Amor a quemarropa

Hace tiempo que tenía ganas de ver esta película, por varios motivos, como los muchos comentarios y reseñas a favor, entre las cuáles una dice que "es la mejor película romántica de la historia del cine", el guión de Tarantino (que en definitiva es lo más dstacado del film), el reparto y el director, en fin, que había sobradas razones para sentarme a ver y disfrutar de lo que habría de ser una gran película. Pues bien, acabo de verla, y la verdad es que si bien me ha entretenido, y me ha parecido simpática en líneas generales, no veo ni la obra maestra ni la mejor película romántica de la historia del cine, ni el mejor policial, ni nada de todo esto; sólo una buena, pasable película cuya mayor virtud es el guión y cuyos peores defectos son, por ejemplo, una serie de inverosímiles y casi, por absurdas, cómicas situaciones, esa musiquita repetitiva y pegajosa que resuena todo el tiempo, hasta en las partes donde pareciera que está totalmente fuera de lugar, y el maldito happy ending típico de hollywood, aun cuando el gran jodido (y maestro sin dudas) Tarantino está detrás del asunto.
Las actuaciones son decentes, algo histéricas tal vez, pero pasables; la historia es, como dije anteriormente, algo absurda y salvo que se trate de una parodia del género o de una comedia, es bastante poco creíble. En fin, que si uno no exige gran cosa o espera ver una película que haga historia, se pasa un buen rato, y no mucho más.

Como fanática de Tarantino me hubiera gustado saber qué hubiera sido de este film si lo hubiese dirigido Q.T., y al mismo tiempo me aterraba que al verla pudiera llegar a comprobar que Scott había cagado el guión de mi ídolo. Pero para mí sorpresa, conociendo de antemano el estilo de Scott, descubro que el director está más que contenido y no abusa de su ya conocido estilo videoclipero. De hecho sólo hay una escena en la que luce su leit motiv (la escena de sexo en tono azul).

El guión para los fanáticos del estilo tarantinezco, entre los que me incluyo, es una delicia, los diálogos, la historia de amor, los personajes secundarios llenos de matices, etc.
La historia de amor debe ser de las más maravillosas que he visto, a diferencia de otras aquí los enamorados son fieles a sus sentimientos, jamás se pelean y siempre colocan su relación por encima de todo.

La música de Hans Zimmer se lleva gran parte del mérito porque aporta un decorado que le quita seriedad y como en toda historia de Tarantino eso es muy importante porque es necesario desdramatizar la violencia a través del humor.

El reparto no necesita ser evaluado es sencillamente genial, y no puedo destacar a ninguno porque cada uno en su rol marca presencia.
El personaje de Brad Pitt es un caso aparte, parece de lo más insignificante y termina siendo clave en la trama (spóiler).

El final es medio cagón (débil) pero no desencaja, lo que pasa es que la épica dice que los finales deben ser (spóiler).

Lo mejor: la historia de amor.
Lo peor: no la dirige Quentin.

Alabama y Clarence inician su romance en un cine donde proyectan tres películas de kung-fu. Alabama ha sido contratada por el jefe de Clarence para darle una alegría el día de su cumpleaños. Tras una larga noche de conversación, Alabama no duda en confesarle quién es realmente y lo mucho que ha aprendido a amarlo esa noche. Así se casan y viven un amor sincero y eterno.

Él va a por el chulo de ella, lo mata y se lleva su coca. Y así comienza una escapada y su consiguiente persecución a tres bandas: la de los mafiosos a quienes pertenece la coca; la de los policías que quieren atrapar al traficante que quiere comprar la coca; y la de Clarence y Alabama que buscan a alguien que les dé un billete lejos de Detroit a cambio de la coca.

Amor tras un fondo violento, personajes muy bien definidos y con objetivos claros y contundentes, diálogos que dejan entrever el guión de un Tarantino incipiente y una trama que nunca decae, son los ingredientes de este film que arroja al espectador acción, algún gag cómico y cierto halo de romanticismo.

Nos guste más uno o el otro lo que está claro es que Tony Scott, el director, y Quentin Tarantino, en este caso el guionista, son de estilos muy diferentes. El primero se caracteriza por el esteticismo, elegancia y comercialidad de sus trabajos, el segundo por lo irreverente, los gustos personales y la naturalidad hasta llegar muchas veces a lo chabacano. Difícilmente pueden convivir ambas escuelas y en el caso de "Amor a quemarropa" no termina de cuajar en algo compacto como sucede con el aceite y el agua, que al final acaban separándose. Por un lado va el glamour de Scott por el otro las situaciones de Tarantino. Mala combinación.

De este modo, aunque la película tiene un arranque prometedor, carece del ritmo o la potencia del director de "El último Boyscout" (1991). A mí me ha recordado más bien a "Thelma y Louise" (1991) con esta especie de road movie un poco lenta y demasiado caleidoscópica para mi gusto. Ciertos diálogos humorísticos, una omnipresente banda sonora, un reparto formidable y sobre todo la violencia tamizada por la elegante cámara de Tony Scott salvan el largometraje. Pero al mismo tiempo, echas en falta un guión más contundente y un tono más serio. A todo esto habrá quedado claro que el que lastra nuestro dúo es precisamente Tarantino.

Una película con una buena banda sonora ya tiene la mitad de los deberes hechos, y cada película que cumpla este requisito merece que se lo reconozcan. Una vez aclarado esto, lo mas llamativo de la película, en mi opinión es la escenificación del morbo. Una joven Patricia Arquette ( sin la que esta película no hubiese sido lo mismo) se encarga de representar el morbo en estado puro, hasta tal punto que cada movimiento, cada calada, cada retoque de pelo o cada carcajada, altera la sangre del espectador, o por lo menos del masculino. El hecho de que la historia de amor que se narra pertenezca mas a un cuento de hadas que otra cosa le permite a Tarantino cometer una serie de excentricidades a lo largo del guión, dejando espacio a la acción y el drama, pero a sabiendas de que la historia de amor va acabar en buen puerto.

También me encantan las raíces del personaje principal interpretado por Christian Slater, las cuales vienen a representar a Quentin en sus años de formación, con sus mismas aficiones, pero con el plus de vivir un romance (con una autentica mujer) al cual Tarantino, imagino, que nunca tuvo acceso. Se nota que es uno de sus primeros guiones, y sirve de incentivo para todo aquel que alguna vez haya pensado en escribir un guión, ya que la clave, esta en escribir sobre la vida misma, añadiendo siempre un pequeño toque surrealista, porque a veces al vida, sin picante, puede ser un poco aburrida.

P.S. Dale a Brad Pitt un papel, grande o pequeño, principal o secundario, que te lo va a bordar si o si.