El maquinista

Antes que nada, los dos únicos elementos que le impiden la matrícula de honor: lo fea que es, y no me sirve que sea para enfatizar el infierno que vive el protagonista; y las maniobras de trapecista que realiza el director para esconder Barcelona.

Por lo demás, "El maquinista" es una pesadilla angustiante, y lo es porque no divaga, porque no busca elementos externos, porque sabe lo que quiere y porque es realísima.

Esta película da pavor porque todos podríamos llegar a ser ese maquinista con insomnio y tormentos de causa aún desconocida. Es asombrosa porque el desarrollo es taquicárdico y su final terriblemente bonito.

Christian Bale es un actor que suele darme pereza, tan intensito y tan desesperado por deslumbrar, pero aquí hace un trabajo para quitarse el sombrero. De Oscar. Y goza de un soporte fabuloso: Jennifer Jason Leigh.

Hay que verla.

Brad Anderson (La última llamada, Asylum) dirige de nuevo un thriller, "The Machinist", una historia oscura, rodada en Barcelona, y con un increíble Christian Bale.

En "The Machinist" seguimos a Trevor Reznik, un empleado de fábrica que sufre de insomnio crónico y que está extremadamente delgado. Con un ritmo lento, poco a poco nos sumergimos en la mente de Trevor, consiguiendo generar intriga e interés, sin perder ni por un momento la atmósfera opresiva y gris, reflejo del estado mental en el que se encuentra Trevor. Un thriller psicológico bien contado que sabe mezclar la realidad y el delirio, y consigue generar intriga mientras se van desvelando los secretos.

Sin duda, de lo más destacable de la película es la interpretación magistral de Christian Bale, quien está casi irreconocible. Su transformación física es impresionante e impactante. Además, consigue transmitir a la perfección el estado mental y emocional de su personaje.

"The Machinist" es un buen thriller psicológico, totalmente recomendable, y gracias a la actuación de Bale, una película de culto.

Es una película de suspense y thriller psicológico que cuenta la historia de Trevor Reznik, un hombre que sufre de insomnio y está extremadamente delgado. La trama se desarrolla alrededor de los misteriosos acontecimientos que rodean la vida de Trevor y cómo estos eventos lo llevan al borde de la locura.

Lo que destaca de la película es la excepcional actuación de Christian Bale, quien se sometió a una extrema transformación física para interpretar al personaje principal. Su delgadez y aspecto demacrado logran transmitir de manera efectiva la desesperación y el deterioro mental de Trevor Reznik. La entrega de Bale es simplemente impresionante y se convierte en el gran pilar de la película.

Además, la dirección de Brad Anderson es magistral. Utilizando una paleta de colores desaturados y una iluminación sombría, Anderson crea una atmósfera opresiva y claustrofóbica que refleja perfectamente el estado mental del protagonista. La cinematografía también es destacable, utilizando ángulos inusuales y movimientos de cámara que aumentan la sensación de inquietud y paranoia.

El guion de la película es intrigante y mantiene al espectador en vilo durante toda la trama. A medida que se van desvelando los eventos y los secretos de Trevor, la tensión se incrementa y nos sumerge en su mundo lleno de dudas y paranoia. El ritmo de la película es cautivador, manteniendo un equilibrio perfecto entre la acción y la introspección del personaje.

Sin embargo, podría argumentarse que la trama de "El maquinista" puede resultar confusa para algunos espectadores, especialmente en sus momentos finales donde se revelan los giros de la historia. Algunos podrían encontrar dificultades para seguir el hilo narrativo y entender completamente los eventos que se desarrollan en la película.

En resumen, "El maquinista" es una película cautivadora que se destaca por las actuaciones sobresalientes, la dirección magistral y el guion intrigante. A pesar de su trama compleja, la película logra mantenerte interesado y te hace reflexionar sobre la fragilidad de la mente humana.

He visto El maquinista, y no es mi tipo de film.

El caso es que este tipo de película hace cuarenta años me hubiese resultado más atractiva pero... No es un tipo de película, ni de sensaciones que yo busque o valore, actualmente, de forma positiva.

Con todo, me ha parecido bien hecha, aunque tiene unos pocos detalles que me hacen no recibirla bien. Pero ver, por ejemplo, la transformación de Bale para esta película, es bastante impresionante.

Pero una cosa es impresionarme por la transformación y otra muy diferente el que valore positivamente su personaje. Y es que todo en él me resulta repulsivo: su físico deteriorado; su nivel progresivo de deterioro; su desconexión con la realidad; el cómo afecta a los demás con su situación sin que haga nada positivo para evitarlo; de hecho, su negativa a aceptar la realidad, hace que se enfrente con cualquiera que le cuestione; la negación sistemática... Y podría seguir.

Es la típica película en la que no encuentras un punto de luz, un descanso, un lugar que te sirva de base o de apoyo. La sensación constante es de angustia, de desazón, de impotencia. Sensaciones todas que me repelen y que no busco en absoluto.

Soy incapaz de empatizar con el protagonista en lo más mínimo, porque me cuesta tener sensaciones positivas hacia quien no pone nada de su parte. Y la gente que lo rodea tampoco me gusta.

Además, todo el rato estoy con la sensación de que hay cosas reales con cosas no reales entremezcladas, sin que sepas nunca qué es qué. Eso me resulta agotador, porque mi cabeza se pone a buscar posibilidades sin descanso. Busca árduamente la solución, sin que haya solución real hasta que te la quieran dar.

Y por eso me ha parecido excesiva, tanto en enfoque, como en la postura del personaje, que tarda un tiempo absurdo en reaccionar ante un deterioro excesivo que es evidente para cualquiera, él incluido, como en duración... He terminado un tanto pasado de vueltas por sobredosis de estirar el chicle.

Y el caso es que, para cuando dan la solución ya había pensado en ella como una posibilidad desde hacía bastante rato. También había pensado muchas otras, no es que hubiese adivinado lo que realmente iban a plantear. Pero ha sido más que suficiente para que la solución al enigma, a lo que convierte la película en un thriller, no me haya sorprendido lo más mínimo.

Con todo, el no empatizar para nada con el protagonista, me ha servido para no sufrir tanto como me pasó, por ejemplo, con El cisne negro, que me partió por la mitad. En este caso he tenido sensaciones desagradables constantes, incluso me he sobresaturado un tanto, pero he aguantado más entero la película, a pesar de que se me ha hecho larga.

La película está bien hecha y tiene algún punto de mérito, como la transformación de Bale, lo que llevaría a un 7 y puede que más si el género fuese de mi gusto. Pero su excesiva duración, que hace que me resulte muy cansino que me tengan inmerso en esas sensaciones tan desagradables innecesariamente un buen tiempo de más (para mi, le sobran 20 minutos), y eso unido a que no me ha dado nada positivo, ni un respiro, ni un apoyo, y a que el final no me ha sorprendido, hace que se le caiga un punto y se quede en un 6.

Eso sí, dudo mucho que me apetezca volver a verla.

Lo siento pero no acaba de convencerme esta película. Su principal problema no solo es ella misma sino las inevitables comparaciones a las que vas a someterla una vez la hayas visto. Porque "El maquinista" llega tarde en el tiempo y vas a recordar que en 1976 existió una película que se llamaba "El quimérico inquilino", que a finales de los noventa surgió una historia muy peculiar y con mucha personalidad que se llamaba "El club de la lucha", que en el 2000 se estrenó otra que se llamaba "Memento" y que poco después surgieron otros títulos como "Una Mente maravillosa" y "Mulholland Drive". Porque todas ellas abordan una temática muy parecida a la que nos ocupa ahora, y aquí aunque Christian Bale está brutal y nos dejó claro a todos que su cuerpo es tan moldeable desde el extremo de "American Psycho" hasta el actual como lo fue el de DeNiro desde "Taxi driver" hasta "Toro salvaje", no es suficiente para rellenar una historia que a pesar de estar bien contada y bien hecha, me deja indiferente.

Destaca sobremanera el papel de Bale y su enfermiza preparación previa hasta conseguir el físico que nos muestra, algo que da más credibilidad y realismo al personaje. Un tipo reconcomido hasta las entrañas por un sentimiento de culpa que le ha perseguido hasta transformarse en enfermedad a todos los niveles. Un tipo intoxicado de malas vibraciones que se ha acabado convirtiendo en expeledor de problemas. Un tipo en definitiva víctima de sí mismo y de su pasado, que ha devenido en una infecta locura sin retorno. Porque al fin y al cabo la peli va de eso, de confundir la realidad con la imaginación y de personificar y proyectar en el presente recuerdos de un pasado tan turbio como caprichoso. Así que aquí todo huele a cerrado, a sucio, a oscuridad y a falta de ventilación, creando un clima de desasosiego y desorden vital que transmite un mal rollo que te cagas. El mal rollo de Christian Bale. Pero repito que todo esto se queda insuficiente porque aunque al final todo encaja perfectamente y entendemos qué es lo que ha ocurrido y qué ha sucedido aquí, el proceso que me conduce hasta ese final me va pidiendo "algo más" todo el rato. Situaciones que no acaban de transmitir la tensión que pretenden, secundarios que se perciben incómodamente superficiales, escenas que quieren producir terror sin acabar de cuajar y una serie de cartas que se nos descubren todas apelotonadas a la conclusión y que te dejan pensando si realmente hacía falta tanta vuelta para acabar mostrando lo mostrado. No sé, me ha faltado algo que no me han dado y sí que me dieron todos los títulos que he nombrado en la introducción.

Bajo mi punto de vista, entiendo que es de esas películas bien hechas y con buenas ideas pero que no dan más de sí por las manos de donde provienen. Este mismo argumento y guion bajo otra dirección seguro que podría haber ofrecido mucho más. ¿El resultado? Pues un maquinista que no tiene nada que ver con "El maquinista de la general" y un calvario dietético que a Bale le sirvió de bastante menos que a Adrien Brody en su "El pianista". Tanto pasar hambre y perder kilos para tan poca chicha...

LO MEJOR:
- Christian Bale, Christian Bale y Christian Bale.
- Sabe encajar las piezas del puzzle que plantea.
- No toma al espectador por tonto del culo.

LO PEOR:
- Le falta un empaque global que incomoda.
- Que las comparativas son odiosas.