Hardware, programado para matar

Hay películas que aguantan el paso del tiempo, pero a esta el tiempo la ha pasado por todos los lados.

Pensaba ver una cinta de ciencia-ficción de serie B que es una mezcla con encanto; 'Hardware, programado para matar' no es ni serie C. Y es que, si bien la dirección artística se salva, la historia y los personajes no hay por donde cogerlos. En cuanto se empieza a ver el meollo del asunto, la película se vuelve rara y luego rara y mala.

Hay que aplaudir a Dylan McDermott cuya carrera sobrevivió a pesar de esta pedazo de basura. Su personaje es el único que parece que no ha perdido la cabeza, a pesar de la confusa resolución de su personaje.

En resumen, no vale ni como excentricidad.

... A pesar de un buen planteamiento, el director la pifia con un mal desarrollo de la trama, con unos interiores penosos y con la inclusión de un voyeur con un lenguaje soez en exceso y que está fuera de contexto con el tono de la película. Los efectos del robot que se autogenera son en verdad penosos. Deberían haber sacado más partido a la ambientación post-apocalíptica, pero...
Sale el enano malvado de Willow. E Iggy Pop como la voz de un locutor de radio que pincha sus propios "discos de oro". Iggy, a eso se le llama auto-promocionarse. Y todavía no habías sacado tu maravilloso Brick by brick.
Una pena.

Lo primero de todo es que de terror más bien poco, igual a mi madre que le da miedo «CSI: Las Vegas» o «True Blood» pues todavía lo puedo entender pero llamar a esto terror es de crimen de guerra. Mientras la estaba viendo, a la media hora o así me decía que no estaba mal pero que yo no veía el conflicto por ningún lado. Y efectivamente hasta la hora y cincuenta minutos aproximadamente no se sabe exactamente de qué va así que yo sin leer la sinopsis me estaba aburriendo así que imagínate si lo lees y esperas ver al bichaco ese a los veinte minutos. No.

Tampoco te explican demasiado de por qué están así, lo mencionan y poco más, quiero decir que te dan datos como que hay control de natalidad, que hay radiación, que el novio viaja al espacio... digamos que es como un futuro posapocalíptico pero que están ahí y punto.

Por lo demás no la veo mal solo que me parece aburrida e incluso si te pilla mal a lo mejor no la ves terminar así que le pondré un tres como una casa de grande. De los actores solo conozco al guapísimo McDermott, que lo sigue siendo más si cabe, y a Iggy Pop, el cantante. A John Lynch lo he visto en alguna película pero no lo recordaba, ni su cara ni su nombre.

Cojan aire, señores, abrochense los cinturones y prepárense para ver un refrito de los clásicos ochenteros de ciencia ficción (Terminator, Depredador y Alien).

Tenemos todos los ingredientes necesarios: actores mediocres, un robot cutre salchichero, muchos planos de pantallitas de ordenador, sangre por litros y dirección plana, planita, plana.

La ambientación futurista es penosa y la atmósfera de la película es de un color rojizo que no sabes si estás en un puticlub o en un estadio lleno de bengalas.

La fauna de personajes incluye a un gordinflón salidorro, la pareja protagonista (muy duros ellos), su amigo "raro, raro, raro" y el negro de turno en las películas de la época con su cintita en el pelo.

Ni lo intenten.

No pierdan el tiempo.