Viaje a la Luna (C)

Esta pelicula no hace otra cosa que cumplir sueños. Por un lado el de Méliès de crear a través de la cámara, por otro, el de todos los espectadores que durante más de cien años han visto una pequeña película que sacia el gran anhelo del hombre de pisar la luna.
Con una visión humanizada de una luna con rostro, llena de seres extraños y terrenos variopintos, se encuentra la gran luna de Méliès bajo la atenta mirada de un grupo de estrellas, también representadas por personas.
Cabe destacar el ingenio, la puesta en escena teatral y los sorprendentes trucos de cámara.
Es la primera película de ciencia ficción de la historia, es la primera vez que alguien vió arte a través de la cámara. Y al margen de todas las buenas y malas películas que se han rodado durante todo este tiempo, es bueno recordar que hubo una vez un francés que tuvo un sueño llamado cine.
Por eso, al inmortal George Méliès, las gracias.

Tras ver el año de producción de la cinta en la ficha de Filmaffinity, me entró curiosidad por cómo se había dado lugar a un género tan productivo como es la ciencia ficción. "Viaje a la Luna" es un cortometraje ‘cortísimo’, pero bastante entretenido mientras dura, algo de lo que muchas producciones actuales no pueden presumir.

La historia es simple: Un grupo de científicos quedan de acuerdo en lanzar una expedición de astronautas a la Luna, para explorarla y demás. Pero algo sale mal, dado que el grupo se encuentra con los habitantes del lugar y, para salvarse, han de volver a la Tierra. La hemos visto millones de veces más, y de hecho se basa en una novela de Julio Verne, pero por su surrealista y entretenida forma de "narrarla" no se hace pesada.

Los efectos especiales son ridículos para los tiempos que corren, pero en su época supongo que estaban de maravilla. De hecho, los decorados -aunque apurados- se notan bastante creíbles dentro de lo que cabría esperar, y la imagen de la Luna con la cápsula en el ojo, y la lágrima cayéndole de debajo, es tremendamente icónica. Por mi parte, una "película" interesante, nada más allá. Quizá sea una Obra Maestra, pero por mi parte, así se queda. Vedla como curiosidad, no es difícil de encontrar.

Podríamos debatir sobre si es una de las grandes películas de la historia del cine o no. Y para ello deberíamos discernir si se trata de una obra atemporal o uno de los muchos filmes que han envejecido bastante mal con el paso de las décadas.

Pero creo que el debate es absurdo ya de partida, pues se trata de una obra creada cuando todavía no existían la mayoría de las herramientas cinematográficas, o incluso su "vocabulario" era incompleto: faltan más de 10 años para los "primeros planos". No encontramos paneos, mucho menos travellings. Y un sin fin de detalles. Es lo que se dice, un modo de representación Primitivo, todavía lejos del Modo de Representación Institucional que llegó en los años 20 y se asentó como una dictadura hasta la irrupción de los nuevos cines allá por los 50 y 60. Valorar con nota éste tipo de películas es un sinsentido aún mayor que adjudicar un número a una obra cinematográfica. ¿La valoramos por lo que supuso en su época, o la analizamos con ojos actuales?

Pero amigos, como suele pasarnos a muchos cuando escribimos por aquí, parecemos hombres fríos que bombardeamos con datos, números, chistes fáciles u opiniones vacías y ensayadas para conseguir el mayor número de sies. Se nos ha olvidado que el cine se hizo para soñar.

¿Qué es lo primero que hacen los exploradores cuando llegan a la luna en una capsula espacial que parece hecha de contrachapado? ¿Qué? El hombre llega por fin a la luna, la meta de la humanidad hecha realidad, y ¿Qué hacen los protagonistas?

Se van a dormir.

Pero, ¿Con que sueña un hombre que está en la luna?

Sólo los niños se hacen ya esas preguntas. Y algunos cuando vemos está inocente, pura y maravillosa obra que un día soñó Méliès, también. Es cosa del cine. Nos hace soñar.

Los exploradores matan a los marcianos con paraguas. Y nadie se ríe.

Podríamos debatir si es una de las grandes películas de la historia del cine o no. Yo creo que soñaban con el mar.

Yo creo que esto es empezar por el principio, no digas que no. ¿Qué se había filmado antes de esto? Pues que yo sepa los Lumiere habían filmado a gente saliendo de una fábrica y la llegada de ¡quitate de ahí por Dios que te chafan (tranquilo, no te chafan)! el tren. Edison había estado filmando cosas más jodidas aún, como una reina a la que le cortaron la cabeza (pero en broma) y también Edison había filmado otra cosa que se le había ocurrido: Electrocutar a un elefante, para demostrarle a Nikola Tesla que la electricidad puede "no molar". Incluso el propio Méliès ya había hecho alguna cosa antes, los primeros truquitos de desapariciones con cortes de cámara en una cosa llamada "Le Manoir du Diable".

Pero da igual, sólo tras el crepúsculo del siglo XIX y el amanecer del siglo XX pudo ver la luz la primera seguidilla de fotogramas que narraba una historia de esas que tienen planteamiento, nudo y casi parece que hay un desenlace y todo.

Bueno, un montonazo de astrónomos se reunen en Hogwarts, la escuela de Harry Potter, con la vestimenta apropiada para ocupar dicho emplazamiento. Los presentes escuchan al catedrático en astrofísica al cual se le cae el gorro de mago al llegar, cosa que no tiene ninguna relevancia. El caso es que todo va bien hasta que al catedrático se le ocurre proponer una idea loca. Esta idea es la de meter a alguien en una bala de cañón y mandarlo a la luna, no sin antes dibujarlo en la pizarra.

Todos le dicen cosas como: "¿Pero tú de que vas? Algo así no lo haremos nunca ¿Cómo se te ocurre dibujar eso en la pizarra científica?", pero de algun modo enseguida los convence, sin necesidad de hablar mucho más porque la película es corta y esto ha de ir rápido. Sin comerlo ni beberlo ya estan construyendo la bala y el cañón y se meten sin traje de astronauta ni nada que se le parezca, todos con ropa del siglo XIX evidentemente (y que a nadie le falte su sombrero, un objeto incomprensiblemente imprescindible en aquella época).

Cuando la nave es disparada llegamos a la escena immortal de la colisión con el ojo derecho de una pequeña Luna, cuyas dimensiones no tienen nada que ver con la Luna en la que están en la escena siguiente. Una vez ahí la nave desaparece sin motivo, pero a nadie parece afectarle demasiado esta pérdida (Méliès era un obsesivo de las desapariciones, si no hacía desaparecer algo cada 5 segundos no era feliz). Cuando duermen la cosa se vuelve aún más rara, aparecen las sonrientes estrellas de la osa mayor y otras maravillas celestes.

El punto conflictivo es cuando ven al primer selenita, parece que los alienígenas son hostiles y nuestros amigos están en peligro, pero se dan cuenta de que los habitantes de la Luna son increíblemente fáciles (y divertidos) de matar, basta con un golpe para hacerlos explotar. Así que por más que los capturen y los lleven ante su rey no tienen muchos problemas para reventarlos a paraguazos y largarse.

Primera gran producción de la historia del cine y pionera en el género de la ciencia ficción. Inmejorable forma de comenzar este bello arte, un viaje allí adonde todos hemos soñado alguna vez con darnos una vuelta. Resulta impensable concebir que en 1902 se pudiera realizar una película tan elaborada y con efectos tan míticos e innovadores. No hay más que pensar en la imagen de la nave espacial alunizando en el ojo derecho de la luna; esta imagen ocupa un lugar de honor en la historia del cine. Es la prueba de que el cine no es nada sin la imaginación de quien lo crea y quien lo contempla. Por sentar estas bases desde el origen de este bello arte, Georges Méliès merece el reconocimiento de ser uno de los más grandes impulsores sino el más grande del cine. Este genio largo tiempo infravalorado y olvidado dedicó su vida y su talento al desarrollo y al estudio del cine. Por ello creo que hay que agradecer a este genio que acelerara y ayudara al desarrollo de este arte que tanto nos apasiona y nos intriga...