, se extraña bastante el concepto de viajes en el tiempo y la corrección/modificación del futuro; el final mejora considerablemente el resto de la cinta aunque no sucede nada especial hasta ese momento.

Se deja ver y desde luego no es una mala película, pero queda a la sombra de sus dos predecesoras. Igual es un dignísimo final a una trilogía inolvidable.

Aunque el efecto sorpresa ya no existe la ambientación de la trama en el lejano Oeste le da a la historia una nueva perspectiva. Personalmente me gustó más que la segunda y la incorporación de Mary Steenburgen es todo un acierto. El argumento no se enreda demasiado y queda como resultado una amena comedia fantástica que cierra la trilogía más famosa sobre viajes en el tiempo de la historia del cine.

Sorpresa: Zemeckis da un brusco volantazo y convierte el último episodio de su trilogía sobre viajes en en tiempo en un entretenidísimo western. Todo cierra de manera satisfactoria y se queda uno con un buen sabor de boca.

Buena secuela, sí señor.

Se cierra una de las trilogías más míticas del cine. Regreso al futuro 3 acaba con las aventuras de los McFly y del fabuloso "Doc" y lo hace bajando un poco el nivel, aunque funcionando con solvencia.

Robert Zemeckis dirige también la tercera película de la saga (aunque realmente se rodó junto a la segunda) y nos lleva en esta ocasión al salvaje oeste. Es de admirar, en esta gran trilogía, que la palabra "miedo" no existe y que los responsables han tenido arrestos para trasladarnos al futuro, al pasado, a un presente alternativo... Sí, ya sé que la película trata precisamente de eso, pero no hay que restar méritos a dicha labor. Aquí nos encontramos con una comedia metida dentro de un western, con los habituales toques románticos y dramáticos de las dos películas anteriores. Puede que lo que no funcione del todo sea que algunas de las coletillas de los personajes se han desgastado ya después de dos películas y, por primera vez, nos encontramos alguna escena metida a presión que parece desequilibrar el ritmo de la película. A pesar de eso, el ambiente del western se utiliza solamente para unas pocas escenas y ahí está bien recreado, siempre sin huír de la comedia, que es la base de la película.

Michael J. Fox vuelve a estar a un nivel brillante no solo en el papel de Marty, sino también encarnando a su antepasado (acento incluído). De Christopher Lloyd no hace falta hablar, ya que el legado de su personaje en Regreso al futuro habla por sí mismo. Mary Steenburgen hace un trabajo bastante bueno, si bien parece no encontrar la química con Lloyd que requiere su relación. Thomas F. Wilson, en su enésimo cambio de personaje dentro de la trilogía, demuestra haber aprendido su rol (algo que se mantiene en las tres entregas) y hace un trabajo muy acertado, tal vez porque su personaje es el que mejor encaja en la época en la que nos ubica la película. Elisabeth Shue, al nivel de las dos películas anteriores.

Resumiendo, que es gerundio: con Regreso al futuro 3 muere una de las trilogías más simpáticas y originales de la historia del cine, así como varios de los personajes que marcaron una época. Siendo la más floja de las tres, sigue dando diversión y entretenimiento durante todo el metraje.