The Guardian

Ben Randall (Kevin Costner) recibe la encomienda de enseñar al primer grupo de rescatista de la Guardia Costera de los EEUU, pero entre sus filas tendrá a un alumno arrogante e inmaduro, Jake Fischer (Ashton Kutcher), que aunque es el mejor del grupo, su desmedido ego es su peor enemigo. El objetivo de su trabajo es "¡Salvar vidas!"

El tema del film es la superación personal y la maduración. El film nos presenta que el éxito de las misiones de rescate de estos vigilantes depende de cual bien entrenados estén, inclusive sus propias vidas están en juego. La película tiene escenas de acción trepidantes, aunque no son muchas, mantienen al espectador en la orilla de la silla.

En el 1984, un barco de carga con toda su tripulación, desapareció durante una tormenta en la costa este de los EEUU. Sólo pudo acudir en su ayuda un helicóptero de la Marina que no pudo evitar la tragedia. Por eso se creó este programa de rescatistas, está considerado el más duro de los programas militares, la mitad de los que se inscriben, se dan de baja.

La película tuvo un presupuesto de $70 millones y generó por venta de taquillas la cantidad de $87 millones, más $54 millones por la venta del DVD, además recibió cinco nominaciones a diferentes premios y/o festivales de cine.

Esta es una historia que nos habla de una leyenda muy concreta, la del guardián, un pescador de almas. Y para ello nos explica como se forja, nos cuenta acerca de sus personajes y de sus tiempos. Primero se necesita a un héroe. Éste es una persona normal, de carne y hueso, mortal. Que lleva una vida normal, a pesar de sacrificar su vida personal por la de los demás. Frente a todo héroe debe haber un villano. Aquí, se nos presenta como despiadado, voraz, insasiable y con el poder de enfrentar a los hombres entré sí. Una vez hechas las presentaciones llega el turno de las renovaciones. Es cuando el joven desafía al viejo, cuando se cree capaz de superarlo. Es fuerte, está dotado y cuenta con lo necesario para dejar atrás al pasado, para ser él el futuro. Todo un ciclo, como las olas del mar. Este es el desarrollo de la vida normal, pero en la construcción de una leyenda tiene que haber algo excepcional. En este caso la admiración del estudiante por el maestro. Finalmente, se da cuenta de que le está muy lejos y no le queda más que honrarlo.

Ashton Kutcher suele ser un actor muy carismático, siempre convincente y encantador, pero en esta ocasión queda eclipsado por Kevin Costner,suya es la leyenda.

La verdad es que tanto las películas de Kevin Costner como las de Andrew Davis no tienen término medio: o son excelentes, o son malas; ésta es de las segundas. Haciendo honor a la verdad, la música de las escenas de entrenamiento es muy buena, y las escenas de acción también, pero el guión es una verdadera pena: el ritmo es muy desigual, con demasiados puntos de inflexión mal colocados y con demasiadas cosas para contar en poco tiempo, con lo que se consigue que dé la sensación de que hay conversaciones que nos hemos perdido, y además, dé la impresión de que la película es demasiado larga.
Si tienes dos horas en las que no quieres hacer absolutamente nada útil o divertido, puedes ver la peli. Si no, es preferible que cojas un dvd que tengas por casa de "Los Hombres de Harrelson".

Ví esta película con un grupo de amigos que no paraban de decir lo mala y previsible que era. Es cierto, no ganará ningún oscar pero es puro entrenimiento y bien realizado. Cualquier subproducto de acción de Bruce Willis o similar es mucho peor. Yo, al menos, no me aburrí.

Ya está bien de tanta ñoñería poniendo por las nubes el gran trabajo de los "trabajadores sociales", pero no de cualquiera sino de los de EE.UU., nada más y nada menos.

Todos sabemos que los demás somos unos pobres desgraciadillos y que los de USA son los más listos, guapos , ricos y famosos.

En fín si eres de otro país que no sea EE.UU. No tienes derecho a vivir, pégate un tiro patética piltrafilla.

Hasta los aliens saben que si hay que invadir la Tierra, basta con invadir USA.