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Buñuel en el laberinto de las tortugas

Animación París, 1930. Salvador Dalí y Luis Buñuel son las principales figuras del movimiento surrealista, pero Buñuel ve cómo se le cierran todas las puertas después del escandaloso estreno de "La edad de oro", su primera película. Sin embargo, su buen amigo, el escultor Ramón Acín, compra un billete de lotería con la loca promesa de que, si gana, pagará el documental que su amigo quiere rodar sobre Las Hurdes, una de las regiones más ... [+]
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Críticas 32
Críticas ordenadas por utilidad
9 de mayo de 2019
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Las cualidades sobresalen por doquier en esta película. Un acierto la mezcla de imagen real y trazo animado para poner en valor el referente. Lo referenciado se completa con esa mezcla, que siempre ayuda a entender mejor el dualismo de la huella. El guion se empeña, con humor y momentos distendidos, en enseñarnos la otra doble cara del personaje, esa que lucha constantemente por superar sus miedos, empatizando con el espectador, dando a ver que siempre hay una persona detrás, con sus filias y sus fobias, aumentando el valor del trabajo realizado. Esta esencia de dar vida al personaje añade también valor al producto final. La musicalidad de su banda sonora llena de vida cada secuencia, siendo indispensable para poder entender la finalidad de cada dramatismo. La realidad y su lucha por comunicarla es el otro pie del personaje, que se ensalza en el guion secuenciándolo en los diálogos para poder insertar otro de los temas del filme, la explicación del surrealismo. Los diálogos son la piedra angular sobre la que crecen los personajes, sobre la que se explica la esencia misma de sus ideas. La mezcla de todos estos ítems dan como resultado una película entretenida, educativa y con poso, pare referenciar a las personas y a sus historias, las que están detrás de los personajes públicos.
Bolseiro
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30 de abril de 2019
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Salvador Simó Busom dirige su primer largometraje, en uno de los proyectos del cine español más esperado de los últimos meses, después de su paso por los festivales de Miami y Málaga, y sobre todo cuando se esperaba que pudiera estrenarse a finales de 2018 y optar a la nominación a los Goya en la categoría de largometraje de animación, pero quizás por la calidad y repercusión de "Un día más con vida ( 2018 )", que al final fue la ganadora del cabezón hace unos meses. El cineasta español estudió animación en Estados Unidos en 1991, en concreto en el American Animation Institute de Los Ángeles.
En el festival de la Costa del sol obtuvo 3 premios, dos del palmarés oficial, los de la música original y ópera prima, y el Feroz Puerta oscura a la mejor película por la prensa de la AICE acreditada en Málaga.

La película es una nueva demostración del talento del cine español en el género de animación, que en los últimos años nos ha permitido disfrutar y emocionarnos con proyectos tan diversos como " Arrugas ", " Chico y Rita ", " Las aventuras de Tadeo Jones " y " Un día más con vida ", y que con poco presupuesto, pero mucho ingenio, consiguen unos trabajos que no tienen nada que envidiar a las producciones francesas, asiáticas o estadounidense.
La propuesta está basada en el cómic homónimo escrito e ilustrado por Fermín Solís en 2011, y que nos cuenta la vida personal y sobre todo profesional de Luis Buñuel, uno de los mejores cineastas de la historia del cine nacional, durante unos años, en el inicio de su carrera, después de haber presentado la polémica "La edad de oro" en París. La historia se inicia en la capital de Francia en donde nos presentan a un grupo de amigos y jóvenes talentos de diferentes ámbitos del mundo del arte y la cultura, y sale el nombre de Salvador Dalí, con el que Buñuel tiene ciertas rencillas.
Las repercusiones de la película del cineasta aragonés, que había generado mucha polémica, y un posible nuevo proyecto en España, son asuntos que se plantean, sobre todo desde el momento en el que Eli Lotar le propone al cineasta escribir el guion de un proyecto que se rodaría en Extremadura, en Las Hurdes.

Tendrán que ver la película para descubrir el momento en el que es posible filmar "Las Hurdes, tierra sin pan", para hacer frente a un proyecto que requería un importante desembolso económico.
Una vez que se trasladan al lugar de rodaje, con Eli Lotar y Ramón Acín, el amigo del director, la película sigue manteniendo ese tono informativo, con momentos tristes y otros más alegres, y nos permite conocer la realidad de la gente que vive en la extrema pobreza en esa zona de España, y al mismo tiempo nos muestra escenas de la película en imágenes reales, justo a continuación de que se veamos eso mismo en este proyecto de animación.
Aunque la propuesta únicamente aborda unos años en la vida de Buñuel, nos sirve para entender las ideas sociales del cineasta, su carácter y minuciosidad del que unas décadas después se convirtió en un genio en la dirección.

La película tiene una gran calidad técnica en la animación, el guion está bien, y uno de los aspectos más destacados de esta notable propuesta es la banda sonora compuesta por Arturo Cardelús, y es una música para orquesta y coro, grabados en los estudios Abbey Road de Londres.
Una película fácil de recomendar al público adulto, sobre todo a los aficionados al cine de animación de calidad, pero también a los que se aburren con el género. Ideal para proyectarse en los colegios e institutos para que conozcan la existencia de Buñuel, y la importancia de su figura en la historia del cine nacional, y para que se introduzcan en otro cine de animación diferente al que están acostumbrados.

LO MEJOR: La banda sonora. La calidad técnica de la animación.
LO PEOR: Algunos asuntos no están bien desarrollados.

Pueden leer esta crítica con imágenes y contenidos adicionales en: http://www.filmdreams.net
WILLY74
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9 de mayo de 2019
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Luis Buñuel cosecha un estrepitoso fracaso con su primer largometraje (“La edad de oro”), que hace que se le cierren todas las puertas y nadie quiera producir su siguiente proyecto, un documental sobre Las Hurdes. Su buen amigo Ramón Acín compra un billete de lotería y le promete que si le toca el premio, lo invertirá en su película. Increíblemente, el número de dicho billete resulta agraciado con el gordo de Navidad, y Ramón Acín mantiene su promesa y llama a Buñuel para viajar juntos a Las Hurdes a rodar el documental.

Salvador Simó dirige este documental de animación, basado en el comic homónimo de Fermín Solís, y resulta un potente y emocionante relato de lo que fue el polémico rodaje de una de las películas más renombradas del legendario director aragonés, “Las Hurdes, tierra sin pan”.

La película es magnífica en cuanto a estética, y sobrecogedora por la crudeza de lo que cuenta. Para añadirle fuerza y dramatismo, este documental de animación se adereza con imágenes reales de la película de Buñuel que retrató con brutal realismo una de las zonas más desoladas de España en los años treinta.

Hay escenas realmente impactantes, como el despeñamiento de la cabra, la niña enferma que se tumba a un lado de la calle para morir, la decapitación del gallo o la muerte de un burro por las picaduras de las abejas que transportaba. Pero todo esto era la realidad de Las Hurdes en aquella época, y es lo que Buñuel reveló con su película. Pero junto a esas escenas terriblemente duras también impacta el rodaje en la escuela, cuando un niño se lanza a Buñuel para que le dé un abrazo, y los demás niños se unen también buscando ese gesto cariñoso, algo que es tan necesario a esa edad. En aquella zona tan pobre, los niños no tenían de nada, ni siquiera abrazos.

Por otra parte, en la película se nos muestra un Buñuel torturado por sus visiones oníricas y por los traumas de su infancia. El cineasta tenía una relación difícil con su padre, un hombre estricto cuya falta de cariño hacia su hijo le marcó para siempre. Otra relación difícil es la que mantiene con Dalí, con quien realiza su famoso corto “Un perro andaluz”, y la gente le da la mayor parte del mérito al de Cadaqués. Esa rivalidad entre genios del surrealismo queda patente cuando se ve a Buñuel enfadarse cuando un admirador le pregunta, tras ver “La edad de oro”, por unas escenas dalinianas, dejándole claro Buñuel de malas maneras que Dalí no tuvo nada que ver en esa película.

Otro aspecto muy interesante del film es el contraste que nos muestra entre las figuras de Buñuel y Acín. Dos íntimos amigos con personalidades radicalmente opuestas. El escultor era un hombre sensato, comprometido, que quiere hacer la película para denunciar la situación en que vivía la gente de Las Hurdes, mientras que Buñuel tenía un punto de vista diferente y anteponía la parte artística a la social, estaba más interesado en la obra que estaba creando que en mejorar la vida de la gente a la que filmaba. Pero a pesar de sus diferencias, su amistad estaba por encima de todo y el proyecto terminó por cristalizar.

La pregunta que percibe el público en el mensaje de la película es si en el arte el fin justifica los medios. Buñuel quiere realizar un documental de un modo realista, pero si la realidad no se adecua a lo que él quiere, no tiene inconveniente en retorcerla hasta que pasen las cosas que cree que tienen que pasar. Y si para que se despeñe una cabra, hay que dispararle, se le dispara. Para Buñuel evidentemente el fin justuficaba los medios sin ninguna duda, y si las imágenes no tenían la crudeza que él quería mostrar de un modo natural, no dudaba en forzarlas.

La parte menos lograda de la película, en mi opinión, es es desarrollo de la personalidad de Buñuel. El retrato psicológico del artista se queda a mitad de camino, no se profundiza realmente en ello. Tampoco se nos muestra con la claridad y la profundidad necesaria el proceso creativo de Buñuel, me habría gustado conocer más las interioridades profesionales del talentoso director. Y otro punto ligeramente decepcionante es lo corto que resulta la película. Cuando ví que se terminaba no me lo podía creer. Te quedas con la sensación de que te tenían que haber contado más cosas.

Una película muy recomendable. Cine dentro del cine, que además sirve para revisitar esa película sobre las Hurdes que retrataba una situación que avergüenza ver, de hace menos de cien años y que parece de la época medieval. Además, es un homenaje a uno de los artistas españoles más importantes del siglo XX, pero sin endulzarle sino más bien al contrario, mostrando sus miserias como ser humano. Ningún cinéfilo debería perderse esta película.

https://keizzine.wordpress.com/
keizz
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31 de mayo de 2020
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
150/34(30/05/20) Sugestivo acercamiento a la figura de los grandes cineastas españoles, Luis Buñuel Portolés, aunque el grueso de su filmografía la llevó a cabo en Francia y México. Una mirada en cine animación 2D (muy simple, apoyándose esta en las imperfecciones físicas asimétricas, siendo notable los juegos en que se ponen clips reales de “Las Hurdes: Tierra sin pan” para reflejar el realismo de la animación) siendo el objetivo el público adulto, centrada en la realización de su famoso documental “Las Hurdes”, y mediante este tramo de su vida ofrecer un semblante matizado del aragonés, con sus defectos y virtudes, con sus manías y genialidades, con su afán provocador y con surrealismo creativo, mostrando sus luces y sombras, egocéntrico (repudia se de valor a Dalí en sus primeros cortos) y amigable, ateo pero dando valor al catolicismo. Película española de animación, Salvador Simó dirige y guioniza (junto a Eligio R. Montero) su primer largometraje basado en el cómic homónimo dibujado por Fermín Solís. La obra fue editada en 2008 por Astiberri, originalmente en blanco y negro, y ha sido reeditada en 2019 por Reservoir Books usando la misma gama de colores de la cinta. En su momento llegó a ser nominada al Premio Nacional del Cómic, aunque finalmente recayó en Arrugas de Paco Roca. Recién salido del éxito y la controversia de los polémicos cortos "Un Chien Andalou" y "L'Age d'Or", que coescribió con el igualmente iconoclasta Salvador Dalí, la simbología anti-clerical le llevó a ser repudiado por los productores para hacer películas, y gracias a la ‘suerte’ de su amigo Ramón Acín pudo realizar un documental alentado por Eli Lotar, sobre un pueblo extremeño que se decía era el más pobre sobre la Tierra. Por supuesto Buñuel no sería hoy premio PACMA, pues durante el film decapitó gallos, mató un equino y asesino íbices. También hay que entender el contexto temporal.

En este juego de meta-cine el film indaga en varias vertientes. Está la creatividad artística frente a la realidad, si se puede prostituir la verdad en pos de un hiperrealismo ad-hoc, esto ya expuesto desde el inicio con la conversación de cafetería entre artistas, donde se habla sobre si el arte está facultado para cambiar el mundo, o si el mundo está para ser moldeado cual arte. En este apartado me falta alguna introspección sobre el proceso creativo de Buñuel, no se indaga en el, se hablan de sus inquietudes, pero no de como gusta de plasmarlas.

Se explora la amistad de Buñuel (vos de Jorge Usón) con Ramón Acín (Fernando Ramos) un pintor y escultor aragonés (ferviente militante anarquista dela CNT que se obvia en la película saltando directamente a cómo murió, sin dar un contexto), relación que parece cervantina, pues Buñuel parce un Quijote soñador que vive una realidad paralela en la que todo es manipulable a su antojo, mientras Acín es el Sancho de la voz de la cordura, el pragmático al que le duele cada real gastado (pues es el financiador), el que ve los oprobios que Buñuel con su nihilista indolencia causa, los choques entre ambos forman parte del choque entre visiones del mundo, las ansias buñuelianas de provocar emociones frente al pragmatismo de atenerse a la denuncia social de Acín. Y es que este teme que la película se convierte en un vehículo para el infinito ego de Buñuel, dejando atrás la cruda exposición de un sub mundo de desgracia. También se roza otra relación aliéntate, sobre todo al inicio, me refiero la de Buñuel con Dalí (que aparece, de hecho en una ocasión lo hace pero en subjetivo fuera de campo y apenas unos instantes), antiguos amigos en la Residencia de Estudiantes de Madrid, dejando entrever la inquina que el aragonés tenía con el de Figueras por que le habían dado más importancia al catalán en su corto “El perro andaluz” que a él, esto atomizado en el inicio cuando una pareja a la salida de “La edad de oro” le pregunta por la aportación de Dalí a este corto. Aun así en la desesperación para obtener dinero para sus proyectos toca a la puerta de Dalí, y este pasa de él, lo cual incide en la enemistad. Hay dos personajes más en el rodaje (aparte de Luis y Ramón), Pierre Unik (Luis Enrique de Tomás) y Eli Lotar (Cyril Corral), alos que no se les pressta atención, meros comparsas en la historia.

Está la colisión cultural que se da entre los snobs artistas venidos del norte de España a rodar una película sobre un mísero pueblo, se dan cita las contradicciones que al querer entrar a exhibir esta pobreza se la glamurice, se la embellezca y convirtiéndose con esto en condescendencia del turista progre que luego se va su casa a tomarse una copa de ponche. Por mucho que se nos quiera hacer ver que el equipo de rodaje les dieran unas cabras que mataron, o que se conmovía Buñuel por el abrazo de los niños huérfanos del colegio. En realidad para Luis Buñuel Las Hurdes solo era un escenario de cine, no parecía tener demasiada empatía con sus lugareños, era una visión fría, como esa que le da a una niña enferma en medio de un callejón, se acerca a ella, pero termina dejándola abandonada a su suerte, ello con una sensación de crudeza sensacional cuando estos fotogramas se cruzan con los reales rodados por Buñuel. Con este modo de hacer cine documental moldeable se entra en aquella máxima maquiavélica de si el fin justifica los medios, Buñuel responde aquí que sí, pero entonces cual es el límite?

Y está la cavilación psicoanalítica de Luis Buñuel, ello entrando en como su visión artística adulta está sembrada de sus traumas infantiles derivados de su freudiana relación con su estricto padre, con el que tenía una relación complicada, del que anhela aprobación, esto mostrado con flash-backs y ensoñaciones, febriles representaciones que navegan entre lo onírico y lo pesadillesco, estas escenas sirven como homenajes a las cintas surrealistas del director de Calanda. Segmentos llenos de simbolismos, como esas manos de niño ensangrentadas mientras toca el tambor ... (sigo en spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
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16 de diciembre de 2019
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Salvador Simó adapta la novela gráfica de Fermín Solís, que cuenta el rodaje del film "Las Hurdes: tierra sin pan", en 1932. Se trata de un momento clave en la vida de Luis Buñuel: tras el escándalo que supuso el estreno de "La edad de oro" y su ruptura con Dalí, el director no consigue sacar adelante ningún proyecto. Finalmente decide viajar a Extremadura a realizar un documental que refleje las pésimas condiciones en que se encuentran los habitantes de la región más pobre de España, una empresa que es posible gracias al dinero que le presta su amigo Ramón Acín.

La película sorprende por su profundidad. No sólo consiste en un retrato descarnado de Buñuel, con todas sus luces y sombras, ni en la recreación de un rodaje bastante extraño, por no decir surrealista; tampoco se limita a exponer una tesis sobre el deber del artista; sino que se revela como un producto original, entretenido, apasionante, que exuda autenticidad y logra emocionar en ocasiones. La relación entre esos dos amigos, los sueños de Buñuel, sus obsesiones y miedos, su deseo de hacer la gran obra a cualquier precio, todo transmite una verdad llena de fuerza.

Respecto a la animación, ésta cautiva por su sencillez, aunque uno enseguida se olvida de que está viendo dibujos. También se han añadido en momentos puntuales escenas del documental de "Las Hurdes", que encajan perfectamente en la narración. Es de las películas que más me han gustado en este 2019, y eso que ha sido un año de cine excelente.
Jackie Daytona
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