Difícil de matar

Excelente película de Steven Seagal, que demuestra su dominio de las artes marciales ante las cámaras, bajo la dirección de Bruce Malmuth. Una obra de arte para los amantes del cine de acción. (Cfelix: Cine+ España)

Muchas preguntas después de ver tantas veces trozos de esta (y otras similares) película.

¿Por qué decir que Chuck Norris es el actor más malo e inexpresivo de la historia?
¿Por qué siempre es la misma historia de vengador de horrores, cayendo él mismo en la abyección más horrorosa...y light?
¿Por qué tanto brazo fracturado, tanto tiro y tan poca dureza, sin embargo, en cada escena?
¿A qué edades va dirigida esta(s) película(s)?
¿Por qué la ponen tantas veces en televisión?
¿Por qué un tío que sale de un coma tarda tan poco en recuperar su fuerza muscular?
¿Por qué muchas personas se divierten con la rapidez disparatada de esto y abominan de esas películas que por toda crítica se llevan eso de "demasiado lenta"?
¿Son casos de hiperactividad?
¿Por qué disfruta tanto Seagal cuando cruje un hueso a otro?
¿Por qué me parece recordar que este tío salió en un programa hace años e iba de filósofo orientalista?
¿Por qué tantas películas de estas y hay personas que no pueden hacer su primer trabajo teniendo más que decir?

Tenía que decirlo. De esta película lo que más me ha gustado, aparte de las artes marciales y todo eso, bla, bla, bla, ha sido la espectacular actuación de Kelly Lecrock, que para mí siempre será La Mujer de Rojo, en mayúsculas. En su línea. Y es que siempre recordaré aquellas escenas con Gene Wilder de la citada película, que marcaron in eternum mi juventud y mi adolescencia y que, por qué no decirlo, me regalaron nuevas sensaciones que ahora no voy a reproducir.

Pues bien, es de notar que en esta película de Steven no hay una sola escena en la que la mujer de rojo no salga con un pelo distinto, con el cabello atusado de forma diferente. Así, podemos verla en la primera escena con un recogido discreto, a la par que elegante; después ya podemos verla con pelo lacio, a modo de media melena, también discreto, pero algo más atrevido; para luego verla con un pelo a lo leona, caído por los hombros con rizos; para más tarde, cuando ya intima con Seagal (qué suertudo), con un pelo también a lo leona, pero en plan discoteca "voy a comerte". Después podemos advertir cómo en un momento dado un tinte caoba cubre su melena, que pasará por distintas formas, desde recogidos, a lisos planchados, a varios rizados diferentes. Espectacular, aunque uno se pregunte de dónde sacará el tiempo esta mujer para ir a la peluquería. Insisto, espectacular.

Por lo demás, la película es de Steven Seagal: artes marciales, golpes, rutoras de huesos varias, trama policial, que no policiaca, etc. Le he puesto un "interesante", como a todas las películas de este tipo de Steven, ya que si me dejo llevar por Kelly, le pondría un notable, sin lugar a dudas.

Tipiquísima de Seagal, todavía espero una colaboración estelar con Van Damme en alguna segunda parte de lo que sea, no tiene precio.

Por otro lado, es de agradecer que el señor Seagal se dedique a las películas de acción, ya que en otro registro mataría de hambre a más de uno.

Lo mejor: Kelly Lebrock, claro.
Lo peor: que no estuviera Van Damme.

Mi nota final 2´999, casi 3.

¿Y quién es esa señorita, os diréis? Pues la chica mona y silenciosa que aparece siempre, siempre, siempre en cualquier película de este estilo en el jacuzzi del villano de turno. Esta figura me inquieta, de verdad. Aparece y desaparece sin saber de dónde viene ni qué es de ella. La señorita del jacuzzi se caracteriza por tener una apariencia de tonta perdida, lucir su cuerpo serrano y ser muy cariñosa con el tipo que, un minuto antes o un minuto después, la trata sin ningún respeto, cosa que a la señorita parece no importarle en absoluto. Fijaos la próxima vez.

En «Difícil de matar» aparece señorita del jacuzzi, claro, y también una protagonista guapa y simpática, así como un protagonista policía que tiene que vengarse de los malos que destruyen toda su vida. A mi la nota que tiene en la página me parece una injusticia tremenda, porque la película puede que no sea buena, que lo acepto, pero lo que sí es, es entretenida. Vamos, entretenidísima. Sus aspiraciones son básicas y las cumple, así que yo no le pido más de lo que me da: acción muy chorra pero graciosa a manos de un Steven Seagel poco ágil, argumento resultón, gotas de filosofía y estética oriental (lo que me gusta especialmente), y un look y una música noventera muy agradable de ver.

Es fresca, es simpática, es puro entretenimiento. Con otro galán más habilidoso, quizá le hubiera puesto más nota; es más, seguro. Tal cual es, se queda en pasable.