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Yo, Claudio (Miniserie de TV)

Serie de TV. Drama Miniserie de TV de 13 episodios. Claudio, Emperador de Roma, viendo aproximarse el final de su vida, decide escribir la historia de su familia (dinastía julio-claudia) desde el año 50 a.C. al 50 d.C. La Sibila ha profetizado que esta historia llegará a la posteridad. Adaptación del texto del célebre escritor e historiador Robert Graves, y que presenta, con finas dosis de humor y un toque de inocencia, al emperador Claudio y su visión de ... [+]
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Críticas 49
Críticas ordenadas por utilidad
16 de abril de 2006
11 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta serie hace palidecer intentos notables como el de la reciente "Roma", a mayor presupuesto ¿menor inteligencia?. Grandes actores con oficio, intriga y sobre todo credibilidad en el discurso. La ambición, el poder, la traición, la locura, la alta política y las bajas pasiones quedan retratadas a los ojos de Claudio, persona noble, idealista a la vez que pragmático y superviviente, que antepone los ideales de la República a su ego. Una serie densa que resulta verídica por encima de los decorados modelo "Estudio 1". Resiste el paso del tiempo. Solo los británicos saben hacer series así.
juanpedro
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14 de septiembre de 2011
11 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Qué recuerdos, qué recuerdos, de mi juventud, ay cuando la vi la primera vez! Derek Jacobi que ya lleva hechas un montón de pelis en su bagaje de todos los géneros reconstruye la vida de este César que se hacía pasar por merluzo, siendo el más listo de la pescadería. Su interpretación es inolvidable, de las mejores que han pasado por la televisión. Serie completa tanto históricamente como fiel a la obra de Robert Graves, es un placer, es como leer un libro de historia. Sian Phillips le sigue a Jacobi a la zaga, en el papel de la envenenatriz Livia, la todopoderosa abuela de Claudio. Del resto del raparto todos están bien, ningún personaje se ha olvidado, las generaciones se suceden al mejor documental histórico remarcando todas las confabulaciones y la genialidad de la época. Wise dirige un producto perfecto a todos los niveles, en el que cualquiera puede perderse para ver interpretaciones de verdad (ojalá a día de hoy todas fueran así).
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
barbara12
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7 de septiembre de 2009
9 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tuve la suerte de ver esta serie cuando era adolescente y aun ahora me parece de las mejores que he visto en mi vida. Se trata de uns adaptación de las dos novelas escritas por Robert Graves sobre el emperador Claudio "Yo, Claudio" y "Claudio el dios y su esposa Mesalina", llevada a la pequeña pantalla por la productora inglesa BBC durante la década de los setenta. La serie, de trece episodios, está dirigida por Herbert Wise, narra la historia de los Césares desde Augusto hasta Nerón. Es decir, casi toda la época en que Roma estuvo gobernada por la dinastía Julia-Claudia. El tono de la serie es claramente teatral, no hay exteriores, y la acción se reduce a las relaciones entre los distintos integrantes de la familia imperial. Por esta razón la importancia de la labor del plantel de actores y actrices, todos soberbios, y del guión, magnífico, son fundamentales.
El primer episodio empieza con la celebración de la batalla de Accio por un Octavio ya maduro (interpretado por Brian Blessed) y las argucias de su esposa Livia ( Sian Phillips siempre será recordada por este papel) para lograr que su hijo Tiberio se convierta en sucesor del César . Sus maquinaciones se desarrollarán en los siguientes capítulos, donde las intrigas, los engaños, las traiciones y los asesinatos
serán los jalones de la ambición de poder. El hilo conductor es el hijo de Antonia la Mayor, Claudio (Derek Jacoby en una interpretación histórica) , que se convierte en testigo mudo de las luchas implacables en el seno de su propia familia. Cojo y tartamudo desde su nacimiento, es descartado inmediatamente del cursus honorum. Considerado como un pariente tonto e inofensivo puede ser el confidente de sus demás parientes, espectador desde el palco de la tragedia que se desvela a sus ojos. Su supuesta imbecilidad le protege de las insidias y artimañas que sufre el resto. Pero el destino que la Sibila le ha profetizado le lleva al trono después del desgraciado reinado de su sobrino loco Calígula (un John Hurt inolvidable), para ser luego víctima de su tercera esposa, Agripina, que lo asesina con un plato de setas venenosas. La serie termina con el inicio del gobierno de Nerón, su hijo adoptivo.
"Yo Claudio" es una verdadera joya, una apuesta por educar a los que se asomaban a la pantalla chica de la época en que la televisión aún no había arrojado la toalla y trataba a los espectadores con respeto.
janto
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4 de abril de 2012
9 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
… Y Robert Graves así lo escribió. Añoss después la BBC contó con el dramaturgo Jack Pulman y el director Herbert Wise para que hicieran en realidad de carne y hueso las intrigas y quehaceres en la Roma imperial. La Escuela de Shakeaspeare, filón dorado de actores ingleses postrados en lo soberbio de la función (Desde Brian Blessed, Sian Philips, John Hurt, y la gran estrella, Derek Jacobi, entre otros) pusieron en escena el tragicómico destino de la gran parte de la Dinastía Julio-Claudia. En la época de mayor esplendor emocional, parricida, donde la codicia, los celos y el asesinato entran y salen de palacio durante las más de cuatro décadas en que se desarrolla en una alocada cronología donde un árbol genealógico podrido es amputado por la ambición, la locura y las ansias del poder, renace el viejo emperador cascarrabias Claudio (Derek Jacobi) recordando aquellos maravillosos y letales años donde su bonachón abuelo Octavio Augusto (Brian Blessed) gobernaba Roma pero su mujer Livia (Sian Phillips) le gobernaba a él… Y sus malignas intenciones de allanarle el camino a su hijo Tiberio (George Baker), más militar que mandatario, así como su predilección a su nieto favorito Calígula (John Hurt) y las bromas de mal gusto que llevan a la muerte su padre Germánico (David Robb), tal vez la persona más querida y respetada de Roma entre tanta corrupta y sanguinaria nobleza.

La República ya es un sueño que forma parte del pasado. Pero Claudio la echa de menos pese a su condición y linaje. Desde el presente y recordando su juventud hasta su ascenso a Emperador por azares del destino, su turbulenta relación sus esposas Messalina (Sheila White) y Agripina (Fiona Walker)… Claudio se ríe de la muerte sabiendo que sucumbe a un destino similar al de sus familiares. Y, en cada episodio, desgrana esos episodios en la que él sale airado de los complots, engaños, envenenamientos, y orgías en la corte… Lugares en que él prefiere alejarse y encerrarse en la biblioteca, donde a pesar de la mejora de su tartamudez, es advertido por los sabios que siga haciéndose el tonto si quiere seguir con vida.

Y la marioneta, ya oxidada por el paso de los años, se hizo Emperador…
Natxo Borràs
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31 de octubre de 2008
8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Resulta increíble poder apreciar este verdadero tesoro fílmico que incluso hoy en día no deja indiferente y aun después de tanto tiempo es considerada como una de las series más destacadas y dignas a tener en consideración, en mi caso particular el acercamiento a esta obra se remonta a los albores del los ochentas cuando se exhibió en mi país, cultivó en muchos de nosotros una semilla de conocimientos con respecto a la verdadera vida y proceder de la gente que gobernaba el imperio romano en esa época y aun sabiendo que se trata de una adaptación de la una novela de Robert Graves (muy fiel al libro), resulta entretenida y a tener en cuenta como una de las producciones mejor logradas aun cuando a los ojos del moderno espectador carece de una infraestructura, elementos técnicos y de efectos especiales presentes hasta en las mas modestas de las producciones actuales, pero allí radica su punto mas llamativo, a falta de elementos técnicos esta el elemento humano, actoral y una excelente desarrollo de la trama que evidentemente sobrepasa con creces cualquier consideración técnica. Inolvidable resultan las actuaciones de Sian Philips (Livia), Brian Blessed (Augusto), George Baker (Tiberio), del propio Derek Jacobi (Tiberio Claudio) aunque mi personaje favorito sigue siendo Calígula interpretado de forma brillante por John Hurt, como olvidar el impacto que me produjo (en esos años) la escena cuando Calígula devora el niño desde el vientre de su hermana Drusila creyéndose Júpiter. Mención especial a las actuaciones del joven Patrick Stewart personificando al comandante de la guardia pretoriana Sejano y Sheila White como la manipuladora y ninfomana esposa de Claudio, Mesalina...En general una historia cargada de intrigas, asesinatos, conjuros de todo tipo, búsqueda del poder y ambición, todos estos elementos combinados hacen de este "Yo, claudio" una verdadera caja de sorpresas que sin duda esta entre lo más destacado que nos ha brindado televisión por muchos años. Mención totalmente aparte es el comienzo de cada capitulo, con esa una música inquietante y unas escenas que nada bueno presagian.
the_rtk
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