Mushishi (Serie de TV)

Anime poco convencional que procede de la mangaka Yuki Urushibara. Antes de seguir preciso que mi crítica versará sobre la serie en su conjunto, que se compone de dos temporadas y tres especie de OVAs, lo que hace un total de casi cincuenta episodios. Aclarado esto, prosigo con este dibujo animado que podríamos resumir como un drama fantástico, ubicado en el Japón antiguo, sin precisar mucho, algunos hablan de la época Edo, pero no he visto nada que nos saque de dudas, salvo algún anacronismo como el de la ropa del protagonista Ginko, que es un experto en mushis que va viajando por el país. ¿Y qué son los mushis? Pues como una especie de insectos invisibles que provocan toda clase de rarezas. "Mushishi" es un anime pausado, contemplativo y muy japonés. Es indudable que posee belleza, en sus paisajes, en su música o en varios episodios, en especial hacia el final de la temporada 2, no sé si porque estaba más atento o es que son mejores. Como el 12, 13 o 16, “Fragant Darkness”, “Lingerim Crimson” o “Sea of Otherworldly Stars”.

Ahora bien, junto a sus virtudes hay que pesar sus defectos. Y aunque está bien hecho en general me ha resultado aburrido. De hecho cuesta entrar en su mundo si bien es cierto que si lo consigues lo acabas disfrutando más. "Mushishi" tiene el inconveniente de no contar con una historia sino que se trata de un conjunto de episodios independientes uno de otro, y con una tendencia peligrosa a lo repetitivo, salvo por el nexo común de Ginko, que dicho sea de paso es un personaje que sobra. Me parece que casi como un deus ex machina le resta misterio a toda esta fenomenología extraña que por otro lado se me antoja demasiado arbitraria. Se nota que los mushis son totalmente inventados y eso me descoloca un poco. Por lo demás, el anime es más bien soso en tanto que carece de humor, de romance, de moé (sí, ¿qué pasa?) y de acción. A fin de cuentas Ginko no es un guerrero sino un cierto tipo de médico que cura a los infectados. Así que es un poco blando. Además, este Japón rural, atrasado y pobre no atrae gran cosa, más bien lo contrario.

Anime de episodios autoconclusivos con moraleja escondida en historias de pequeña trascendencia en el mundo pero que hace un canto a la vida y a la naturaleza en más de una ocasión debido a la maravilla de guión de cada capítulo en el que personajes distintos en cada episodio son exprimidos al máximo gracias a ello.
Ginko nos hará de guía para ver un Japón en el período Edo lleno de fantasía y poesía naturalística debido a los imaginarios mushis que hará que ver una serie diferente sea un gozo.

Cada capítulo de Mushishi es una fábula, una nueva forma de ver los árboles, los animales, las personas, el mar... El personaje principal es tan misterioso como cercano, capaz de mostrar una inmensa sabiduría y la mayor humildad.
En un Japón antiguo nos encontramos un hombre que busca a aquellos que transitan entre los vivos y los muertos, que no son plantas ni animales. Mushishi empieza de forma confusa, mostrando a un niño con el poder de los espíritus y transcurre en una andanza por los problemas terrenales. Cada representación del mushishi nos muestra el espíritu humano en cada una de sus variantes.
Si quieres reconciliarte con el manga más profundo, es tu anime.

Genial, como una serie de cuentos fantásticos narrados por el personaje principal que en este anime se llama "Ginko". En general el anime es muy laborioso tanto en las historias como en la animación la cual a mi me gusto mucho para ser del 2006, otra parte es sin duda como se van desenvolviendo cada episodio pues te atrapa cada uno con sus historias de los "mushis".
Si eres uno de esos que no les gusta los animes que no tengan peleas o chicas sexys vete a otra parte pues por una razón este anime es considerado de los mejores, y por muchas razones ya que como dije en el titulo parece una recopilación de narraciones extraordinarias del viejo Japón, y lo mas importante prácticamente de los 26 episodios por los menos 20 te dejan un mensaje muy especial.

Siempre he pensado que la cultura japonesa debía ser el legado de una civilización alienígena. Películas, cómics, videojuegos, hoy en día tenemos a nuestro alcance un variado surtido de productos que nos permiten adentrarnos en el universo cultural nipón.
El problema (mi problema quizás) es que yo nunca he quedado satisfecho ante estas manifestaciones artísticas del espíritu nipón.
Mis intentos de acercamiento a "lo japonés " han acabado en un: sí es bonito pero...
Pero no he entendido un carajo.
Pero no me ha dicho nada.
Pero me he muerto de aburrimiento.
Las historias japonesas se caracterizan por el enrevesamiento, el hermetismo, las incoherencias. Nunca hay historias sencillas y cuando algo les queda "simple", lo adornan con filosofías y metafísicas incomprensibles.
Yo me pregunto: ¿entienden los japoneses sus películas o simplemente se dejan llevar (y arrastrar) por su estética?.
Mushi-shi es un claro ejemplo de producto japonés "sencillo" adornado de poesía (o paranoya, que vete tú a saber), de música preciosista que invita a creer que lo que tienes ante los ojos debe ser el no va más en materia de sensibilidad artística.
Sorprende que Mushi-shi presente un narrador que nos "explica" lo que pas aunque, de todas formas, lo inexplicable poca explicación precisa. Las historias en Mushi-shi son absurdas con pretensiones Confucianas.
La animación brilla por su ausencia, poca más que imágenes estáticas de pretendida belleza.
Lo único destacable, la música... Aunque ya lo dijo alguien: si te fijas en la música menudo peñazo que tiene que ser lo demás.