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Magical Girl

Drama Luis (Luis Bermejo), profesor de literatura en paro, trata de hacer realidad el último deseo de su hija Alicia (Lucía Pollán), una niña de 12 años enferma de cáncer terminal: tener el vestido oficial de la serie japonesa de dibujos animados "Mágical Girl Yukiko". El elevado precio del vestido llevará a Luis a intentar encontrar el dinero de forma desesperada cuando conoce a Bárbara (Bárbara Lennie), una atractiva joven casada que sufre ... [+]
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Críticas 201
Críticas ordenadas por utilidad
28 de septiembre de 2014
4 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Con Magical Girl, el director madrileño Carlos Vermut lograba la codiciada Concha de Oro a la mejor película, en la 62 edición del Festival de Cine de San Sebastián. La cinta le valió también su reconocimiento como autor, al sumar al máximo galardón la Concha de Plata al mejor director.

En un año con grandes rivales, su consagración como mejor película cuenta con un gran logro: el de saber recrear un universo propio, único y reconocible. Todo ello a partir de un buen conocimiento del oficio, visible en la construcción precisa de cada plano y donde destaca por encima de todo una sobresaliente creación de personajes.

La propuesta del director deviene sorprendente, subversiva, perturbadora e intrigante. Al espectador se le confiere el papel de entrar en juego y participar en la tarea de reconstruir las piezas de este sugestivo puzzle. Es él quien retoma el papel protagonista de dar valor y significado, con sus propias vivencias y referencias, a los interrogantes planteados por el director. Echadas las cartas todo es posible. No hay límites en esta historia de deseos, dominio y sumisión. Las imágenes son un espejo, una excusa para interrogarnos y construir a unos seres reales, complejos y ambiguos, que en la interacción con el espectador cobran su verdadero sentido.

La propuesta no puede menos que resultar inquietante y renovadora.
marai
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27 de octubre de 2014
4 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Carlos Vermut ha llegado para quedarse. El director y escritor madrileño, influenciado por el manga japonés y con un estilo muy particular, ha obtenido el beneplácito casi unánime de toda la prensa especializada que asistió a la capital donostiarra logrando con “Magical girl” la concha de oro a mejor película y la mejor dirección en el pasado festival de San Sebastián. Motivo más que de sobras para adentrarnos en su historia.

"Magical girl" –segundo largometraje tras "Diamond flash"– es un drama surrealista, un rompecabezas de historias complejas y no siempre reveladas, una película que nos obligará a estar muy atentos a todas las pistas y matices con los que el director juega de principio a fin. "Magical girl" no es una película que arrastre masas, diría que es una película de culto instantánea, de esas que se te quedan en la memoria y tardan en borrarse; una cinta de difícil visionado reflejo de un autor comprometido con la realidad social que vivimos y que realiza una compleja mezcla con la cultura japonesa y el anime. Para muestra de su estilo contemplen "Maquetas", cortometraje que refleja ese extraño nexo entre el dramatismo y el frikismo manga que existe en su –hasta la fecha– corta filmografía.

Luis (Luis Bermejo) es un profesor en paro que convive con la dura noticia de la enfermedad terminal de su hija Alicia (Lucía Pollán) de 12 años. Antes del trágico desenlace Luis quiere realizar uno de los sueños de su hija: Comprar el caro disfraz de Magical Girl Yukiko, el personaje protagonista de unos dibujos animados japoneses. Con historias que van saltando de un protagonista a otro descubrimos la complicada vida de Bárbara (Bárbara Lennie), una atractiva mujer con graves problemas psicológicos que se cruzará en la odisea de Luis de la manera más esperpéntica posible. Redondea la historia Damián (José Sacristán), un retirado profesor de escuela con un tormentoso pasado, tercera pieza del rompecabezas al que asistimos y al que tardaremos en dar sentido.

La película es un puzle asfixiante de amarguras al que cuesta entenderle la deriva, dividido en tres bloques (Mundo, Demonio y Carne), cargado de surrealismo y simbolismo fruto de un estilo muy marcado, trabajado, raro en el fondo, pero efectivo y personal. "Magical girl" está filmada casi en su conjunto a través de unos estrictos planos fijos donde en ocasiones la acción sucede fuera de campo y donde la ausencia de música prácticamente en su totalidad (su introducción tiene un sentido poético arrebatador) plasma la dureza de las situaciones, potenciando de esta manera la interpretación de un trío actoral sobresaliente, donde Bárbara Lennie fundamentalmente nos brinda una de las interpretaciones femeninas más potentes del año: Absolutamente brillante.

Una retorcida obra singular que arrastra veneno en sus letras y verosimilitud en sus planos, una concatenación de torturas que encajan a la perfección a pesar de sentir el diferente dolor de cada uno de los protagonistas. Una maldad trasgresora que emerge de las entrañas de unos personajes perdidos en una sociedad vacía de contenido y pasmada de realidad. Una obra mayúscula, aberrante, inclasificable y única.

Solo un pero: Quizás pueda entenderse como una manera fugaz de atender a los problemas, algo peligroso si pretendemos dar un sentido a todo lo presenciado. No le den vueltas, en ocasiones no lo tiene. ¿O sí? Ahí radica la magia de una historia dura que deja algún momento para la comedia más negra.

Lo mejor: La sensación de no poder respirar en su opresivo visionado. Barbara Lennie.
Lo peor: Que no todo el mundo la aprecia de igual manera.

Valoración:
Banda sonora: 6
Fotografía: 7
Interpretaciones: 10
Guion: 8,5
Dirección: 9
Satisfacción: 7,5
NOTA FINAL: 8

@hilodeseda - www.habladecine.com
Hilodeseda
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17 de noviembre de 2014
2 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un guión engarzado minuciosamente como las mejores redes, que además nos atrapa, nos mantiene en vilo... Unos personajes oscuramente luminosos, que comparten algo, ese algo que buscamos como espectadores. Las omisiones en la trama son las adecuadas, nos cuentan tanto sus actos como sus ausencias intencionadas. La creación de las historias dilucidan el mal que los corroe, el propio interés, el dominio sobre la persona, bien sea por amor, por egoísmo o por compasión, la clave son las relaciones humanas, que Vermut reflejó de una forma natural pero extraña. Paralelamente ligado a la tensión narrativa está una música y unos escenarios milimetrados con interés, unos planos en detalle, excesivamente cortos, que nos allega al momento, a la acción, pero no al interior de ellos mismo, porque en el fondo, la condescendencia que exhalan oculta algo mayor: el egoísmo.
Bolseiro
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5 de noviembre de 2014
1 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
El arte de sugerir es una práctica que no está de moda, que no es «cool». Lo frecuente es la proliferación de historias —en cine y televisión— donde el espectador es otro mueble en la habitación que lo rodea y su única labor es la de abrir los ojos. Afortunadamente, hay directores que ignoran esta tendencia y alzan su visión obstinada en contra de la mayoría. Carlos Vermut es un claro ejemplo y, para demostrarlo, elabora un complejo puzzle cuyas piezas, en apariencia inconexas y aleatorias, se van superponiendo hasta arrojar al espectador a un torbellino que le atrapa hasta mucho después de salir de la sala. Esto es posible gracias a varios golpes maestros de guión y a la confianza que Vermut deposita en el público, al cual no muestra, sino que insinúa; no explica, sino que deja imaginar.

La ambientación sobria y certera en cada detalle —desde la música hasta el vestuario— contrastan con la intensidad y el nervio del relato. Porque, a diferencia de otras películas donde la forma prima sobre el fondo, Magical girl nos ofrece un conjunto armonioso, un equilibrio perfecto entre ambas fuerzas.

La sensualidad y sutileza que desprende Bárbara Lennie, en su voz y sus gestos, y la presencia, rotunda y siniestra, que insufla a cada escena José Sacristán (admirable cómo este actor se ha sabido adaptar un cine tan diferente al de sus inicios), colman aún más el resultado final.

Hipnótica (su ritmo pausado y su estética austera no impiden mantener inalterable el interés del espectador), perturbadora (como un perro mojado que se sacude para quitarse el agua, los efectos de Magical girl permanecen pegados a la piel largo rato después de su visionado) e inquietante (porque, como sólo consiguen unos pocos, es capaz de crear tensión a través de la sencillez), Magical girl se erige como una joya para deleite del cinéfilo entregado (insistiendo aquí en lo de entregado, pues es preciso ser consciente del tipo de película que vamos a ver para poder disfrutarla).
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
repelentete
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6 de noviembre de 2014
1 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
La espléndida ganadora de esta edición del Festival de San Sebastián es una pintoresca obra que confirma a uno de los grandes talentos de nuestro cine para el futuro hablándonos; desde lo extraño y lo absurdo, de la propia raza y sociedad española.

Carlos Vermut contiene algo más sus fugas que en su cinta debut Diamond Flash (2011) algo que le aporta mucho más pulso en la narración y una profunda creación de personajes. Llegando a mezclar el suspense con la comedia en algunos momentos.

Destacar sin duda el excelente trabajo de los actores que se dejan invadir por el extraño juego de este cineasta, desde el siempre magnífico José Sacristán (consagrándose éstos años como uno de los más grandes de la historia de nuestro cine) a los sorprendentes Luis Bermejo y la jovencísima Lucía Pollán; y destacar, sobre todo, a el personaje más perverso de la cinta, el que crea Bárbara Lennie; una actriz a reivindicar y una de las más talentosas del cine nacional actual.

Vermut nos brinda un excelente pastiche posmoderno influenciado por Almodóvar, Buñuel o incluso Wes Anderson, este último por la obsesión de las composiciones centrales que parece compartir Vermut. Una excéntrica cinta, que aunque no gustará a todo el mundo, nos aporta savia nueva al cine español que está viviendo sin duda unos años magníficos en calidad y talento gracias a obras como esta.
JasenV19
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