El político

Cuando la política se ejerce con libre voluntad, espíritu de servicio, y con el ferviente deseo de generar cambios positivos en una comunidad, es posible hacer historia, limpia y digna del mayor reconocimiento. Pero, cuando la política es el camino asumido porque te ha picado el ansia de poder… es muy probable que alcances el éxito, porque a éste se llega sin muchos tropiezos cuando hay ambición, falta de escrúpulos y decidida actitud para cualquier tipo de alianzas. Pero, es muy factible, que con el éxito (fama, dinero, altos cargos…) lleguen también grandes conflictos, situaciones de alto riesgo… y quizás una vertiginosa caída, desmoralizadora, vergonzante, y acaso destructiva. Los negocios con el diablo se compensan materialmente, pero se castigan luego muy severamente.

<<EL POLÍTICO>> (se quemó el cerebro la persona que le puso este título, de seguro para evitar suspicacias), es un brillante ejercicio en el que se recrea el ascenso y caída de cualquier hombrecillo que se deje picar por el ansia de poder. Se cumple aquí, a cabalidad, el principio que dice: “El hombre nace bueno, pero la sociedad -y el ansia de poder- se encargan de corromperlo”. También, Willie Stark, comenzó con buenas intenciones; era un hombre digno y llegó a sentir que se identificaba con la causa del pueblo porque también él conoció las limitaciones, las represiones, la falsa democracia… fue víctima de la corrupción administrativa, la utilización y el engaño. Pero en vez de transformar todo esto en vigor para su afán de ejercer justicia, se deja tocar por el deseo irrefrenable de poder… y quizás, desde entonces, siga el sendero de los políticos tradicionales, hasta subirse al implacable tobogán que le llevará a…

El notable director y guionista, Robert Rossen, tiene aquí uno de sus más brillantes momentos cinematográficos, logrando una fehaciente recreación de esa suerte de vida que se repite a diario… en cada ciudad… en cada país… y en cada continente. Porque, en definitiva, se memoriza pero no se comprende el valor de lo que ha sido historia; de nada sirve lo vivido y sufrido por muchos otros; no se sabe nada de las leyes existenciales, y cada quien, como burro de orejas cortas, decide sufrir en carne propia su "lindo" infierno.

La novela, “All the King’s Men” que, Robert Penn Warren publicara, en 1946, y la cual sirvió de base para esta película, debería ser de obligatoria lectura para todos aquellos que, en época preelectoral, estén pensando en inscribir su candidatura; y el filme de Robert Rossen, debería ponerse a disposición de aquellos aspirantes que todavía no saben leer, ni en la vida ni en los libros.

Memorables actuaciones de, Broderick Crawford, Mercedes McCambridge y John Ireland, habiendo sido los dos primeros, como la película, justamente galardonados con el premio Oscar.

Título para Latinoamérica: DECEPCIÓN

En este 2015 los que vivimos en este rincón de Europa llamado Andalucía vamos a pasar por tres comicios: las elecciones autonómicas, el 22 marzo; las municipales (y también la gran mayoría de las regionales en España), el 24 de mayo; y las generales, entre noviembre y diciembre. Yo como no soy demócrata, no confío nada en estos procesos, ni en sus propuestas, ni en sus ideas pero reconozco que la fiesta que organizan los partidos, con el rito final, aunque en realidad no acaban ahí, de echar la papeleta en la urna tiene su gracia. Así que para animar el ambiente, podemos echarle el ojo a un clásico como "El político", ganadora de tres Oscars de la Academia, incluido el de mejor película.

La obra es la adaptación de la novela homónima de Robert Penn Warren, ganadora de un premio Pulítzer, del que por cierto, en el 2006 se hizo en remake. Sin embargo, aunque no lo digan "El político" es en realidad una semblanza del que fuera senador y gobernador de Luisiana, Huey Long, allá por los años 30. La obra es un poco precipitada, con una marcha de más y unos cuantos diálogos de menos, pues de este modo el comportamiento de los personajes resulta difícil de comprender. En este sentido, el error más grave es el del propio protagonista que pasa de buenazo a tirano corrupto sin pestañear. Al final, no explica nada sino que asume unos argumentos banales que sólo sirven como coartada.

El político de Robert Rossen, es un drama que narra la historia de un buen hombre que empieza a corromperse al entrar en el mundo político. Dirigida con un ritmo ágil y dinámico , y con un estilo personal y lúcido, hace una película muy realista por tener una temática interesante que tristemente sigue estando vigente en la actualidad, mostrando cómo se corrompe en el poder cualquier persona, incluso las que aparentemente son sanos de corazón. Realizada de manera astuta e implacable, tiene un resultado soberbio y excepcional que gustará a todos los públicos.
La fotografía en blanco y negro, es alusiva y está llena de detalles idóneos y eficientes, gracias a unas hermosas y espléndidas imágenes que son estéticamente apropiadas. La música, es intrigante e inquietante en los momentos oportunos, haciendo al espectador partícipe de la amenaza, y en otros momentos es bella y apenada con sonidos confortantes y emotivos, en un notable y oportuno acompañamiento musical. Y los planos y movimientos de cámara, son sencillos y austeros con el uso de los planos generales, primeros planos, avanti, seguimiento e incluso cámara en mano.
Las actuaciones, son admirables y relucientes. Con Broderick Crawford carismático y persuasivo en una convincente labor política, Mercedes McCambridge competente y cualificada y John Ireland con carácter propio y personalidad. Siendo notables las interpretaciones de Joanne Dru, John Derek, Shepperd Strudwick y Anne Seymour. Empleando para estos, unos vestuarios y caracterizaciones distinguidos y elegantes, que son sugestivos e impolutos en una estupenda labor artística.
El guion, escrito por el mismo director y basado en la novela de Robert Penn Warren, es insidioso y pernicioso, al tener un entramado enrevesado y absorbente que muestra lo peor de la política y su corrupción. Desnudándola y estremeciendo con ello al público, provocándolo en una penetrante historia que gustará los buscadores de dramas insanos. Y que es llevado a cabo con una narrativa clásica y académica, que es marcada por los discursos de campañas políticas de un modo directo y profundo, dejando clara la intención retórica del protagonista.
Para finalizar, la considero una obra imperecedera y esencial, no solo por su oscar a la mejor película, sino por estar repleta de insidias nocivas para la creencia en una política justa y positiva. Recomendable por su dirección, guion, actuaciones, fotografía, vestuarios, música y narrativa que convierten a El político, en un film de visión obligada por la temática y por la calidad cinematográfica con la que es llevada a cabo.

Esta película de hoy reflexiona sobre el inevitable uso del poder que hace el hombre en muchos aspectos de la vida, en esta cinta concretamente, en la política. Un hombre con buenas intenciones en principio, que no dispone de muchos recursos decide presentarse a gobernador, de forma casual, en una suerte del devenir es elegido como candidato a gobernador. Todo parece ir bien, hasta que la codicia y la fama lo seducen con la inevitable consecuencia que lo llevan a la degeneración que el poder conlleva.

Me encantaría haber visto esta película y haber pensado en cómo ha cambiado todo, haber pensado que todo me parecía obsoleto y pasado de moda, pensar que todo ha evolucionado a mejor y que esta película, como pasa con otras cosas, me reflejaba un momento concreto del pasado pero que se encuentra a años luz de lo que estoy viviendo en la actualidad... me encantaría que todo eso hubiera pasado, pero lamentablemente no ha sido así.

Pocas películas tan antiguas me pueden parecer tan actuales y que reflejen tan bien la esencia de lo que es el ser humano en general y su metamorfosis cuando el poder se mete por el medio.

Ese hombre de clase baja que se esfuerza por aprender y ayudar a los suyos, que quiere destapar lo podrido de la sociedad y conseguir lo mejor para los ciudadanos pero que cuando conoce las entrañas del sistema se mimetiza con él y una vez que se hace con el poder hará todo lo que sea por mantenerse... ese hombre, podía ser cualquiera de los miles de políticos que hay por el mundo hoy en dia... lamentablemente esas buenas intenciones desaparecen y se transforman en pura mafia... extorsión, engaños, sobornos, en resumén se transforman en PODER...

Y alrededor de ese poder están los aduladores, los que hacen el trabajo sucio, los que han sido embaucados por el lider y no son capaces de ver lo que pasa a su alrededor... y si lo ven, lo justifican o callan por dinero, por miedo o porque están tan ciegos que son incapacer de ver y se autoengañan...

Y finalmente está la parte más grave de todo el entramado... ese pueblo, esa sociedad que vota cada legislatura al lider y aunque por detrás se hace lo que sea porque el fin justifica los medios... la gente se traga todas las mentiras, vitorea a su lider y le tiene como un ídolo y un salvador... tal y como sigue pasando hoy en día... increible.

Da miedo pensar en que lo poco que ha cambiado todo en este asunto ha sido para ir a peor... ojalá algún día no muy lejano alguna generación pueda ver esta película y piense que todo lo que pasa esta mas cercano a la ciencia ficción que a la realidad... no soy muy optimista en este aspeto, pero ojalá me equivoque.

Centrándome en la película, aunque me ha parecido un relato muy certero y que cuenta a las mil maravillas todo lo anteriormente expresado, quizás en ciertos momentos la cosa ha avanzado más lenta de lo que me suele gustar y en algunos puntos creo que se podía haber ahondado más. Las actuaciones me han parecido un poco dispares, así como Broderick Crawford está increible como Willie Stark, a su alrededor no todos me parecen tan buenos (Algunos como Mercedes McCambridge sí que están a alto nivel)... en resumen, aunque la historia creo que está bien y me ha gustado, hay algunas cosas que no me han llenado del todo... aun así, buena película.

Seguimos viaje... un saludo.