La guerra de Hart

Drama judicial bélico ambientado en un campo de concentración alemán durante la Segunda Guerra Mundial. Buena ambientación, actores prestigiosos con los primerizos, Colin Farrell y Terrence Howard e inicio prometedor gracias a las espectaculares escenas de acción. Sin embargo la cosa empieza a torcerse a partir del juicio. La trama se va enredando hasta causar confusión y el final supuestamente emocionante me deja frío.

En el contexto de la Segunda Guerra Mundial, unos oficiales americanos de color, son asignados a una barraca de gente de su país, bajo las órdenes de Macnamara. Ocurre que, no exclusivamente el racismo parece ser un estereotipo nazi, ya que uno de los prisioneros, con violencia verbal rechaza a los nuevos presidiarios. Entre otros incidentes, ocurre un crimen y uno de los oficiales negros, prima facie culpable de un crimen contra un connacional, va a ser ejecutado por el jefe del campo de concentración. Por esta causa, se le solicita a este oficial nazi se acceda a que los mismos americanos puedan discernir por medio de una corte marcial si fue o no el autor del asesinato. El jefe del campo parece ser contemplativo, y admite el juicio...estos no son más que algunos de los ejes fácticos que incluye la trama que interpola un vibrante curva argumental. Además, se estampan en el argumento otras cuestiones de tipo moral en aspectos relacionados con la pulcritud del juicio, como la posibilidad o no de la excusación y recusación de jueces, abogados y fiscales en disparidad de condiciones, la autoincriminación o no, etcétera. Es decir, que es una película que abreva en disímiles asuntos que van desplegándose en su decurso, Fílmicamente, en todas las esferas me pareció irreprochable, por lo que poco podría objetarse si fuera del caso.

He leído muchas novelas de John Katzenbach, y todas ellas son magníficos thrillers. Pero por desgracia, que yo sepa solo han hecho dos adaptaciones de ellas hasta ahora, que son “Causa justa” (con Sean Connery) y esta.
Pues bien, se trata de un interesante drama, con dosis de thriller judicial, pero en un campo de prisioneros de guerra en la Europa de la Segunda Guerra Mundial.
Aunque salga el segundo en los créditos, el protagonista es Colin Farrell, por aquel entonces todavía mucho menos famoso que Bruce Willis, el cual a su vez, en unos años iba a empezar un declive en su carrera. El de “Última llamada” hace un buen papel, como oficial de cómodo puesto al que, por mala suerte, le toca sufrir como prisionero.
La ambientación del campo es seria y adecuadamente triste, sin nada que ver con lo que pudimos ver en “La gran evasión” o “Evasión o victoria”, películas con las que tiene puntos en común. El film pasa del género carcelario al judicial, con muchos de los típicos elementos de ambos temas.
Es una película muy bien hecha y con buenos actores y diseño de producción, que resulta ser bastante entretenida incluso en la parte jurídica.
Y lo mejor de todo es el final, que no es fácil de prever en absoluto, con el que además todo lo que ha pasado antes cobra sentido. Ahí es donde más se nota el talento de Katzenbach para construir buenas historias.

Interesante película bélica-carcelería, con buenas ideas y detalles de calidad, lo malo es que aborda tantos temas que al final, no acaba destancando en ninguno. El comienzo es muy interesante y espectacular, con escenas muy buenas, pero conforme va avanzando la historia, esta va diluyéndose y metiéndose en un berenjenal, hasta llegar a parecer un culebrón, nada creíble, con demasiados saludos militares y demás parafernalia. Aun así, resulta recomendable para pasar un buen rato, pero poco más.

Tal vez sea el problema de la novela original o de la adaptación, la verdad tampoco me acercaré al texto literario para esclarecer de quién sea la culpa, pero el planteamiento final tiene la sorpresa de condensar la trama en una salida, a mi juicio, bastante deshonrosa, cuando la intención era todo lo contrario.
Algunos han traducido esta película al español con el título de En defensa del honor, y claro que está bien el cambio de título porque sus personajes tienen ciertos atisbos reflexivos sobre el tema. Pero, ajustado al tema, es preferible el literal La guerra de Hart, que no crea tan injustificada expectativa sobre el tema del honor cuando solo se menciona en unas escenas.
El tema jurídico iba muy bien, la situación de una corte marcial al interior de un campo de concentración nazi para juzgar a un prisiones bajo sus propias normas no se había visto, creo yo, antes. Sin duda, sería bueno ver una película que ahonde aún más un fenómeno como este.
Con Hart's war parecíamos asistir a una re adaptación de A Few Good Men, pero se ha quedado a la mitad.