Homeland (Serie de TV)

Madre mía, ¡Que pedazo de serie es Homeland! He esperado hasta terminar de ver la primera y única temporada existente para poder valorarla, y lo cierto es que esta serie que no me atraía demasiado en un principio, ha terminado por causarme un tremendo y brutal impacto, porque innegablemente estamos ante la mejor serie de la temporada 2011/2012 y posiblemente una de las dos o tres que más potencial exhibe actualmente. Me anticipo, un 10.

Homeland, esta nueva joyita de Showtime, avalada por la crítica y por la audiencia se ha colado en los Globos de Oro 2011 con el premio a la mejor actriz (Claire Danes ) y mejor serie dramática.Y no me extraña.
Para empezar el episodio piloto, es magistral, una gran muestra de soberbia y de saber hacer, un trabajo casi perfecto en la pequeña pantalla y en la elección de la pareja protagonista, es realmente grandiosa. Enorme Claire Danes en el papel de Carrie Mathison, una impulsiva agente de la CIA, que nos dá una enormísima lección de su talento y maestría durante toda la temporada y que se consagra en el 1x11,impresionante lo de esta chica.Tampoco tendría mucho que envidiar Damien Lewis, que borda el papel de un atormentado Sargento Brody cuya lealtad patria parece ser bastante cuestionada después de permanecer preso más de siete años en Irak. ¡Ah!,imprescindible V.O.S.

Sin olvidarnos de los secundarios, más de lo mismo, esta serie descrita como un thriller dramático sobre espionaje y terrorismo profundiza muchísimo en cada uno de sus personajes, tal es el peso de estos en la trama que nos importa realmente lo que pase en sus vidas casi tanto como a la pareja protagonista. Tremenda Morena Baccarin como Jessica la mujer del Sargento, Saúl, Mike, Virgil,la hermana de Carrie…etc.
¿Qué más podemos decir de esta serie que no se haya dicho? Que el ritmo de cada capítulo es vibrante,frenético.Todos, repito todos,los 12 son espectaculares y si de algo podría acusar a Homeland es sobre su final de temporada, ese episodio de poco menos de 90 minutos de duración, el cual tal vez podrían haber cerrado y solo tal vez, haber echo un final redondo a la serie.
Aunque bueno, dejemos que productores y guionistas hagan su trabajo, que después de deleitarnos con esta maravilla, en mi caso por lo menos, ya tendré una buenísima razón para que llegue el próximo octubre.

'Homeland' ha sido (con permiso de 'Black Mirror', que no puede ni debe considerarse una serie al uso) la serie revelación de la temporada. Está orquestada por las mentes pensantes de la '24' de Jack Bauer, y nos cuenta la historia de un prisionero de guerra (Damian Lewis, 'Hermanos de sangre') que vuelve a casa tras ocho años de cautiverio en Irak convertido en héroe, y la de una agente de la CIA (Claire Danes) que no lo ve como tal y sospecha que quizá se haya pasado al bando contrario.

No me sorprende comprobar que la serie israelí en que se basa esta 'Homeland' discurra por derroteros ligeramente diferentes: mientras que esta adaptación americana se mueve más en el terreno conspiratorio y artificiero, la serie madre se centra mayoritariamente en el drama personal al que se enfrentan estos soldados, cautivos durante años de un enemigo al que no entienden, héroes por obligación en su prorrogado retorno a un hogar que ahora es extraño.

Sería no obstante injusto vilipendiar la propuesta de los creadores de los días con más trances y fatalidades en la vida de un mortal, pues si bien 'Homeland' comparte con '24' ciertos códigos de acción frenética, es una oferta un tanto más pausada, que se detiene a observar a los personajes, y a dejar que estos, con su buen hacer, nos hagan partícipes de las intrigas secretas y demás maquinaciones. La serie alcanza de hecho sus mejores momentos cuando entiende la calma como anticipo ineludible de la tempestad.


El espectador que de una oportunidad a 'Homeland' encontrará en ella un retrato certero e implacable de la América post 11 de septiembre, de una sociedad que mandó al frente a sus hombres para combatir el eje del mal y de un pueblo que de la noche a la mañana se vio invadido por fuerzas ajenas y coloniales. Este es el contexto, el marco donde se desarrolla el verdadero duelo de púgiles, acertado él, memorable ella, una suerte de tira y afloja entre un gato y un ratón que se acercan demasiado.

Acabada la primera temporada, estamos de enhorabuena. La serie ha sabido jugar sus cartas con sana destreza, resolviendo satisfactoriamente el complejo entramado que presentaba en su potente premisa. No era tarea fácil, y menos lo será encarar una segunda temporada ya firmada. Confiemos en que sabrán llevar a buen (y cercano) puerto esta interesante narración.

Cuando ya había abandonado la esperanza de encontrar una nueva serie que me llamase la atención, escuché hablar de Homeland y acto seguido, me encontré siguiendo el piloto con la lengua fuera de puros nervios.

Con unos guiones bien currados y un personaje protagonista (la agente de la CIA Carrie Mathison) que te envuelve en su investigación paranoico-obsesiva, lo nuevo de Showtime se desmarca de otras propuestas otoñales para ofrecer un thriller lleno de verdades a medias y mentiras arriesgadas, un producto enormemente entretenido que además se esmera por dar calidad y credibilidad a sus (de momento) seis estupendos episodios. El buen reparto, encabezado por Claire Danes, Mandy Patinkin y Damian Lewis, ponen su granito de arena para lograr que los personajes nos interesen tanto o más que los giros de guion y la visión compleja y poco mitificadora del patrioterismo americano redondea un conjunto más que interesante del que pueden esperarse grandes cosas en el futuro. Un merecido 8 para la serie y un 10 para el ojo avizor de Showtime, que entre lo nuevo de Dexter y Homeland, se ha hecho con lo mejor de la temporada.

Anderson Carrie, una agente de la CIA, descubre en Bagdad que un peligroso terrorista islamista llamado Abu Nazir, planea un ataque sobre los Estados Unidos. Un confidente, antes de ser ejecutado, le revela que lo realizará desde el apoyo de un prisionero de guerra americano que se ha cambiado de bando… Años después aparece la figura de Nicholas Brody, un sargento de los Marines desparecido en combate desde principios de 2003 y dado por muerto, que es rescatado en una misión sobre una casa franca de Abu Nazir. El compañero de Brody, también desaparecido, está muerto… Carrie no sabía que hubiera un prisionero de guerra aún con vida en Iraq o Afganistán y por eso había ignorado esa confesión hasta ahora… Los mecanismos de una conspiración se están poniendo en marcha y, aunque el país entero y sus propios compañeros ven a Brody como un héroe, podría ser la más peligrosa de las amenazas para la nación.

Pero en “Homeland” todos los personajes principales se ven obligados a llevar una doble vida. Carrie, solitaria y habitual de encuentros sexuales fortuitos, tiene un trastorno de comportamiento y toma anti-psicóticos en secreto desde los 22 años ya que podría ser expulsada de la CIA. La mujer de Brody ha mantenido una aventura con el mejor amigo y también militar de su marido y el propio Brody vemos que nos miente y que realmente esconde algo. La agente Carrie se salta todas las normas para poner bajo vigilancia a Brody, que es tratado como un héroe de guerra, mientras consigue apoyos en la CIA que validen su teoría. Ahí aparece un acercamiento a “La vida de los otros” pero también a los viejos filmes de agentes dobles y espías ya sean nazis, propiciados por la guerra fría y ahora paridos de las entrañas del nuevo eje del mal.

La serie funciona por flashbacks sobre el cautiverio que contrasta con la farsa del sargento y tendrán que dar forma a ese síndrome de Estocolmo que lo ha llevado a una misión que desconocemos. Tuvo al vicepresidente tan cerca como para liquidarle pero el objetivo es mayor. ¿El presidente? ¿La Casa Blanca? ¿Realmente escuchó algo la agente de la CIA o es producto de su imaginación? Lo que está claro es que “Homeland” no es una versión en formato serie de “Salt”, ya que se centrará en el drama de la vuelta al hogar y adaptación y, por otro, en un thriller de espías donde la antagonista podría ser tachada de loca y paranoica si es que no es encarcelada por realizar acciones completamente ilegales. La serie de Showtime se atreve a trazar una línea sobre la heroicidad patriótica y el terrorismo islámico y en estos tiempos es doblemente atractivo y peligroso. Puro fuego que esperamos no se apague durante los muchos episodios que esperamos de ella.

Sin duda, es el año de Homeland. Después de haber revalidado en los Emmy su condición de mejor serie drama del año (obtenida previamente en los globos de oro) vuelve con su esperada segunda temporada para hacer temblar los cimientos de la seguridad nacional estadounidense post 11-S.

Homeland es una obra bastante particular en el sentido en que choca ver una serie de formato drama con semejante argumento. Me explico: La historia desarrollada en la primera temporada es más propia de una película o más bien de una miniserie debido principalmente a que, a priori, su argumento de partida no da para mucho más.

Y eso da un poco de miedo. ¿Por qué? Fácil, La primera temporada es tremenda, a mi personalmente me encantó, pero tengo la certeza de que si, en vez de extender la serie, hubiesen hecho una única temporada autoconclusa o una miniserie, habría sido PERFECTA, como lo fue en su día Hermanos de Sangre (casualmente también con Damien Lewis). De hecho, en cierto sentido la primera temporada es autoconclusiva quitando ciertos detalles, lo cual, bueno, da que pensar. Es sin duda el reflejo del éxito y como puede esto afectar negativamente a una obra y a su concepción.

Por supuesto esto no quita que los guionistas se saquen de la manga una segunda temporada igual de sobresaliente y logren extender la calidad de Homeland indefinidamente, de hecho ojalá sea así y el domingo 31 de septiembre empecemos de nuevo a medirnos la tensión tras cada capítulo.

Paso de puntillas por el tema de la calidad en sí de la serie, de la que ya se ha dicho todo lo que había que decir y premiado todo lo que había que premiar: La interpretación de Claire Danes es estremecedora, más por la paranoica y angustiada voz que consigue que por otra cosa (imprescindible versión original). Damien Lewis también esta soberbio, especialmente en el último capítulo, una maravilla. Por último subrayar que la primera temporada ha demostrado ser un portento a nivel narrativo y de montaje, logrando algunas de las mejores y más tensas secuencias de espionaje que recuerdo haber visto.

-Carrie: I missed something once before. I won't, I can't let that happen again.
-Saul: It was ten years ago. Everyone missed something that day.
-Carrie: Everyone's not me