Fast Food Nation

Y es que la idea es hablar de un sistema corrupto que expropia fincas, deja que sus trabajadores se mutilen como si nada, vende comida insálubre, controla a sus empleados de manera fascistoide y aliena a una juventud aislada en clónicos pueblos de Estados Unidos.

O eso es lo que yo percibí.

¿Trabajo actoral? Muy solvente.

¿Narración? Igualmente solvente.

¿Interés? Variable.

Y es que diría que la coralidad del filme se convierte en una pega...

Historias como la de Catalina Sandino Moreno resultan más pesadas y aburridas que la de Greg Kinnear, por lo cual la cosa queda ligeramente descompensada, teniendo ratos brillantes, ratos aceptables y ratos algo más aburridos.

Pero el final es lo mejor.

La película es un conjunto de historias unidas por un tema central: el mundo de las hamburguesas en Estados Unidos. En algunas, como la de los inmigrantes que cruzan la frontera guiados por los "coyotes" o la de los niños pro-derechos vacunos, la relación está cogida con pinzas y parecen una concesión a la sensiblería. En otras, como la de los ilegales explotados por gringos, el director se recrea en descubrir la rueda. El resto de las historias son variadas, igual que su interés. Al final queda la sensación de estar ante una de esas películas tipo "Crash" en las que nadie es bueno ni malo o nadie es sólo bueno ni sólo malo.

No sé, en general es como esos documentales de Jon Sistiaga en los que dedica dos horas a sorprendernos con cosas que nunca habríamos sospechado como que en las cárceles de América del Sur se vive en condiciones infrahumanas o que Guantánamo puede estar traspasando la legalidad. Menos mal que hay documentales como esos y películas como ésta que nos abren los ojos a la realidad de las chicas que se ven obligadas a pasar por la piedra para conseguir trabajo o que la calidad de la carne de las hamburguesas es discutible.

En cualquier caso entretiene y seguramente los padres la encontrarán práctica a la hora de enseñar hábitos alimenticios a sus hijos.

Hay que verla, es de ese poco cine americano que llega aquí y se puede y se debe ver. Película denuncia de la mierda de mundo en el que vivimos y de algo aún peor, de la mierda que día a día ingerimos. Fast Food Planet for a Fast Way of Life. La cosa puede plantearse desde distintas perspectivas, este enfoque está bien, enseña una pequeña parte de lo que hay pero es más que suficiente.
Aún así nadie se inmuta y los burgers siguen llenos, los burgers, los centros comerciales, las multisalas de única oferta, las palomitas a precio de oro, y así hasta donde se quiera, hasta la p... hipoteca. Y es que quizá seamos demasiados, ese rebaño que se conforma con pastar.
Echale arrestos y jálate una hamburguesa en un burger tras su visionado. Bah, cierta aprensión los primeros días, pero volverás a entrar.

Película hippie del nuevo siglo que denuncia la explotación laboral, la mierda entre las vetas de grasa de la carne y las acciones anti sistema. Lástima que lo haga sin ningún gancho y discurra ante nuestros ojos de panfleto denuncia a semi documental plano, inconexo y pésimamente montado.

La pregunta que habría que hacerse sería la siguiente: si los mejicanos no cruzasen ilegalmente la frontera para currelar en trabajos de mierda, ¿esos trabajos los harían los estadounidenses? ¿y a qué precio? ¿y con qué salarios? Y otra pregunta que ronda mi mente al ver este compendio de buenas intenciones que no va a ninguna parte: ¿la supuesta resistencia ecológica, moral y anti sistema de los Usa, la componen pipiolos a los que hay que quitarles todavía los mocos de la nariz?

Apañaos vamos amigos si dejamos que el monstruo industrial nos convierta en títeres de sus intereses, y lo que es peor, si seguimos permitiendo que trabajadores de fuera se queden con los trabajos de nuestros abuelos cobrando lo que cobraban nuestros abuelos. La culpa si la hay, únicamente será nuestra, ya que seguimos viviendo en un mundo sensorial en el que nos preocupa más lo que haga el Betis este fin de semana que si nos subirán el sueldo el uno de enero del año siguiente. Y esta obra lo denuncia. Aunque no muy bien.

Sin entrar en detalles del argumento, hay que destacar que esta película trata varios temas de gran calado social, como por ejemplo: por un lado el que da título a la misma, es decir, el tema de la comida rápida y su proliferación en las sociedades, incluyendo por supuesto el asunto de la calidad de esta clase de alimentación; pero también trata en portada la inmigración, concretamente en este caso la frontera mexicana con los Estados Unidos, y los problemas de estos "sin papeles" en su nuevo país. Ambos temas son el punto principal de la película donde son interrelacionados a través de una gran cadena de producción de hamburguesas.
Amigos míos, mi recomendación para ver este filme no sólo por tratar temas profundos, sino porque además de estarlo con mucho cuidado, la película logra envolverte completamente en su trama.
Saludos